La nueva Guillermina Valdes: íntima y sexy
Cuando el productor artístico de la empresa que creó y dirige su marido, Sebastián Ortega (34), la convocó para integrarse al elenco de “Botineras” supo que tenía que dejar de lado los prejuicios, animarse a despegar, valorar la oportunidad y poner en práctica todo lo que aprendió durante los tres años que estudió en la escuela de Julio Chávez. En especial, cuenta Guillermina Valdes (33), porque le interesaba transitar una conflictiva historia familiar que se instaló en la tira cuando “Lili”, su personaje, se entera, tras una década de felicidad, que su marido es homosexual.
Reconoce que la decisión que tomó en marzo fue acertada, aunque el ritmo de una tira le impide, como lo hacía hasta ese momento, retirar a sus tres hijos, Dante (9), Paloma (8) y Helena (5) del colegio. Pero lejos de quejarse habló con ellos, les explicó que estaba cumpliendo un sueño de chiquita, y hoy, superados esos cambios, dice que en su hogar se vive un clima de gran estabilidad. “Yo no quería debutar en la productora de mi marido, me costó el sí, pero crucé esa línea finita, y procuré hacerlo lo mejor posible porque si desperdiciaba la oportunidad, la culpa iba a ser sólo mía. Fue un desafío”, cuenta.
Sebastián y Guillermina se conocieron en enero de 1998, durante un verano en Punta del Este. Ella trabajaba para Pancho Dotto y pensó, recuerda, que la relación no iba a trascender. “Es más, lo tomé como un amor de verano, nos vimos una semana, y después uno de los dos regresó a Buenos Aires. Me volvió a llamar, salimos, a los dos meses nos fuimos a vivir juntos, a los cuatro años nació nuestro primer hijo y hace doce que estamos juntos”. El 25 de septiembre de 2009 la pareja pasó por el Registro Civil, y admite que fue lo único que planificó en su vida.
“Ninguno de mis tres nenes fue buscado, vinieron aun cuidándome, lo nuestro con Seba fue siempre muy improvisado, salvo cuando nos casamos Creo que fue lo único organizado”, confiesa
—¿Sebastián la apoyó para que comience a trabajar en televisión?
—Sé que no es lo que más le gusta, pero me apoya, inclusive hemos hablado que hoy trabajo en su productora pero mañana puedo firmar un contrato con otra, y es probable que eso ocurra, porque lo necesito para crecer profesionalmente Es más, todavía no tengo propuestas para después de “Botineras”
Guillermina dice que la historia que le toca protagonizar con Christian Sancho no es ajena a lo que le sucede a otras parejas, piensa que muchos hombres y mujeres se sienten identificados, y analiza el perfil de su personaje “Lili es peleadora y a su vez una mujer que no ha querido ver Negó una realidad y se convirtió en una mujer impenetrable que no fue capaz de escuchar a su marido, porque estuvo pendiente del qué dirán; en lo personal creo que la homosexualidad es una elección de vida, por eso apoyo la ley que acaban de promulgar a favor al matrimonio gay”
Reconoce que la decisión que tomó en marzo fue acertada, aunque el ritmo de una tira le impide, como lo hacía hasta ese momento, retirar a sus tres hijos, Dante (9), Paloma (8) y Helena (5) del colegio. Pero lejos de quejarse habló con ellos, les explicó que estaba cumpliendo un sueño de chiquita, y hoy, superados esos cambios, dice que en su hogar se vive un clima de gran estabilidad. “Yo no quería debutar en la productora de mi marido, me costó el sí, pero crucé esa línea finita, y procuré hacerlo lo mejor posible porque si desperdiciaba la oportunidad, la culpa iba a ser sólo mía. Fue un desafío”, cuenta.
Sebastián y Guillermina se conocieron en enero de 1998, durante un verano en Punta del Este. Ella trabajaba para Pancho Dotto y pensó, recuerda, que la relación no iba a trascender. “Es más, lo tomé como un amor de verano, nos vimos una semana, y después uno de los dos regresó a Buenos Aires. Me volvió a llamar, salimos, a los dos meses nos fuimos a vivir juntos, a los cuatro años nació nuestro primer hijo y hace doce que estamos juntos”. El 25 de septiembre de 2009 la pareja pasó por el Registro Civil, y admite que fue lo único que planificó en su vida.
“Ninguno de mis tres nenes fue buscado, vinieron aun cuidándome, lo nuestro con Seba fue siempre muy improvisado, salvo cuando nos casamos Creo que fue lo único organizado”, confiesa
—¿Sebastián la apoyó para que comience a trabajar en televisión?
—Sé que no es lo que más le gusta, pero me apoya, inclusive hemos hablado que hoy trabajo en su productora pero mañana puedo firmar un contrato con otra, y es probable que eso ocurra, porque lo necesito para crecer profesionalmente Es más, todavía no tengo propuestas para después de “Botineras”
Guillermina dice que la historia que le toca protagonizar con Christian Sancho no es ajena a lo que le sucede a otras parejas, piensa que muchos hombres y mujeres se sienten identificados, y analiza el perfil de su personaje “Lili es peleadora y a su vez una mujer que no ha querido ver Negó una realidad y se convirtió en una mujer impenetrable que no fue capaz de escuchar a su marido, porque estuvo pendiente del qué dirán; en lo personal creo que la homosexualidad es una elección de vida, por eso apoyo la ley que acaban de promulgar a favor al matrimonio gay”