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Un video muestra un exorcismo por dentro
24CON presenció un ritual en Tres de Febrero. Las estremecedoras imágenes donde se ve la "expulsión" de un demonio que se llamó "Alfredo","Sara" o "Pomba Gira".
El sol de la tarde –de las últimas calurosas antes del invierno- invitaba mucho más a dormir la siesta que a realizar cualquier actividad. Sin embargo, los intensos gritos que se escucharon en la Parroquia “El Buen Pastor” de Santos Lugares le pertubaron el sueño a más de uno. Allí, 24CON presenció por dentro cómo se realiza un ritual de exorcismo, que tuvo más de una hora de duración. En la iglesia Carismática Luterana Independiente se saluda con dos besos –porque Judas le dio un solo beso a Jesús y lo traicionó, según explican- y mensualmente llegan varios casos de personas que creen estar bajo el efecto de espíritus. Allí se prepara el Padre Gastón Dedyn, quien fue noticia recientemente luego de su salida de la Iglesia Católica Apostólica Romana por enamorarse de una mujer. Hoy, es párroco del lugar y continúa con los exorcismos.
Apenas recibe a Verónica –una joven de 36 años oriunda de Mercedes- procede a acostar a la joven en el suelo, con ayuda de sus colaboradoras. El profundo olor a incienso perturba a la chica, quien llegó hasta la capilla acompañada por sus padres. No pasa mucho hasta que comienzan los rezos y la limpieza con agua bendita.
El Padre Dedyn no sigue un protocolo específico. Realiza algunos rezos en castellano y latín, aunque jura que el “Padre Nuestro” es la oración más efectiva. Armado con una Cruz se acercó a Verónica, quien de repente rompió el silencio con un alarido. El grito es desgarrador y se escucharía entre gruñidos y forcejeos durante más de una hora, por encima de los cánticos religiosos que sonaban de fondo.
Las colaboradoras del Padre sostuvieron a la joven, que se retorcía con sorprendente fuerza. Por momentos la mujer intentó liberarse con los ojos desorbitados, mientras que en otros pedía disculpas y lloraba. La voz sonaba desesperada, casi ensordecedora, pero respondía las órdenes del Cura.
Entre rezos, Dedyn cuestionaba a Verónica como si ya no hablara con ella. Fuertemente sostenida de pies y manos, afirmó primero llamarse “Alfredo”, luego “Sara” hasta que finalmente manifestó que era “Pomba Gira” (una deidad ligada al rito Umbanda) que adoraba “el sexo y el placer”.
A fuerza de ordenarle “besar la cruz” y con el respaldo de una campana (elemento ligado al sonido celestial) el exorcismo se tornó en una repetición de oraciones a las que la joven respondía con gritos, llantos, tos y una segregación similar a la saliva que escupía de a ratos. De la misma forma que comenzó la lucha, finalizó una hora después. El exorcismo estaba terminado.
“Son espíritus que llegan relacionados a los ritos Umbandas y de religiones afrobrasileñas”, afirmó el Padre Gastón después del ritual. Verónica, mucho más tranquila, se tomó unos minutos para incorporarse y dialogó tranquila, incluso recordó detalles del procedimiento que minutos atrás la había hecho gritar y retorcerse hasta el cansancio.
“Todo comenzó a finales del año pasado, era algo que empezó a decir ‘quiero salir’ ‘quiero salir’ y como un tironeo en el pecho”, explicó Verónica, notablemente más tranquila. “Un día me levanté a desayunar con mi mamá y una voz diabólica y grave salió dentro de mi y le dijo 'vos no sos mi mamá'”, explicó.
La joven agregó que no pierde la conciencia, pero que en ese estado no puede manejar el cuerpo. No sabe cómo empezó todo, sólo que sentía dolores de cabeza y unos pastores de la iglesia Universal una vez le hicieron un procedimiento similar de “liberación”, aunque luego todo empeoró. Ferviente católica, se había acercado por una prima. Y no quiere volver más.
Del otro lado de la capilla la esperaban los padres, quienes la abrazaron apenas salió. Incluso quien escribe esta nota compartió el colectivo de vuelta hasta la estación “Ciudadela”, desde donde tomarían el tren –previa combinación en Moreno- hasta Mercedes. En todo momento se mostraron seguros de que lo que afligía a Verónica era una entidad maligna.
La ciencia más estricta tal vez catalogue estos casos como esquizofrenia, ataques de pánico o delirios místicos. Sin embargo, la religión ofrece otra explicación, mucho más lejos de este mundo. Se puede elegir creer en ellos o no según las convicciones de cada persona, pero los exorcismos existen y se practican en el Conurbano.
Ritual de exorcismo
Testimonio post exorcismo
Apenas recibe a Verónica –una joven de 36 años oriunda de Mercedes- procede a acostar a la joven en el suelo, con ayuda de sus colaboradoras. El profundo olor a incienso perturba a la chica, quien llegó hasta la capilla acompañada por sus padres. No pasa mucho hasta que comienzan los rezos y la limpieza con agua bendita.
El Padre Dedyn no sigue un protocolo específico. Realiza algunos rezos en castellano y latín, aunque jura que el “Padre Nuestro” es la oración más efectiva. Armado con una Cruz se acercó a Verónica, quien de repente rompió el silencio con un alarido. El grito es desgarrador y se escucharía entre gruñidos y forcejeos durante más de una hora, por encima de los cánticos religiosos que sonaban de fondo.
Las colaboradoras del Padre sostuvieron a la joven, que se retorcía con sorprendente fuerza. Por momentos la mujer intentó liberarse con los ojos desorbitados, mientras que en otros pedía disculpas y lloraba. La voz sonaba desesperada, casi ensordecedora, pero respondía las órdenes del Cura.
Entre rezos, Dedyn cuestionaba a Verónica como si ya no hablara con ella. Fuertemente sostenida de pies y manos, afirmó primero llamarse “Alfredo”, luego “Sara” hasta que finalmente manifestó que era “Pomba Gira” (una deidad ligada al rito Umbanda) que adoraba “el sexo y el placer”.
A fuerza de ordenarle “besar la cruz” y con el respaldo de una campana (elemento ligado al sonido celestial) el exorcismo se tornó en una repetición de oraciones a las que la joven respondía con gritos, llantos, tos y una segregación similar a la saliva que escupía de a ratos. De la misma forma que comenzó la lucha, finalizó una hora después. El exorcismo estaba terminado.
“Son espíritus que llegan relacionados a los ritos Umbandas y de religiones afrobrasileñas”, afirmó el Padre Gastón después del ritual. Verónica, mucho más tranquila, se tomó unos minutos para incorporarse y dialogó tranquila, incluso recordó detalles del procedimiento que minutos atrás la había hecho gritar y retorcerse hasta el cansancio.
“Todo comenzó a finales del año pasado, era algo que empezó a decir ‘quiero salir’ ‘quiero salir’ y como un tironeo en el pecho”, explicó Verónica, notablemente más tranquila. “Un día me levanté a desayunar con mi mamá y una voz diabólica y grave salió dentro de mi y le dijo 'vos no sos mi mamá'”, explicó.
La joven agregó que no pierde la conciencia, pero que en ese estado no puede manejar el cuerpo. No sabe cómo empezó todo, sólo que sentía dolores de cabeza y unos pastores de la iglesia Universal una vez le hicieron un procedimiento similar de “liberación”, aunque luego todo empeoró. Ferviente católica, se había acercado por una prima. Y no quiere volver más.
Del otro lado de la capilla la esperaban los padres, quienes la abrazaron apenas salió. Incluso quien escribe esta nota compartió el colectivo de vuelta hasta la estación “Ciudadela”, desde donde tomarían el tren –previa combinación en Moreno- hasta Mercedes. En todo momento se mostraron seguros de que lo que afligía a Verónica era una entidad maligna.
La ciencia más estricta tal vez catalogue estos casos como esquizofrenia, ataques de pánico o delirios místicos. Sin embargo, la religión ofrece otra explicación, mucho más lejos de este mundo. Se puede elegir creer en ellos o no según las convicciones de cada persona, pero los exorcismos existen y se practican en el Conurbano.
Ritual de exorcismo
Testimonio post exorcismo
25 de marzo de 2010
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