Qué se dijo de los Pomar

Violencia familiar, crimen narco, perros muertos, huida: las versiones que se filtraron sobre la familia más buscada del país.

Decenas de pistas surgieron en medio de la confusión y la búsqueda desesperada de la familia Pomar. Los testigos se adjudicaron hechos que nunca sucedieron, y algunas suposiciones por momentos cobraron fuerza. Sin embargo, luego de 24 días de búsqueda, se desenvolvió el final de la historia: fue, todo parece indicar al menos, un accidente de tránsito. El matrimonio y sus dos hijas fueron encontrados muertos, al costado de la ruta 31 en la localidad de Gaham, a unos 50 kilómetros de Pergamino, el punto de destino al que se dirigían.

Las primeras noticias sobre el caso se publicaron en los medios entre el miércoles 18 y el jueves 19 del mes pasado, a cuatro días de que el suegro de la familia realizara la denuncia por averiguación de paradero en la comisaría de Pergamino. Desde ese entonces, las hipótesis comenzaron a aflorar y la gente, a través del periodismo, se entrometió de lleno en el seno familiar de los Pomar. Las fotos de Luis Fernando (40), María Gabriela Viagrán (36), Candelaria (6) y Pilar (3) recorrieron cada rincón del país.

Las pistas desmentidas y las falsas especulaciones

-Romina Abete, abogada y amiga de Gabriela, arrojó la primera piedra. “Son un matrimonio común y corriente. Él estaba desocupado, pero no tenía deudas”, advirtió ante las cámaras y abrió una de las suposiciones que sobrevolaría la causa durante los 24 días: Conflicto familiar.

-Para ese entonces existía una sola prueba certera. El día del viaje, pasadas las 20, un mensaje de texto enviado desde el celular de Fernando avisaba a María Cristina Robert, su suegra, que estaban en camino y que llegarían tipo 22. Esa fue su última comunicación en vida.

-Para el 20 de noviembre el hecho se iba aclarando. Se difundieron las fotografías captadas por las cámaras de seguridad del peaje de Villa Espil, a las 20:07, cuando la familia atravesó en su Fiat Duna Weekend rojo, por la ruta 7 en las cercanías de Luján. Se supo luego: Era el camino que siempre hacían. En las imágenes se veía a Luis Fernando haciendo un gesto. Un llamado de atención, una seña de auxilio… o un simple saludo. Todas conjeturas. “No veo a mi hija en la filmación del peaje”, había señalado la madre de Gabriela y la investigación comenzaba a apuntar hacia el marido.
-A los tres días se conoció una nueva imagen, la del peaje de la localidad de El Rodeo tomada a las 19:49, exactamente 18 minutos antes que la fotografía anterior, que comprobaba que los Pomar seguían el trayecto normalmente. Allí se vio las niñas, sobre todo a Pilar, la menor, que estaba parada en la butaca trasera, sin cinturón de seguridad.

-Al mismo tiempo brotaban comentarios en el Sur. Precisamente en Villa Regina, provincia de Río Negro, donde un taxista aseguró haberse cruzado con ellos en una estación de servicio. Según supo 24CON, la pista fue desmentida por el hermano de Gabriela, quien aseguró que los que aparecían en el video registrado por las cámaras del autoservicio, definitivamente no eran sus familiares.  

-Por otra parte, y todo en las mismas horas, la policía desmintió que un perro hallado muerto al costado de la ruta 7 se tratara del caniche Toy de los Pomar. “Era amarillo, cuando el que buscamos es blanco”, dijeron.

-En la primera semana se realizaron alrededor de 100 denuncias al 911. Esta especie de solidaridad social despistaba a los investigadores. La fiscal de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 4 de Pergamino, Carina Pollice, no descartaba nada. Todas las pesquisas eran debidamente analizadas, comprobadas, y desmentidas. Por momentos se advirtió que podrían estar en otras provincias, o fuera del país. Los rastrillajes continuaban estrictamente. Se los buscó por aire y por tierra en la zona de Pergamino, Salto, y Arrecifes, entre otras zonas.

-Los investigadores analizaban cualquier tipo de información que tenga registrada la computadora que habían secuestrado de la vivienda de José Mármol. Habían revuelto la casa, y nada le había parecido llamativo.

-El 22 de noviembre fue un punto de quiebre que desnudó los roces internos en la investigación. El dato de que el celular de Fernando se había activado en la zona de Chivilcoy a 5 días de su desaparición se filtró en los medios. Lo “coló” la policía. La fiscal, salió a desmentirlo de inmediato. “No sé de dónde salió eso”, había dicho a este medio.

-Un testigo denunció que los Pomar habían estado paseando por el centro comercial de la localidad de Ameghino. Fue desmentido a las horas.

-Rebrotó la idea del Sur. Unas 20 personas aseguraron haberlos visto en un camping llamado El Cisne, ubicado a 30 kilómetros de la ciudad de Neuquén. Hasta viajó al lugar Juan Carr, titular de la organización Red Solidaria.

-Después de 15 días, surgió un nuevo dato con el perro. Más mediático que probable. Una protectora de animales de Tres Arroyos aseveró tener el caniche entre sus manos, y lo mostró públicamente. Dijo que una mujer se lo había dejado. Otra pista falsa.

-Citan a declarar a la terapeuta de la pareja. Las suposiciones son tan diversas como extravagantes. “Él no se llevaba bien con Franco -un niño de 13 años producto de un matrimonio anterior de Gabriela-”, decían. “Era técnico químico y podría tener vinculación con la producción de precursores”. Se intentaban atar cabos con un posible crimen narco.

-Para fin de mes, la investigación se inclinaba hacia la hipótesis de conflicto familiar. “Se investigan todas las triangulaciones de la familia”, expresaban. Allanan la casa de José Mármol, ya que dos allegadas a Gabriela declararon ante la fiscal que Fernando la había comprado un arma, que hasta el momento no apareció.

-El 1 de diciembre, Pollice dio una breve conferencia de prensa y no descartó ninguno de sus pensamientos. Si bien hizo hincapié en las relaciones del matrimonio, también aseguró que se investigaba sobre un posible accidente o una huida voluntaria.

-El pasado fin de semana, el 4 de este mes, los vecinos de Morón denunciaron que un vehículo similar, un Fiat Duna, estaba incendiado y abandonado en un descampado. Los peritos lo refutaron, era gris, en vez de rojo, y permanecía allí desde hacía más de un mes.


-El lunes se habían paralizado los rastrillajes. La fiscalía cruzaba toda la información que había recolectado y ya había evaluado dar una recompensa a quien supiera de su paradero.

-El martes 8 sucedió lo peor. Todas las pruebas, conjeturas, hipótesis, suposiciones o como quiera llamarse, se desmoronaban en segundos. Una imagen lo decía todo: El Fiat Duna rojo, del que se dijo haber pasado por remotos lugares de la Patagonia, estaba volcado en unos pastizales, a 20 metros de la ruta 31 en la localidad de Gahan.


Alrededor y dentro del vehículo había 4 cuerpos sin vida y con un avanzado estado de descomposición. Fernando, Gabriela, y las pequeñas, habían tenido un accidente de tránsito. Estaban todos muertos.

 

09 de diciembre de 2009

 


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