La historia de Lucas, un músico criado entre actores
Desde la cuna, el destino de Lucas Antonio Rebolini Manso parecía ser el escenario. Sus padres, Antonio Grimau y Leonor Manso, se conocieron en 1968 mientras trabajaban en una serie de televisión que se llamó "Un cachito de vida", y que permaneció sólo seis meses en la pantalla de Canal 13. El matrimonio duró 12 años y tuvieron a Lucas, que heredó los apellidos de ambos, ya que Grimau es un seudónimo artístico de su padre.
Además, Lucas tenía tres hermanas. Dos de ellas, Luciana (26) – que lo había convertido en tío – y Antonia (13), son producto de otras dos relaciones de Grimau, mientras que la tercera, Paloma – también actriz –, es hija de Manso con el actor Patricio Contreras.
Si bien fue criado tras bambalinas, Lucas eligió otro arte como medio de vida: la música. Desde su adolescencia, se instalaba en las plazas y pasaba la gorra, tras tocar algunos temas con su guitarra que, además de ser su herramienta de trabajo, era su gran compañera.
Aún así, no estaba del todo alejado del teatro y, cada tanto, participaba como asistente de dirección en algunas obras que dirigía su madre. Incluso trabajó con Laura Azcurra en 2002, en una gira que hicieron con la obra "Contracciones".
"Lo recuerdo como alguien muy dulce, hipersensible y bien predispuesto. Se consideraba músico pero disfrutaba del trabajo detrás de escena. Era generoso, tímido, introvertido y muy reservado", contó Azcurra en declaraciones a la prensa.
Con sus 36 años, Lucas era un verdadero fanático del club Huracán, y siempre seguía a su equipo, incluso en los viajes al interior del país. El mismo Grimau lo definió como ciclotímico y un tanto depresivo. Asimismo, explicó que tenía pocos amigos y que era un tanto ermitaño.
Por otro lado, no se llevaba bien con la tecnología, por lo que no usaba teléfono celular ni computadora personal, lo que complicó aún más su búsqueda.
El actor también señaló que Lucas era una persona "muy prudente, hasta para cruzar una calle", que solía hacer deporte y era muy sano, porque salía a correr por Palermo frecuentemente. Sin embargo, hoy el fantasma de la droga sobrevuela su historia y, según se especula, habría jugado un papel importante durante sus últimas horas de vida.
Cómo fue la locura de Lucas antes de su muerte
El portero que dice ser la última persona que lo vio con vida contó su encuentro con el hijo de Grimau. "Estaba demacrado, daba pena", dijo.
¿Cómo se hace para darle nombre a un cadáver NN?
Un especialista detalló a 24CON los pasos a seguir para identificar un cuerpo. Por qué complicó el hecho de que el hijo de Grimau tocara la guitarra.