Del Operativo Lástima a la estrategia del "yo no fui" 

El boxeador pateó la pelota: "El 147 tenía 50 metros para maniobrar". En diálogo con 24CON, el abogado de la conductora destruyó esa hipótesis. "Va a tener que demostrarlo", retrucó

Rodrigo la Hiena Barrios rompió el silencio. A un mes del accidente que protagonizó en Mar del Plata, donde chocó con su camioneta BMW a un Fiat 147 y este a su vez embistió a una joven embarazada que murió por el impacto, el boxeador apareció en televisión y fue directo. "Yo no soy un asesino”, asestó ante las cámaras y retrucó: “Ella tuvo 50 metros para frenar”, en referencia a Guillermina Molina, la conductora del Fiat.

Ahora, la soga tira por el lado de las pericias. El punto clave son los metros que el 147 se arrastró hasta dar el golpe letal a González. Las pericias oficiales indican que fueron 42 metros y el derrape fue producto de la colisión. Sin embargo, al investigar las huellas del caucho que dejó la camioneta de la Hiena, se supo que viajaba a “no menos de 40 KM/H, pero no se sabe a cuántos exactamente” lo que daría de entrada “un arrastre de 12 metros y los otros 30 no fueron por culpa del choque”, dijo a este medio el abogado defensor del boxeador, José Vera.

Lo que se dice en lunfardo, Barrios le pasó la pelota a Molina. Porque de esta manera, intentó borrar su protagonismo en el siniestro y recalcó que no es el culpable directo de la muerte de Yamila González de 20 años, que en el momento de la tragedia acunaba en su vientre un embarazo de seis meses.

“Va a tener que demostrarlo”, retrucó en exclusiva a 24CON el abogado defensor de Guillermina, Julio Ginocchio. Duro, el letrado que también representa a Débora Correa (la cuñada de Guillermina que viajaba ese día en el 147 y se quebró la muñeca) propinó un revés: “El vehículo de mi cliente se deslizó 42 metros por un fuerte golpe que recibió de la BMW y que no concuerda con una baja velocidad, además se comprobó que el auto estaba en punto muerto”.

Pero el asunto está por verse, ya que la causa continúa abierta y podría desencadenar en un juicio oral que tendría lugar en marzo en el Tribunal Oral de ciudad balnearia.

Asimismo, Ginocchio resalta que por el fuerte impacto, los asientos del coche donde viajaba la joven se quebraron y quedaron reclinados hacia atrás: “De esta forma, al estar reclinada sobre el respaldar no pudo ver hacia adelante”, graficó. Para el letrado, otra gran duda con respecto a los dichos de Barrios es que “antes decía que no le iba a alcanzar la vida para pedir perdón y ahora dice que no fue. Es contradictorio”.

Mientras tanto, ambos continúan en la mira. Y ninguno quiere hablar públicamente por los próximos días.
En una esquina: “Guillermina está mejor pero no puede sacarse la muerte de Yamila de la cabeza”, reveló el legista.

En la otra: “No queremos exponerlo más”, selló la conversación el representante del ex campeón mundial.

 

 

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