Inhalan "poxi", se les pega la bolsa a la boca y mueren

Después del primer “flash” la droga deprime el sistema nervioso central y, si se tiene la bolsa pegada en las fosas nasales y en la boca, ocasiona la muerte por asfixia. También desarrolla arritmias cardíacas.


Desde julio último rige una ordenanza municipal que establece prohibiciones para la comercialización y distribución de ciertos pegamentos en el partido de La Plata. La norma refiere a los adhesivos que en su fórmula química contengan tolueno, xileno o sus derivados, como así también cualquier otra sustancia que a criterio del ente de aplicación se considere tóxica o creadora de drogadependencia.

La medida en cuestión prohíbe la venta de esos productos en kioscos, polirrubros, supermercados, almacenes, minimercados, autoservicios y despensas; al tiempo que sólo la permite en pinturerías, ferreterías y corralones, comercios que “deberán llevar un registro a través de boletas archivadas”. Pero, como tantas otras, “la ordenanza no se cumple” y su autora, Susana Sánchez, aseguró a Hoy que ella lo ha comprobado. “He ido a supermercados y kioscos, y pude ver que se siguen comercializando”.

Por esa razón, la concejal de la Coalición Cívica solicitó al Departamento Ejecutivo un pedido de informes sobre el listado de negocios autorizados para vender esos productos, y las razones por las cuales no se cumple la normativa. “Es una ordenanza que debería estar aplicándose, pero no es así. Yo creo que estos temas deberían tener un tratamiento integral, de lo contrario jamás tendrán solución”, dijo la edil.

La medida nació para evitar que los llamados chicos de la calle tengan acceso a esos productos que utilizan para drogarse, pero su aplicación efectiva sigue siendo una asignatura pendiente.

Consultada por Hoy, la titular del servicio de Toxicología que funciona en el Hospital de Niños Sor María Ludovica de La Plata, Ana María Girardelli, explicó que las adicciones al pegamento “son comunes, aunque no resultan las más frecuentes, ya que no superan al abuso de alcohol. Tenemos casos que provienen de la Provincia, del Conurbano y de La Plata, pero es más habitual en las ciudades que en el interior”.

Precisó que el 4% de las consultas son por abuso de esas sustancias, mientras que aquellas relativas al consumo de alcohol trepan al 50%. Según indicó, el abuso de esas sustancias suele presentarse en las clases carenciadas y en edades que van de los 7 a 10 años. “Aunque ello no quiere decir que no se dé en otras clases. En las más acomodadas, la inhalación de pegamento se da por una cuestión de color, de experiencia aislada; ellos tienen acceso a otras sustancias, y no usan el pegamento, ya que produce irritabilidad nasal y deja un sabor desagradable en la boca”, dijo.

El láudano y otras sustancias tóxicas están presentes no sólo en los pegamentos, sino también en aquellos otros productos de uso cotidiano como los solventes, lacas, diluyentes para pintura, naftas y gasoil. “Por esa razón creo que prohibir este producto no sería algo eficaz, porque se usa en infinidad de circunstancias cotidianas. El consumo de estas sustancias se da en las clases de menores recursos, porque son fáciles y accesibles de conseguir”, explicó.

De acuerdo a la especialista, los efectos de la droga comienzan a sentirse a los pocos instantes de iniciarse el consumo, debido a que la inhalación favorece la llegada rápida a la sangre y al cerebro. “En el sistema nervioso central, en una primera etapa, produce desinhibición, euforia, lo que lo chicos llaman flashear, que es la sensación que ellos buscan”, precisó.

En una segunda etapa, se genera la depresión del sistema nervioso central, “el verdadero efecto de esta sustancia”, afirmó, e indicó que, como consecuencia, “se produce una incorrelación motora y somnolencia. Los niveles de depresión pueden llegar al coma. Como produce sueño, si se tiene la bolsa pegada en las fosas nasales y en la boca, ocasiona la muerte por asfixia. También produce alteraciones en el miocardio, que desarrolla arritmias cardíacas”.

Sobre los decesos por la dependencia a esta droga, Girardelli manifestó que “no hemos tenido casos de muerte en este servicio, porque a los chicos fallecidos por asfixia se los encuentra en la calle, en posición de inhalar”.

Respecto del tratamiento a esa adicción, sostuvo que si bien no se han registrado síntomas de abstinencia física, sí se registran alteraciones de conducta, como agresividad y comportamientos bizarros. “Ello dificulta la asistencia. El uso crónico de esas sustancias ocasiona pérdida de memoria y por lo tanto dificultad en el aprendizaje. Por eso, en el aspecto social, esa droga destruye la capacidad de aprendizaje, es un problema a futuro: tendremos un grupo de gente discriminada en su desarrollo social y personal”, concluyó.

Otra asignatura pendiente

La concejal platense Susana Sánchez recordó que “en nuestra ciudad también está pendiente la construcción de un albergue que les dé contención” a los chicos de la calle.

Cabe recordar que, en noviembre del año pasado, el juez Luis Arias les ordenó a los gobiernos bonaerense y municipal que instrumentaran un servicio hospitalario especial, para menores en riesgo. El servicio debería contar con psicólogos, médicos especialistas en clínica, pediatría, toxicología y psiquiatras. El magistrado ordenó, además, que tuviera al menos dos plazas para internación en crisis y fijó 20 días para la puesta en funcionamiento.

“El albergue solucionaría la situación de los chicos en la calle, pero no se puso en funcionamiento”, dijo Sánchez y agregó: “Eso demuestra que no hay una política de Estado para tratar este tema ni el de las adicciones. Es una decisión política, si hubiera tenido voluntad, el Municipio hubiera hecho que se cumpliera la ordenanza que prohíbe la venta de pegamentos en determinados locales”.

Diario Hoy