Open Door: Se escapan 40 pacientes por mes
24CON destapó la olla: un paciente se escapó pero nadie sabía nada. En su defensa, el Director del nosocomio explicó: "No tenemos camas y los pacientes duermen en los pasillos".
Andrés Avalos lleva casi un mes desaparecido. Se fugó a principios de noviembre del Hospital Interzonal Especializado Neuropsiquiátrico Colonia “Dr. Domingo Cabred”, más conocido como Open Door, por su técnica de puertas abiertas (Ver: Insólito: Falta un paciente del Open Door y nadie se había dado cuenta). Sin embargo, el Director del nosocomio, el doctor Julio Dunogén, explicó a 24CON que, en promedio, se escapan del Cabred 40 internos por mes.
“La mayoría reingresa al hospital: En el mismo día o a los pocos días son encontrados por la policía o por los enfermeros. Salen al pueblo o se pierden por los campos que rodean a los pabellones. Tenemos alrededor de 640 hectáreas, algunas de bosque, y se pierden”, explicó el director.
El problema con Avalos surgió de los protocolos instaurados en el hospital para responder a una fuga. “Este hospital es abierto, de ahí el nombre Open Door (puertas abiertas, en inglés). No podemos atender pacientes minusválidos, como era el caso de Avalos, pero con orden judicial son internados igual. Cuando se declara la desaparición de un paciente, estadísticas busca automáticamente la historia clínica y se le da aviso a la familia, al juzgado y al destacamento de Open Door. Pero Avalos había sido internado dos veces: La primera por la familia, la segunda por su pareja”, aclaró el galeno. De esta manera, se pasó por alto a la pareja, quien fue a buscarlo tres días después de la desaparición y no lo encontró.
El Open Door cumplió 100 años de historia el año pasado, y aún con todos sus problemas sigue dando resguardo a los pacientes psiquiátricos. “El lugar tiene capacidad para cierto tipo de pacientes, no aceptamos pacientes con problemas neurológicos, porque no tenemos el personal para su cuidado. No nos especializamos en esos pacientes que necesitan un cuidado personalizado. Hoy tenemos 1042 internos. Los juzgados saben que damos cuidados terapéuticos y no custodiales. No queremos un lugar para esconder personas, sino que salgan adelante, que se vayan de alta”, explicó Dunogén. Sin embargo, sigue sufriendo muchas falencias y todavía no escapa de sus oscuros antecedentes.
“Hace unos años, en todos lados salió la noticia del paciente que murió cuando fue atacado por los perros. Fue verdad, pero ahora no pasa más, ya no tenemos perros sueltos. No hay jaurías, porque cargamos los perros a un camión y los trasladamos más lejos. No podemos hacer nada con esos animales, pero así los mantenemos alejados de los pacientes. (...) Estamos al tope de camas, estamos full, full. La capacidad es de 1050 internos y estamos casi en ese número, pero todos los días llegan más pacientes, porque los juzgados los mandan. Hay noches en las que ponemos colchones en los pisos para que los internos puedan dormir, porque no tenemos camas para darles. Los pacientes no tienen dónde ir y no podemos dejar de atenderlos: creemos que es mejor que duerman acá en al colonia y no en el piso de una cárcel. Cualquier día, si pasa por el pabellón de admisión, tenemos 8 o 9 ambulancias con pacientes adentro, esperando para la internación”, informó el director, quién es cirujano general, con una especialización en administración de hospitales públicos.
Históricamente la mayoría de los pacientes que atendía el hospital Cabred eran alcohólicos y enfermos con patologías directamente relacionadas con el consumo abusivo del alcohol. Hoy, también son las intoxicaciones quienes llevan la punta. Cocaína, heroína y otras drogas ilegales son los principales motivos de las enfermedades. Los inconvenientes que sufre el Cabred no son ajenos al resto de los hospitales. “Hacemos lo que podemos con el presupuesto que tenemos. Desde el ministerio nos proveen todos los medicamentos y materiales… hacemos todo lo que podemos” finalizó el médico.
Hasta el momento, no hubo ninguna información sobre Andrés Avalos. Este sábado se cumple un mes desde que dejó el hospital y, si bien el Director del Open Door asegura que se continúa con su búsqueda, ni el personal policial ni los empleados del psiquiátrico pudieron dar con alguna pista que ayude para dar con su paradero.