Metacrilato, la sustancia que habría matado a Solange

Tras la muerte de la modelo Solange Magnano las miradas y acusaciones recaen en los tratamientos de belleza y en el valor que se le da a la estética en el mundo del modelaje. Solange se había sometido a un procedimiento para redondear su cola utilizando polimetilmetacrilato (PMMA) y quien se lo aplicó fue la médica Mónica Portnoy en su clínica de Capital Federal.

La especialista en cirugía estética y tratamientos de belleza, ante los llamados telefónicos de los medios prefirió no dar declaraciones pero dejó un mensaje en su contestador a modo de respuesta. En este mensaje afirma que hasta el momento se han dado solo 13 casos fatales en al utilización del PMMA, y que ella lo utiliza desde hace mas de 20 años. Además afirmó que lo sucedido con la modelo fue una "terrible tragedia". Mientras, alertó a sus pacientes de que “no corren ningún peligro”.

La médica explicó en el contestador que “el producto esta aprobado, hubo solo 13 casos en el mundo y hace 20 años que se usa el mismo producto. Yo ya me voy a comunicar con ustedes, por favor tranquilidad. Están todos fuera de peligro. No hay peligro y esto fue en el momento de la aplicación. Lo lamento y estoy sumamente dolorida”.

Por su parte, el jefe de cirugía plástica del Hospital de Clínicas de Buenos Aires, Oscar Zimman, le explicó a agencia Télam que este tipo de tratamiento "está autorizado por la ANMAT y se utiliza habitualmente".

Además para evitar todo tipo de comunicación, Portnoy suspendió momentáneamente su página web (www.draportnoy.com.ar), en donde se publicitaban los métodos y procedimientos que aplicaba además de promocionar productos de belleza. En su web explicaba que la Bioplastia es el implante de biomateriales que son compatibles con el cuerpo humano, para aumentar el volumen de determinadas áreas del rostro y del cuerpo.

También, videos promocionales que hasta ayer se los podía ver en el sitio Youtube, hoy están deshabilitados por el usuario.

La modelo Solange Magnano falleció el domingo en el Sanatorio Itoiz de Avellaneda a causa de una "embolia de pulmón que le generó un paro cardíaco", según reconoció su director a 24CON, Gonzálo Cortés y Tristan. Su internación fue el resultado de una intervención quirúrgica “para levantarse la cola”.
Una operación a la que se exponen cientos de chicas para verse más lindas y que incluye un combo mortal: químicos de alto calibre y posibles trastornos psicológicos.

Los especialistas están confundidos. Si bien las inyecciones del químico que utilizaron para moldear los glúteos de Magnano (polimetilmetacrilato PMMA), son posibles desencadenantes del fatal resultado, "aún no puede determinarse si esto fue así porque son casos poco frecuentes", aclaró Cortés y Tristán.  Desde la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica no pudieron decir a este medio si se trata de una sustancia legal por desconocerse la marca que se utilizó en la intervención.

Sonaba muy simple y resultó muy complejo

Solange Magnano viajó de Córdoba a Buenos Aires el jueves pasado para reafirmar su cola y tener una figura “nueva” y más esbelta. Así de fácil sonaba. Aunque tal asunto encerraba un entretelón poco afable: pinchazos con agujas gruesas, dolor intenso, anestesia, posibles cortes de bisturí y lo peor: el uso del PMMA que “es una sustancia muy poco comercializada en el país y que supone una inyección de grandes cantidades que podría pasar directamente al torrente sanguíneo (se insertan como meteoritos) y que podrían impactar en alguna vena pulmonar”, reconoció el cirujano plástico y director de la clínica homónima, Félix Fernández Dieguez a 24CON.

Solange Magnano podría estar al tanto o no de esto. De todas formas, “es algo tan azaroso que, en ciertos casos, no tiene nada que ver con los profesionales y con la mala praxis, sino con cómo el cuerpo mismo reciba el químico”, aclaró el cirujano. El mismo jueves por la tarde, "la chica comenzó con insuficiencia respiratoria y el viernes 27 ya presentaba un cuadro de insuficiencia aguda que la descompensó hemodinámicamente y lo que le generó un paro cardíaco el día domingo", reconoció el director del Sanatorio Itoiz.

El metacrilato “es un material que tiene una base de ácido hialurónico y unas bolitas de acrilato con las que se moldean los glúteos y que también sirve para la cara”, explicó por su parte Fernández Dieguez. El sintético –explica el médico- se aplica en sesiones de 200cc y pueden ser hasta tres aplicaciones. Viene en bidón y con una bomba inyectora. Hasta hace poco se la usaba casi exclusivamente en pequeñas cantidades y para corregir, por ejemplo, defectos faciales. 
 
“Por ejemplo, 500cc es mucho para una cola chica y poco para una cola grande”, enunció el especialista y aclaró que “por eso mismo, las medidas que piden los artistas no son las que pide la gente normal”. Las formas más geométricas, en conclusión, se terminan a mano.

La modelo no tuvo opción. Mientras le aplicaban el metacrilato la cirugía se complicó y tuvieron que derivarla al Hospital Fernández con un grave cuadro de tromboembolismo pulmonar. El viernes, por orden de su obra social, terminó en el Sanatorio Itoiz de Avellaneda donde no pudo sostener su comprometida respiración y donde, finalmente el domingo a las 12:45, murió.

“Tenía 38 años y era realmente hermosa, no necesitaba nada; por una locura, necesidad o inmadurez necesitó levantarse la cola o no tener celulitis, y lamentablemente terminó de esta manera", se preguntaba en 24CON el modisto y dueño de la agencia de modelos para la cual trabajaba la mujer, Roberto Piazza.

Fuentes sanitarias indicaron que todavía no “está claro si la trombosis fue producto del químico o si fue producto de la anestesia” que le habrían aplicado a la joven antes de la intervención.

Cuando el espejo te ve fea

Si bien hoy se aplican también los hombres, las mujeres suelen resaltar por sus pulposas curvas y sus resonantes bocas hechas “a medida”. La cultura del bisturí se convirtió en una constante, pero ¿por qué se operan las mujeres cuando son popularmente reconocidas como físicamente hermosas?

“Puede ser el resultado de una cuestión estética en sí misma”, dijo Fernández Dieguez y agregó que “también puede tratarse de baja autoestima y de complejos de inferioridad”.

En 1996, la vedette Raquel Mancini entró al quirófano para “retocarse”. Salió airosa de la operación, pero a las pocas horas volvió a la clínica para inyectarse calmantes debido a sus persistentes dolores. “La mezcla entre los calmantes y la anestesia –dijo en ese entonces el conductor del programa Indiscreciones, Lucho Avilés- dieron como resultado un shock tremendo que la dejó en coma”.

“A veces son necesarias, y a veces no”, expuso el cirujano plástico sobre las operaciones estéticas. “El espejo no les refleja la realidad a algunas personas y por ende tienen una imagen distorsionada de sí mismos”, finalizó.