"Cuando me cargan por mi tonada, me siento discriminada"
En la recordada publicidad de Doritos que la llevó a la fama, su carta de presentación fue su marcada tonada formoseña, además de su paradisíaca belleza. Pero desde ese entonces la modelo sufrió la descalificación de gente del medio por su manera de hablar. Y ella advierte: “La próxima se van a comer una denuncia en el INADI”.
Si esta nota fuera de un programa de archivo de los que abundan en la televisión, comenzaría con una imagen de Alejandra Maglietti (24) en abril de este año, declarando en estas mismas páginas: “Ahora quiero estar sola. Si conozco a un chico, que sea sin compromiso”. Acto seguido, aparecería el audio de la presente nota, con la hermosa rubia diciendo: “Estoy en pareja hace cuatro meses”. Luego, volvería a aparecer en pantalla la formoseña a comienzo del otoño, confesando con cara de puchero: “Desde que me vine a Buenos Aires hace seis años, mis tres parejas fueron del Interior: Entre Ríos, Formosa y Chaco. ¡No quiero otra relación a distancia!”. Y para rematar, otro extracto de la actual entrevista, con la modelo manifestando: “Por su trabajo, mi novio reparte su año entre Buenos Aires y Madrid… Sí, ¡es otra relación a distancia!”.
El amor es así. No sabe de predicciones ni condiciones. No se razona ni se domina. Es amor. Y cuando aparece, tira por la borda cualquier especulación previa. Alejandra puede dar fe de eso: “Cuando uno menos espera algo, es cuando más aparece. Creo que también tiene que ver con que una se relaja y conoce gente sin esa presión de encontrar al príncipe azul, entonces por ahí aparece alguien y está todo bien”.
El afortunado se llama Sebastián, tiene 34 años, trabaja en una empresa de marketing, y conoció a la chica con la que sueñan miles de hombres… ¡a través de Facebook! “Lo acepté y empezamos a chatear, pegamos onda, pasamos a hablar por Messenger, hasta que después de cuatro meses decidimos conocernos, y nos re enganchamos”, cuenta Alejandra.
–Pero nuevamente estás viviendo una relación a distancia. Y esta vez a miles de kilómetros.
–Sí, sé que es complicado. ¡Mis amigas me dicen que me los busco a propósito! Pero no, se me da así. Encima ahora lo tengo más lejos que nunca. Cuando fui al Mundial de Sudáfrica, a la vuelta hice escala en Madrid para visitarlo unos días. Y ahora le pedí por favor a Leandro Rud, mi representante, que me consiga algún trabajo temporario en España, para poder ir de enero a marzo a estar con él allá. Está la posibilidad de que sea notera de un nuevo programa de televisión que va a conducir Sara Carbonero, la novia periodista de Iker Casillas, el arquero de la Selección española de fútbol. Pero paralelamente también hay posibilidades de que salga algo en Chile o en Perú para el verano. Así que veremos.
–¿Te gustaría incursionar como vedette?
–No, nunca me atrajeron las plumas. En su momento tuve ofertas, pero no me llama la atención. Siempre me divirtió más el modelaje. Sé que por mi cuerpo exuberante a veces se me asocia con las vedettes, pero nunca me sentí tal. Además no me siento una bailarina como para poder lucirme arriba del escenario.
–¿Entonces no aceptarías participar de Bailando por un sueño?
–Sería una hipócrita si te digo que no lo aceptaría, pero sé que se me haría muy difícil llegar lejos porque cada vez es mejor el nivel de baile. Antes iban famosos que no sabían bailar, pero ahora hay muchos profesionales.
–¿Cómo te llevarías con las peleas mediáticas?
–Por supuesto que preferiría evitar las peleas, pero tampoco me dan miedo. En Bendita tengo mis agarres, sobre todo con Edith Hermida, y demostré tener bastante carácter como para afrontarlo.
–¿Qué es lo que más te molesta que digan de vos?
–Me molesta mucho que digan que no sé hablar por el sólo hecho de tener otra tonada. Varias personas del ambiente ya me intentaron agredir con eso, como el otro día María Eugenia Ritó. ¡Es el mismo idioma, querida! Lo que pasa es que muchos piensan que la Argentina termina en la General Paz… La próxima vez se van a comer una denuncia en el INADI, porque cuando me cargan con eso me siento discriminada. Yo estoy orgullosa de ser formoseña y tener esta tonada, mal que les pese a algunos. Creer que me van a descalificar con ese argumento es caer muy bajo.
El amor es así. No sabe de predicciones ni condiciones. No se razona ni se domina. Es amor. Y cuando aparece, tira por la borda cualquier especulación previa. Alejandra puede dar fe de eso: “Cuando uno menos espera algo, es cuando más aparece. Creo que también tiene que ver con que una se relaja y conoce gente sin esa presión de encontrar al príncipe azul, entonces por ahí aparece alguien y está todo bien”.
El afortunado se llama Sebastián, tiene 34 años, trabaja en una empresa de marketing, y conoció a la chica con la que sueñan miles de hombres… ¡a través de Facebook! “Lo acepté y empezamos a chatear, pegamos onda, pasamos a hablar por Messenger, hasta que después de cuatro meses decidimos conocernos, y nos re enganchamos”, cuenta Alejandra.
–Pero nuevamente estás viviendo una relación a distancia. Y esta vez a miles de kilómetros.
–Sí, sé que es complicado. ¡Mis amigas me dicen que me los busco a propósito! Pero no, se me da así. Encima ahora lo tengo más lejos que nunca. Cuando fui al Mundial de Sudáfrica, a la vuelta hice escala en Madrid para visitarlo unos días. Y ahora le pedí por favor a Leandro Rud, mi representante, que me consiga algún trabajo temporario en España, para poder ir de enero a marzo a estar con él allá. Está la posibilidad de que sea notera de un nuevo programa de televisión que va a conducir Sara Carbonero, la novia periodista de Iker Casillas, el arquero de la Selección española de fútbol. Pero paralelamente también hay posibilidades de que salga algo en Chile o en Perú para el verano. Así que veremos.
–¿Te gustaría incursionar como vedette?
–No, nunca me atrajeron las plumas. En su momento tuve ofertas, pero no me llama la atención. Siempre me divirtió más el modelaje. Sé que por mi cuerpo exuberante a veces se me asocia con las vedettes, pero nunca me sentí tal. Además no me siento una bailarina como para poder lucirme arriba del escenario.
–¿Entonces no aceptarías participar de Bailando por un sueño?
–Sería una hipócrita si te digo que no lo aceptaría, pero sé que se me haría muy difícil llegar lejos porque cada vez es mejor el nivel de baile. Antes iban famosos que no sabían bailar, pero ahora hay muchos profesionales.
–¿Cómo te llevarías con las peleas mediáticas?
–Por supuesto que preferiría evitar las peleas, pero tampoco me dan miedo. En Bendita tengo mis agarres, sobre todo con Edith Hermida, y demostré tener bastante carácter como para afrontarlo.
–¿Qué es lo que más te molesta que digan de vos?
–Me molesta mucho que digan que no sé hablar por el sólo hecho de tener otra tonada. Varias personas del ambiente ya me intentaron agredir con eso, como el otro día María Eugenia Ritó. ¡Es el mismo idioma, querida! Lo que pasa es que muchos piensan que la Argentina termina en la General Paz… La próxima vez se van a comer una denuncia en el INADI, porque cuando me cargan con eso me siento discriminada. Yo estoy orgullosa de ser formoseña y tener esta tonada, mal que les pese a algunos. Creer que me van a descalificar con ese argumento es caer muy bajo.