Cuento del tío: Por mil pesos, inventó que su sobrina murió de tristeza

Una cruel historia que conmocionó a todos y que terminó por convertirse en una mentira. El hombre contó una terrible farsa: la nena era discapacitada y había muerto porque se le escapó su perra.

El pasado 28 de enero una noticia conmocionó a los lectores de 24CON: la trágica historia de Jimena, una nena de 12 años oriunda de Merlo que sufría de parálisis cerebral e hipoacusia y que murió de “tristeza” luego de que su perra Simona (un ovejero alemán), su único nexo con el mundo, escapara espantada por los fuegos artificiales del último 24 de diciembre.


Parte de esta historia se trató de una brutal mentira. Una falacia pergeñada por un hombre “con serios desórdenes mentales” que, según confirmaron varios allegados a 24CON, lo habría hecho sólo para cobrar los $1000 de recompensa que la verdadera familia de la perra extraviada ofrecía por recuperarla.


Aunque la perniciosa invención no sólo comprometió a la familia de la pequeña, sino que a arrastró a miles de usuarios de Facebook y a los lectores del diario que, shockeados por la noticia, no sólo enviaron sus condolencias y ofrecieron su ayuda para encontrar a Simona sino que además varios de ellos se movilizaron por todo el Conurbano en busca del animal.


La otra cara del relato no es fábula, esta persona sí habría tenido una sobrina con ese nombre y dicha nena habría fallecido por tal enfermedad meses atrás. Pero el "compungido" tío que tanto insistió para recuperar la perra y contar la historia de la niña, ya no atiende ningún teléfono.

 

CARTELES CAMBIADOS:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Tergiversaciones conscientes


El día 28 de enero este medio se hizo eco de la farsa impulsada por un usuario de Facebook que se hacía llamar Diego Armando Ferreyra, quien, acongojado por la salud de la chiquita y entre llantos, denunciaba en forma telefónica que Jimena agonizaba por culpa de “un tipo que había encontrado a Simona” y que no quería devolverla. Supuestamente, el can estaba desaparecido desde noviembre. Imposible no creerle. ¿Quién podría inventar y montar una mentira tan grande y descorazonada?


La verdadera historia de Jimena-Simona dio un tumbo inesperado en los últimos días. Se conoció a principios de esta semana e involucra a una conductora radial, a Ferreyra y a una animalista que descubrió cómo ambos fueron cambiando el discurso hasta que finalmente un llamado dio con la realidad.


“El presunto tío de la chiquita dijo que estaba internada en el Hospital Alemán y, como no me convencía desde un principio, llamé a un conocido mío que trabaja allí y me confirmó que no existía nadie con esa identidad”, relató a 24CON otra usuaria de Facebook autodenominada animalista y apodada Myru Noemí, quien además recibió amenazas de Ferreyra cuando ella intentó desactivar su macabro plan.


 

Al momento en que Noemí tomó conciencia de que “la historia no cerraba”, se propuso investigar hasta el final. Habló en varias oportunidades con el presunto tío de la nena y “se desdijo tanto que no podía no dudar de él”, señaló la mujer.


En una primera instancia, Ferreyra se comunicó con la conductora radial del programa Falsa Moral, Jen De Lacroix. Engañada, cómplice o no, ella se encargó de difundir la historia durante la primera semana de 2011 que luego repercutió en los medios. Ferreyra publicó un aviso con la foto de la perra y su propio número de teléfono, pero este medio descubrió que no se trataba de su mascota sino que pertenecía a otra familia.


Para lograr su objetivo, el hombre montó una serie de mensajes “golpe bajo” con fotos descargadas de internet y otras que pertenecen a la verdadera familia que ofrecía la recompensa; creó un video en YouTube donde se relataba la cruda historia pero lo compaginó con la foto de una nena que estaba parada detrás del animal. Lógicamente, una persona discapacitada con la enfermedad que presuntamente sufría Jimena no podría permanecer erguida. En el último cuadro se ve la instantánea de otra chiquita con problemas motrices, de la que se presume sería la auténtica sobrina de Ferreyra.


Tras la infinita cadena de rezos y condolencias por la pronta aparición del animal y por la mejoría de la chiquita, Ferreyra lanza una noticia que dejó a todos boquiabiertos: “Jimena falleció esta tarde”. Era 27 de enero y automáticamente el hombre, con la congoja que debería cargar, llamó a todos usuarios de Facebook a juntarse esa misma noche para ir a buscar a Simona a la casa del vecino que la había encontrado.


“Nos paseó por todos lados pero nunca encontramos nada, nos decía constantemente que el barrio era peligroso y que no nos moviésemos mucho”, aunaron en mencionar Silvina y Mónica Sacco, dos voluntarias que se sumaron a la causa a través de la red social.


En pos de encubrir su treta, Ferreyra borró el sitio oficial con el que promocionó desde el principio el rastrillaje y la misericordia, se cambió el usuario de Facebook por el de Enzo Otto y comenzó a bombardear con amenazas a Noemí. La periodista lo apañó aduciendo que lo habían “hackeado” y que no quería mostrar “cosas íntimas”. Hasta en un momento se llegó a diseminar la versión de que la mascota había aparecido.


Cuando la animalista se comunicó con De Lacroix para preguntarle al respecto, la comunicadora le dijo que “ella también había comenzado a sospechar de la veracidad de la historia”. Entonces, De Lacroix se vio obligada a publicar todas las conversaciones que mantuvo con Ferreyra por Skype y que, casualmente, había grabado.


En una de ellas, más precisamente en el audio 3, se escucha cómo la periodista agrede a la persona de Noemí y provoca una clara actitud panqueque: “Esta yegua hija de puta me bombardea a mí con que esta historia es mentira”, dice.

 

Lo cierto es que el actual Enzo Otto engañó a todos. Utilizó a Jimena para conmover a la gente y hacerse de un dinero en forma vil y "cobarde", según expresaron los más afectados. Jen De Lacroix se retractó y ofreció todo el material que fue recavando desde que la primera denuncia llegó a sus manos para revelar el misterio.

 

Los que no dan el brazo a torcer son los enojadísimos usuarios de Facebook, al punto de que Mónica, una abuela que se enteró de la existencia del caso Jimena-Simona por internet y se acercó a la redacción del diario para desgarcarse la bronca, dijo: "No puedo creer cómo este hombre jugó con la gente, estoy muy triste".


La familia de Simona


El cruce de la avenida Constitución y Cervantes, en el barrio Parque San Martín de Merlo, resguarda una historia que se cuece en torno a la plaza Pirelli y que poco tiene que ver con Jimena.


El dato que llegó a la redacción fue veraz y facilitó que 24CON se apersonara en el lugar: “En el kiosko de la esquina te van a contar la verdadera historia”, dijo el anónimo.


Marcela atiende el comercio como todos los días. Es la tía de la novia de Nicolás, miembro de la familia que extravió a Simona. Ella posibilitó que todo saliera a la luz.


“Mis viejos saben bien todo –dice el propio Nicolás a este medio- pero es cierto que este tal Diego nos llamó para decirnos que iba a colaborar con nosotros, pero no tiene nada que ver con la familia. Simona todavía no apareció y no tenemos rastro de ella".


Nicolás prefirió resguardar su identidad y la de los suyos aunque aclaró que tiene dos hermanas (una de las cuáles podría ser la nena en perfectas condiciones de salud que aparece en la foto del video) quienes están de vacaciones en Disney junto con sus padres. El 20 de febrero se conocerá el testimonio de ellos, cuando regresen de un largo viaje.

 

04 de febrero de 2011

 

VIDEO DE YOUTUBE: http://www.youtube.com/watch?v=JcCr5wiFyos