Zona 72: Por qué los Ovnis eligen el Conurbano
El lugar es llamado "Zona 72" y queda cerca del centro. Creen que es una ventana de viajeros en el tiempo
Una reducida franja de un kilómetro de largo por cien metros de ancho situada a pocas cuadras del centro de la ciudad de La Plata, reporta las características propias de una “ventana” que replica desde hace por lo menos cincuenta años misteriosos fenómenos OVNI que, a criterio de ufólogos que investigan sobre la profusa casuística allí detectada, podría llegar a ser la expresión misma de una civilización -quizás porque no la nuestra- que logra viajar, a través del tiempo, desde el futuro en el cual actualmente se encuentra a este presente.
El área, rica en casos que se remontan a principios de la década del 50, es denominada por los investigadores de la Fundación Argentina de Ovnilogía (FAO) como La Zona 72, en honor a la avenida en la cual está ubicada, entre las calles 10 y 20 de la capital provincial, en una extensión lindera a las vías abandonadas del viejo Ferrocarril Provincial.
Luis Burgos, el referente de la FAO, explicó que La Zona 72 se convierte hoy “en una acotada área de investigación similar a la que puede ser el paraje El Espinillo, en Magdalena, o la estancia La Esperanza, en Gobernador Ugarte, que son en definitiva puntos donde el fenómeno tiende a reiterarse en diversas manifestaciones”.
La particularidad observada por Burgos es que así como en esa misma característica encuadran geografías como el cerro Uritorco, en Capilla del Monte, Córdoba; la localidad entrerriana de Victoria, y la de Cachi, en Salta, esta zona ubicada al sudeste de La Plata “concentra episodios muy significativos y relevantes, en un espacio por demás reducido”, tal como apuntó Burgos.
Activo como nunca
Si de algo está convencido Burgos es que por sobre todo en estos últimos tiempos el fenómeno que se registra en la Zona 72 “está activo como nunca” y aunque insistió en no tener elementos a mano para poder develar la incógnita de porqué ahí, aseveró que “el punto de partida” más no sea registral de los acontecimientos “es en la década del 50”.
La serie de casos que Burgos y su equipo de ufólogos han registrado casi de sesenta años a esta parte revela no sólo una abundante cantidad de episodios que hablan de la presencia de “una zona caliente” en materia de fenómenos, sino de una amplia gamas de combinaciones en lo que a manifestaciones extrañas refiere.
Los archivos de FAO atesoran la siguiente información: la medianoche del 19 de diciembre de 1998, Gilberto Mario Sánchez, por entonces de 48 años, y un grupo de operarios trabajaban en la usina de OSBA, situada en el parque Saavedra, es decir en el área de influencia de la Zona 72, cuando vieron surcar el cielo platense un objeto piramidal, color gris, en dirección Este-Oeste.
Area acotada
Entre otras precisiones en torno a como entiende lo que sucede en La Zona 72, Burgos sostuvo que “los fenómenos de recurrencia dan lugar con el paso del tiempo a las denominadas ventanas, que están fuera de las áreas consideradas calientes. Su característica -dijo- es que se dan en cortos lapsos y en espacios geográficos acotados”.
“Sin duda, La Zona 72 es lo más acotada que hay comparable, por ejemplo, con el arroyo El Espinillo en campos de Atalaya, Magdalena, o en la estancia La Esperanza, en Gobernador Ugarte”, enfatizó el investigador que para quien en el país no hay más que seis áreas reducidas donde se registran fenómenos de recurrencia.
El ufólogo consideró un hecho plausible que exista una zona tan diminuta en su extensión para favorecer las investigaciones, “dado que quienes nos dedicamos a profundizar sobre estas cuestiones tenemos el fenómeno delante de nuestras narices”.
El titular de FAO subrayó que en la Zona 72 lo
s hechos que se reiteran se suceden “como si el paso del tiempo nunca hubiera alterado nada” y de allí que Burgos se plantee como interrogante “¿qué hubo en ese sitio o que habrá en el futuro? La incógnita, hoy por hoy, está lejos de ser despejada.
Fuente: Sebastián Aranguren/ Diario Popular
8 de agosto de 2010