Mamani: Quieren hacer un refugio de perros en su casa

Se cumple un año de la desaparición de Clemente.

El 15 de marzo, se cumplió un año de la desaparición forzosa de Clemente Mamani, un entrañable vecino de Ituzaingó. El caso, que movilizó a todo un barrio, fue reflejado minuto a minuto por 24CON. Con final fatal, el albañil de 71 años fue hallado asesinado y semi enterrado en un baldío días más tarde.

Mamani llegó a Ituzaingó luego de fugarse a los 8 años de edad de su hogar en Bolivia. Su hermana, Benita Josefa Mamani Condorti, se enteró del horrible destino de Clemente a través de este medio y logró comunicarse con la Cancillería con la intensión de llevar el cadáver a su tierra natal con sus familiares.

Sin embargo, las trabas burocráticas y la tiranía del bolsillo impidieron la misión. Incluso, la mujer trajo consigo un certificado de nacimiento que no coincidía con la del occiso. Asimismo, fuentes dijeron a 24CON que Condorti pretende, de demostrarse el parentesco con un análisis de ADN, vender la casa, cuestión que pone en alerta a los vecinos, quienes desean que el hogar de Mamani se convierta en un albergue de animales callejeros, tema que preocupaba a Clemente.

Finalmente, Benita se volvió a sus pagos sin Clemente, pero con la esperanza de poder demostrar su parentesco. Por su lado, su hermano espera en la morgue judicial para un velorio digno que será llevado a cabo por los vecinos el domingo 21 de marzo, a partir de las 10, en la casa de Mamani, Santos Dumont 1642. Luego, será trasladado al cementerio de Hurlingham donde se auspiciará una misa en su honor (todo esto ocurrirá, excepto que el certificado de defunción -en trámite- no llegue a tiempo).

En tanto, se elevó la causa a juicio oral por homicidio. El principal sospechoso es Armando Olson, de 26 años, quien, una hora después de que Mamani desapareciera, usurpó su casa junto a su novia, Cintia Aballay.

A los 24 años, el joven habría matado a Francisco Rodríguez Ocampo, un anciano de nacionalidad paraguaya que vivía solo en una casa de Moreno y lo habría enterrado en el mismo descampado, ubicado en Camino de Buen Ayre y Martín Fierro, que a Mamani y con similares intenciones (usurpar su vivienda) , sólo que a Ocampo lo envenenaron y lo enterraron vivo.

Olson cumple prisión preventiva, mientras Aballay –perseguida por amenazas de muerte- se refugia en Córdoba con su bebé recién nacido, hijo de Olson. Por su lado, el sindicado cómplice de la pareja, el abuelo de Aballay, Juan “El Negro” Miranda, ni siquiera está implicado en la causa.

 

Miranda utilizó una camioneta municipal -se desempeñaba como chofer en Acción Social de Ituzaingó-para trasportar las pertenencias de Mamani y conoció a Olson a los 3 años.