Rosso no sabe cómo eliminar el olor a podrido

Afirman que las zanjas están contaminadas con aguas servidas y residuos industriales. Una funcionaria vive a metros de la contaminación y dice: "No puedo hacer nada".

Después del conflicto por los tanques atmosféricos, que tuvo un final incierto, ahora la intendenta municipal de Luján, Graciela Rosso, debe afrontar un hediondo problema: el olor a podrido que emanan las zanjas del barrio Champagnat y que los vecinos denunciaron que se debe a las aguas servidas y a los residuos industriales.

Así lo reflejó el diario digital El Civismo, donde se mostró la preocupación por la dramática situación que deben sortear los lugareños debido a los altos grados de contaminación que circulan por las aguas de la intersección de Marco Sastre e Inocencio Pérez.

En este sentido, Carlos, un vecino del lugar realizó su descargo: “Este es el auténtico barrio de mierda”, refirió el hombre con respecto de la esquina señalada y agregó: "A la mañana temprano, a eso de las 6, de las zanjas que vienen por la calle Inocencio Pérez corría abundante agua con vapor y un olor como a azufre", según publicó el portal Web.

Asimismo, el hombre relacionó esta situación con descargas provenientes de una empresa instalada a metros del cruce de rutas 7 y 192. Que en una primera instancia no tendría controles con respecto de sus desechos.

El problema de las zanjas repletas de líquidos pestilentes, indica El Civismo, comenzó casi a la par de haberse desatado el conflicto entre la Municipalidad y las empresas de tanques atmosféricos.

Como la situación no cambió, Carlos se aventuró a presentar un reclamo formal ante las autoridades y sólo encontró un “no” como respuesta. “Fui a Bromatología y me dijeron que no podían hacer nada. Es más, en la esquina de Inocencio Pérez, al lado de INCA, vive la funcionaria que me atendió”, finalizó.

 

20 de septiembre de 2010