El agua de los countries tiene arsénico y nitrato
Estudios privados que encargaron los vecinos revelaron un nivel de arsénico y nitratos mucho más alto del permitido. La empresa proveedora dice que se rige por otras normas.
La empresa Sudamericana de Aguas está en la mira de los vecinos de cinco tradicionales countries de Pilar, que denunciaron la presunta contaminación de la red de agua potable que los abastece, luego de que los informes que encargaron a laboratorios privados develaran que existiría un nivel de nitrato y arsénico superior al permitido por el Código Alimentario.
Según esta normativa, el máximo permitido de arsénico en el agua es de 0,010 miligramos por litro, mientras que, en los casos denunciados, llegan al 0,029 y 0,040. En cuanto a los nitratos, el valor máximo aceptado es de 45 miligramos por litro, y los informes privados detectaron que llegaría a los 60.
A raíz de la gravedad del descubrimiento, un grupo de concejales se puso en alerta y respaldó la denuncia, impulsada por barrios cerrados como La Campiña I y II y Pilar del Lago. Al mismo tiempo, solicitaron a Sudamericana de Aguas, la compañía proveedora, que presente sus informes de control.
Según señaló a 24CON la edil Liliana Alfaya, presidenta de la Comisión de Salud Pública y Medio Ambiente del HCD, “la empresa tiene un sistema de concesión por el cual realiza individualmente con cada barrio un contrato para la provisión de agua”. Dentro de lo establecido por estos contratos, “Bromatología comunal hace controles habitualmente”.
Si bien, “de esos análisis no surgió un aumento del arsénico o los nitratos, eso no quiere decir nada, porque en determinadas ocasiones los resultados pueden ser erróneos”, aclaró Alfaya.
Por eso, la concejal advirtió que se encuentran “muy alertas y preocupados” y, en ese sentido, pidieron “nuevas muestras públicas de agua, que puedan ser analizadas por la UBA o la Universidad de La Plata, para que no haya posibilidad de ninguna interpretación ambigua”.
Además de la supuesta contaminación, los vecinos están indignados por los aumentos que la compañía viene aplicando de manera unilateral desde el año pasado. “Ellos tenían un compromiso por el cual debían informar la forma de aplicación tarifaria ante los aumentos, y no lo hicieron”, explicó Alfaya, y agregó que, a causa de eso, están “investigando el marco legal de las subas en las tarifas, porque deberían haber sido aprobadas por el Concejo”.
El descargo
El presidente de la empresa Sudamericana de Aguas, Silvio Zitelli, mantuvo una reunión con la edil Marcela Campagnoli, de la Coalición Cívica, en la que descartó que el agua que ofrece su compañía no sea apta para el consumo humano.
Sin embargo, la excusa utilizada para justificarse es, claramente, un tecnicismo. Según argumentó Zitelli, su empresa se rige por la Ley Provincial 11.820, que establece los máximos de concentración de elementos en el agua, pero que es más permisiva que la Ley 13.230, la cual está en consonancia con lo que prevé el Código Alimentario Argentino y es la que tomaron los vecinos para realizar las acusaciones.
De esta manera, en Sudamericana de Aguas sostienen que el valor permitido de arsénico que adoptaron es de 0,05 miligramos por litro y no de 0,01, como exige el Código. Además, señalan que tienen plazo hasta 2012 para llegar a los nuevos valores solicitados y aclaran que, de lograrlo, esto encarecería la tarifa del servicio.
Por eso, los denunciantes advirtieron que el tema podría dirimirse en la Justicia, por medio de un recurso de amparo, y que podría intervenir el Defensor del Pueblo de la Nación.
Si bien la presencia del arsénico es natural en el agua, su alta graduación puede producir enfermedades como el hidroarsenicismo crónico regional endémico (HACRE) que se caracteriza por la presencia de numerosas lesiones y tumores en la piel. Su consumo crónico en el agua también puede ser un factor alto de riesgo para el cáncer de vejiga y de pulmón.
El arsénico en agua está asociado con la diabetes y la hipertensión, y es más propenso a afectar organismos vulnerables como el de los niños y las mujeres embarazadas o personas desnutridas.
Por otro lado, el alto contenido de nitratos en agua tiene incidencia sobre los bebés menores a seis meses. Los nitratos pueden ser reducidos a nitritos en el interior del organismo humano, debido a cierto tipo de bacterias que se desarrollan en el estómago, con mayor facilidad en niños que en adultos.
De esta manera, los menores son propensos a tener lo que se conoce como la “enfermedad azul”, que se produce por la imposibilidad de transportar el oxígeno a través de los vasos sanguíneos, por una alteración en la hemoglobina.
Según esta normativa, el máximo permitido de arsénico en el agua es de 0,010 miligramos por litro, mientras que, en los casos denunciados, llegan al 0,029 y 0,040. En cuanto a los nitratos, el valor máximo aceptado es de 45 miligramos por litro, y los informes privados detectaron que llegaría a los 60.
A raíz de la gravedad del descubrimiento, un grupo de concejales se puso en alerta y respaldó la denuncia, impulsada por barrios cerrados como La Campiña I y II y Pilar del Lago. Al mismo tiempo, solicitaron a Sudamericana de Aguas, la compañía proveedora, que presente sus informes de control.
Según señaló a 24CON la edil Liliana Alfaya, presidenta de la Comisión de Salud Pública y Medio Ambiente del HCD, “la empresa tiene un sistema de concesión por el cual realiza individualmente con cada barrio un contrato para la provisión de agua”. Dentro de lo establecido por estos contratos, “Bromatología comunal hace controles habitualmente”.
Si bien, “de esos análisis no surgió un aumento del arsénico o los nitratos, eso no quiere decir nada, porque en determinadas ocasiones los resultados pueden ser erróneos”, aclaró Alfaya.
Por eso, la concejal advirtió que se encuentran “muy alertas y preocupados” y, en ese sentido, pidieron “nuevas muestras públicas de agua, que puedan ser analizadas por la UBA o la Universidad de La Plata, para que no haya posibilidad de ninguna interpretación ambigua”.
Además de la supuesta contaminación, los vecinos están indignados por los aumentos que la compañía viene aplicando de manera unilateral desde el año pasado. “Ellos tenían un compromiso por el cual debían informar la forma de aplicación tarifaria ante los aumentos, y no lo hicieron”, explicó Alfaya, y agregó que, a causa de eso, están “investigando el marco legal de las subas en las tarifas, porque deberían haber sido aprobadas por el Concejo”.
El descargo
El presidente de la empresa Sudamericana de Aguas, Silvio Zitelli, mantuvo una reunión con la edil Marcela Campagnoli, de la Coalición Cívica, en la que descartó que el agua que ofrece su compañía no sea apta para el consumo humano.
Sin embargo, la excusa utilizada para justificarse es, claramente, un tecnicismo. Según argumentó Zitelli, su empresa se rige por la Ley Provincial 11.820, que establece los máximos de concentración de elementos en el agua, pero que es más permisiva que la Ley 13.230, la cual está en consonancia con lo que prevé el Código Alimentario Argentino y es la que tomaron los vecinos para realizar las acusaciones.
De esta manera, en Sudamericana de Aguas sostienen que el valor permitido de arsénico que adoptaron es de 0,05 miligramos por litro y no de 0,01, como exige el Código. Además, señalan que tienen plazo hasta 2012 para llegar a los nuevos valores solicitados y aclaran que, de lograrlo, esto encarecería la tarifa del servicio.
Por eso, los denunciantes advirtieron que el tema podría dirimirse en la Justicia, por medio de un recurso de amparo, y que podría intervenir el Defensor del Pueblo de la Nación.
Peligro latente
Si bien la presencia del arsénico es natural en el agua, su alta graduación puede producir enfermedades como el hidroarsenicismo crónico regional endémico (HACRE) que se caracteriza por la presencia de numerosas lesiones y tumores en la piel. Su consumo crónico en el agua también puede ser un factor alto de riesgo para el cáncer de vejiga y de pulmón.
El arsénico en agua está asociado con la diabetes y la hipertensión, y es más propenso a afectar organismos vulnerables como el de los niños y las mujeres embarazadas o personas desnutridas.
Por otro lado, el alto contenido de nitratos en agua tiene incidencia sobre los bebés menores a seis meses. Los nitratos pueden ser reducidos a nitritos en el interior del organismo humano, debido a cierto tipo de bacterias que se desarrollan en el estómago, con mayor facilidad en niños que en adultos.
De esta manera, los menores son propensos a tener lo que se conoce como la “enfermedad azul”, que se produce por la imposibilidad de transportar el oxígeno a través de los vasos sanguíneos, por una alteración en la hemoglobina.
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