Los mil caminos del Inca para llegar a Machu Picchu

La ciudad secreta de los Incas continúa siendo uno de los principales atractivos turisticos de Sudamérica

El angosto sendero sobre la ladera de la montaña serpentea y avanza por un paisaje inmenso, infinito, con curvas, ascensos y descensos. Abajo, el profundo cañón del río Urubamba hace tomar conciencia de la altura en la que transita la caminata en fila india. Entre la intensa vegetación que parece cubrirlo todo, comienzan a aparecer las maravillosas construcciones de piedra. Luego de recorrer 45 km se llega a la ciudad sagrada de Machu Picchu , construida a fines del siglo XIV a 2.400 m sobre el nivel del mar.

Considerada uno de los complejos arqueológicos más importantes del mundo, esta joya arqueológica de Perú encanta tanto por los misterios de la cultura incaica que guarda como por la magnificencia de su paisaje. Ubicado en medio de un entorno natural boscoso y tropical, esta maravilla con fama mundial se acomoda en el valle que conforman los cerros Huayna Picchu y Machu Picchu, 130 km al noroeste de Cusco .

El modo más sencillo para conocer el máximo símbolo de la civilización incaica, recién descubierto en 1911 por el estadounidense Hiram Bingham –un profesor de Historia que luego sería considerado expoliador de más de 50 mil piezas arqueológicas–, es llegar a Cusco, desde donde parten las excursiones y paseos guiados. Una vez aquí, el tren hacia Aguascalientes acerca a los viajeros a la población inmediata al cerro, en un trayecto que dura 4 horas. Existen diferentes tipos de trenes, con variados niveles de confort y precio, tal como sucede con las diversas opciones de hospedaje para conocer la “Montaña Vieja” –según el significado de Machu Picchu en quechua–, que abarcan desde campings hasta lujosos hoteles 5 estrellas.

Para llegar a Machu Picchu se debe atravesar el Camino del Inca, una red de caminos de tierra terraplenada y tramos de piedra de más de 40.000 km de extensión, utilizados para conectar los principales centros administrativos y religiosos del Tahuantinsuyo (Imperio inca).

Construido en el período de auge del imperio, el “Gran Camino” o “Camino del Jefe” se extendía del sur de Colombia al sur de Chile, zigzagueando por la Cordillera de los Andes, entre los 1.000 y los 4.500 m de altura sobre el nivel del mar. Hoy, el Camino del Inca es uno de los circuitos de trekking más conocidos del mundo.

El punto de partida es el km 82, cerca de Ollantaytambo . La altura, que recuerda la falta de aire a cada paso, y la irregularidad del terreno complican la caminata, por lo que conviene estar en buen estado físico para enfrentar las 7 horas de caminata diaria.

El primer día es el más tranquilo y sirve para reunir algo de energías para el día siguiente, el más difícil, en el que luego de subir incontables escalones de piedra se llega al punto más alto del trekking, a 4.200 m. La vista desde aquí es maravillosa. El tercer día es un poco más relajado, dado que gran parte de los senderos es en bajada. El cuarto y último día es, sin duda, el mejor; es cuando se llega al más fantástico de los destinos, a Inti Punku o Puerta del Sol, la entrada a la antigua ciudadela de Machu Picchu.

Apenas está amaneciendo cuando se atraviesa la construcción de roca realizada en honor al Sol, en la cima de Machu Picchu. La bruma comienza a desaparecer y los tonos anaranjados y amarillos son los protagonistas de un horizonte cargado de colores. El recorrido continúa un poco más y es allí donde se verá lo mejor. Un sendero atraviesa el área agrícola y ofrece una vista de múltiples terrazas escalonadas. Todo es verde, hasta que se comienzan a ver las primeras construcciones de piedra, en la que se destaca la Roca Funeraria, utilizada en los rituales y ubicada cerca de lo que se estima era el cementerio.

Rubén, el guía que nos acompaña en esta parte del trayecto, comenta que los arqueólogos todavía no se ponen de acuerdo acerca de la finalidad de Machu Picchu. “Debaten si era una fortaleza oculta, el refugio del héroe nacional Inca Manco Capac o un asentamiento construido con el objetivo de controlar la economía de las regiones conquistadas”, explica. Lo cierto es que son muchos los mitos e historias que encierra la ciudad sagrada, como el modo en que los incas transportaron las enormes piedras que conforman cada construcción de la ciudadela, labradas, cortadas y montadas a la perfección unas sobre otras.

Luego de atravesar la última muralla, Machu Picchu se abre en su esplendor. El gran esfuerzo de los 4 días de trekking queda justificado al ver el paisaje de las ruinas que parecen flotar en medio de la inmensidad. La ubicación de los templos, palacios, baños, casas y terrazas agrícolas develan una avanzada planificación urbana en medio de las montañas. El espectáculo es sublime. De a una, se recorren las construcciones incas, que aún se mantienen en pie y guardan los secretos de una de las civilizaciones más avanzadas del continente americano.

Sería ideal poder permanecer aquí hasta el atardecer pero otros grupos de turistas esperan recorrer también la ciudad sagrada. Apenas tenemos un par de horas, pero los recuerdos perdurarán por siempre.

 

22 de febrero de 2011

Fuente: Clarín Viajes

 

Notas relacionadas:

 

Ya está todo listo para la Fiesta de la Vendimia
Los actos centrales de la tradicional fiesta empezarán El 4 de marzo.

 

 

Ovnis y budismo: Córdoba ya es "new age" gracias al turismo zen
24CON visitó el templo zen de Capilla del Monte donde 120 budistas conviven con la naturaleza. Meditación y energía en medio de la montaña.