Francotirador baleó a un oso polar en un zoológico

Hace 20 años que Wrangel juega en las instalaciones del zoológico de Moscú. Llegó al predio cuando era un cachorro, allá por 1991. Es padre de dos pequeños que pudieron haber quedado huérfanos por culpa de un francotirador, que no quería que el oso polar continuara con vida. Al menos eso parece luego de haberlo baleado desde un rascacielos lindero a la reserva.

"Wrangel come bien y no hemos notado cambios en su comportamiento, pero todavía hay peligro de que se infecten las heridas", que tiene en la cabeza, el cuello y el lomo, afirmó Elena Mendoza, portavoz de prensa de la institución. A causa de su edad, el animal soportaría con dificultad una intervención, por lo que los veterinarios han optado por dejar las balas en el cuerpo de del animal.

Lamentablemente sin los proyectiles, la Policía carece de pruebas materiales para abrir una causa, agregó Mendoza. Sin embargo, se cree que quien disparó lo hizo con una arma de pequeño calibre desde un edificio situado frente al zoológico, puesto que los cuidadores mantiene habitualmente al oso fuera de la mirada de los visitantes en un recinto que sólo se puede ver desde ese edificio.

"Quizá el francotirador se sienta orgulloso de su hazaña, pero ¿dónde está la heroicidad en disparar a un animal indefenso desde un lugar seguro?", señala un comunicado del zoológico.

                                                                                         Sábado 13 de Noviembre de 2010

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