7 Días
Macarena Lemos:"Quiero pasar una noche con Messi"
La modelo habla sobre su relación con el jugador del Barcelona cuando los dos eran adolescentes. “Él fue mi primer noviecito, yo no sabía lo que era un beso”, revela. Se define como una botinera de alma, pero no de las que “cobran”. “Ésas son gatos”, afirma.
Macarena Lemos era una chica de apenas 14 años cuando conoció a Lionel Messi. Ella, modelo de la agencia de Leandro Rud, y él estrella del Barcelona; se llevan menos de cuatro años de diferencia y tienen muchas cosas en común además de amigos y Rosario, la ciudad natal. El tiempo los cruzó demasiado jóvenes, y la misma Macarena se recuerda a sí misma casi como una niña inocente cuando se daban aquellos besos de amigovios.
Antes de viajar a Sudáfrica –él por razones obvias, y ella como hincha– planean un reencuentro en la ciudad de la bandera. Antes de armar las valijas, se confesó con 7 DÍAS. Habló de su amor adolescente y del que espera recuperar cuatro años después.
-Se reconoce como una chica futbolera. ¿Pero sabe algo de fútbol?
-Un poco (risas).
-Entonces mira los partidos para ver a los jugadores…
-Puede ser, mitad y mitad (risas). A ver, un hombre no va a un desfile para ver la ropa, va para ver a las modelos. Bueno, esto es lo mismo.
-¿Sigue la Liga Española?
-Messi es mi ex novio, así que, obviamente, miro los partidos en los que está para ver cómo le va.
-¿Sólo lo ve en los partidos o hay otro tipo de contacto?
-Últimamente estuvimos hablando mucho por chat, hay buena onda. Después de lo que pasó entre nosotros, durante un tiempo no hablamos, porque de hecho, por algo nos separamos, había cosas que no cerraban, yo era muy chica, él se mudó a Barcelona. Yo no entendía nada. Él fue mi primer noviecito, yo no sabía lo que era un beso, así que no me preguntés si pasó otra cosa (risas).
-¿Su primer beso fue con Messi?
-No, en realidad no. ¡Y no pasó de más de un beso con él, eh! Nadie me cree cuando lo digo, pero de verdad no pasó a mayores en ese entonces. No me tocó ni un pelo, me trató como a una lady.
-¿Y ahora se va a hacer rogar también?
-Y…, ahora ya tengo 18 años (risas). La cosa cambia. Yo cambié mucho también, pasaron cuatro años. Primero que ya no soy una nena, y segundo que físicamente tampoco soy la misma, crecí. Nos conocemos hace años, yo lo conocí como Lionel Messi, un jugador de fútbol más, antes del Mundial de 2006 y antes de que fuera lo que es hoy.
-¿Lo nota cambiado después de esa explosión?
-No, es un pibe muy tranquilo. Es joven, obvio, y le gustan las chicas, un pibe normal.
-¿Él no está de novio con una rosarina?
-No, creo que no se vieron más. Yo no la conozco, ni del barrio ni de vista, nada. La verdad es que a mí no me animé a preguntarle, pero traté de sacarle información en la charla y me dio a entender que está solo.
-¿Y le cree?
-¿Algún jugador dice la verdad con respecto a eso? (risas). He conocido a varios futbolistas y todos me han mentido. No sé si él me está diciendo la verdad o no. Es Messi, puede tener a la mujer que quiera, y yo no soy la actual novia como para hacerle ningún planteo.
-Al final es una botinera de alma.
-¡Y a mucha honra! La botinera es la que anda con jugadores de fútbol, no la que cobra, como se dijo en estos días. La que cobra es “gato”. Aparte, las carreras de modelo y de futbolista siempre se juntan, vamos todos a los mismos lugares, boliches. Todo te lleva a conocer a hombres de ese entorno.
-¿Busca estar de novia o está bien así, de soltera?
-Obvio que es lindo estar acompañada, pero si estoy seriamente con alguien tengo que elegir muy bien con quién, porque reconozco que soy celosa, y encima tengo un trabajo que también se presta a que el otro sea celoso, entonces puede ser complicada la combinación. Por eso yo en este momento digo: “aguante el touch and go” y, definitivamente, pasar una noche con Lionel es una cuenta pendiente.
-Ya es momento, después de tantas idas y venidas.
-Y sí, nos conocimos, tuvimos una historia, nos separamos, nos reencontramos ahora. Ya está (risas). Incluso, en 2007 fui a Barcelona sólo para verlo a él.
-¿Teme que él piense que usted in-tenta colgarse de su nombre?
-No. Por un lado creo que él me conoce como para saber que no soy así, pero la realidad es que el miedo y las dudas siempre las tienen. Queda en cada uno respecto de qué pensar.
-Viajando a Barcelona le de-mostró que su interés es real.
-Totalmente, y más pagándome yo el pasaje, porque me lo quisieron costear, pero esa plata es de él, no tiene nada que ver que me pague el pasaje. Para algo trabajo.
Fotos: Ignacio Arnedo
Sweet Victorian
(http://www.sweetvictorian.com.ar/),
Koxis (http://www.koxis.com/) y Basement.
Antes de viajar a Sudáfrica –él por razones obvias, y ella como hincha– planean un reencuentro en la ciudad de la bandera. Antes de armar las valijas, se confesó con 7 DÍAS. Habló de su amor adolescente y del que espera recuperar cuatro años después.
-Se reconoce como una chica futbolera. ¿Pero sabe algo de fútbol?
-Un poco (risas).
-Entonces mira los partidos para ver a los jugadores…
-Puede ser, mitad y mitad (risas). A ver, un hombre no va a un desfile para ver la ropa, va para ver a las modelos. Bueno, esto es lo mismo.
-¿Sigue la Liga Española?
-Messi es mi ex novio, así que, obviamente, miro los partidos en los que está para ver cómo le va.
-¿Sólo lo ve en los partidos o hay otro tipo de contacto?
-Últimamente estuvimos hablando mucho por chat, hay buena onda. Después de lo que pasó entre nosotros, durante un tiempo no hablamos, porque de hecho, por algo nos separamos, había cosas que no cerraban, yo era muy chica, él se mudó a Barcelona. Yo no entendía nada. Él fue mi primer noviecito, yo no sabía lo que era un beso, así que no me preguntés si pasó otra cosa (risas).
-¿Su primer beso fue con Messi?
-No, en realidad no. ¡Y no pasó de más de un beso con él, eh! Nadie me cree cuando lo digo, pero de verdad no pasó a mayores en ese entonces. No me tocó ni un pelo, me trató como a una lady.
-¿Y ahora se va a hacer rogar también?
-Y…, ahora ya tengo 18 años (risas). La cosa cambia. Yo cambié mucho también, pasaron cuatro años. Primero que ya no soy una nena, y segundo que físicamente tampoco soy la misma, crecí. Nos conocemos hace años, yo lo conocí como Lionel Messi, un jugador de fútbol más, antes del Mundial de 2006 y antes de que fuera lo que es hoy.
-¿Lo nota cambiado después de esa explosión?
-No, es un pibe muy tranquilo. Es joven, obvio, y le gustan las chicas, un pibe normal.
-¿Él no está de novio con una rosarina?
-No, creo que no se vieron más. Yo no la conozco, ni del barrio ni de vista, nada. La verdad es que a mí no me animé a preguntarle, pero traté de sacarle información en la charla y me dio a entender que está solo.
-¿Y le cree?
-¿Algún jugador dice la verdad con respecto a eso? (risas). He conocido a varios futbolistas y todos me han mentido. No sé si él me está diciendo la verdad o no. Es Messi, puede tener a la mujer que quiera, y yo no soy la actual novia como para hacerle ningún planteo.
-Al final es una botinera de alma.
-¡Y a mucha honra! La botinera es la que anda con jugadores de fútbol, no la que cobra, como se dijo en estos días. La que cobra es “gato”. Aparte, las carreras de modelo y de futbolista siempre se juntan, vamos todos a los mismos lugares, boliches. Todo te lleva a conocer a hombres de ese entorno.
-¿Busca estar de novia o está bien así, de soltera?
-Obvio que es lindo estar acompañada, pero si estoy seriamente con alguien tengo que elegir muy bien con quién, porque reconozco que soy celosa, y encima tengo un trabajo que también se presta a que el otro sea celoso, entonces puede ser complicada la combinación. Por eso yo en este momento digo: “aguante el touch and go” y, definitivamente, pasar una noche con Lionel es una cuenta pendiente.
-Ya es momento, después de tantas idas y venidas.
-Y sí, nos conocimos, tuvimos una historia, nos separamos, nos reencontramos ahora. Ya está (risas). Incluso, en 2007 fui a Barcelona sólo para verlo a él.
-¿Teme que él piense que usted in-tenta colgarse de su nombre?
-No. Por un lado creo que él me conoce como para saber que no soy así, pero la realidad es que el miedo y las dudas siempre las tienen. Queda en cada uno respecto de qué pensar.
-Viajando a Barcelona le de-mostró que su interés es real.
-Totalmente, y más pagándome yo el pasaje, porque me lo quisieron costear, pero esa plata es de él, no tiene nada que ver que me pague el pasaje. Para algo trabajo.
Fotos: Ignacio Arnedo
Sweet Victorian
(http://www.sweetvictorian.com.ar/),
Koxis (http://www.koxis.com/) y Basement.
Periodista Revista 7 Días