Los 300 metros que corrió Matías para escapar se convertirán en una maratón

Apenas habían pasado unos minutos de las 8 de la noche. Matías Berardi logró escapar de su cautiverio y corrió desesperadamente pidiendo ayuda. Los vecinos de Benavidez lo vieron, pero pensaron que era un ladrón. No lo ayudaron. Trescientos metros después de comenzada su carrera, un Chevrolet Corsa volvió a cargarlo. El joven de 16 años apareció muerto el 30 de septiembre, al costado de la ruta 6, a la altura de Campana.

La noticia conmocionó al país. Su familia reclama justicia. Y también utiliza el caso para ayudar. "Matías corrió 300 metros y nos pidió ayuda a todos, pero no lo escuchamos. No hubo respuesta. Ahora su familia, una familia encantadora, quiere convertir el dolor en algo bueno. En algo gratificante", explicó a 24CON Juan Carr, titular de Red Solidaria, que junto a la familia de Matías, organiza la maratón más corta del mundo.

El próximo domingo, desde las 10, se realizará la carrera de 300 metros en homenaje a Matías. Será pura y exclusivamente con fines benéficos.

El evento se llevará a cabo en la intersección de las calles Dardo Rocha y Santa Fe, justo al lado del hipódromo de San Isidro, y habrá que llevar un paquete de leche en polvo y una remera blanca.

María Inés de Berardi, madre del joven, pidió por Radio 10 que la gente asista a la maratón y agregó que "la muerte de Mati sirva para construir algo y que no le pase a los demás".

"Yo creo que todos no pueden cambiar, pero algunos si", sostuvo María Inés.

Los 300 metros de la maratón serán de los más cortos en este tipo de competencias, pero el número se relaciona con las donaciones que tienen previsto efectuar.

En ese sentido, se esperan: 300 dadores de sangre para el hospital de niños Ricardo Gutierrez. En su momento se llamará a las personas anotadas; 300 dadores de médula ósea para el banco de medula ósea del INCUCAI. Los requisitos y las especificaciones del procedimiento se pueden ver en la página www.incucai.gov.ar (registro cph).

También habrá 300 juguetes bélicos que serán transformados en pelotas o libros. Es un doble fin, por un lado enseñar a los niños desde pequeños el daño que producen la "armas de verdad" a la humanidad y por el otro, inculcarles la solidaridad con los que menos tienen.

Además, habrá 300 libros para una biblioteca; 300 cajas de leche en polvo; 300 mochilas con útiles escolares; 300 árboles autóctonos plantados; 300 poetas; 300 ideas de "doná un día de tu vida", con trabajos para la comunidad por parte de Red Solidaria.

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