Uno de los Salazar baleó a su propia madre

Un nuevo capítulo en la pelea de los hermanos por la barra de Deportivo Merlo.

Era un mediodía caluroso. Deportivo Merlo jugaba por la tarde ante San Martín de Tucumán. Ellos no podían ir a la cancha por el derecho de admisión que pesa sobre sus espaldas. Pero el ritual es el mismo, aunque sea para ver el partido por TV o escucharlo por la radio. Ahí estaba, en el Parque San Martín, la banda comandada por Dante Salazar en aparente tranquilidad. De repente, la batalla. El grupo disidente de la barra brava del equipo se apersonó en el lugar con el objetivo claro de acabar con el jefe opositor. “Lo buscaban a Dante”, le confiaron a 24CON y agregaron: “La banda de Caio atacó a la otra. Golpearon a unos cuantos. Se golpeaban entre todos”. Fue una batalla campal, que terminó con heridos, un auto destrozado y sin detenidos.


Caio es hermano de Dante Salazar y encabeza la banda del barrio Matera, expulsada de la tribuna “porque andaban drogados y robaban”, según le dijo a este medio el mismo Dante. “Los de Matera se aliaron con mis hermanos para sacarme a mi”, agrega, y prefiere evitar dar los detalles de por qué se peleó a muerte con tres de sus hermanos.

Se sabe. Las barras bravas en Argentina se manejan con códigos mafiosos. En Deportivo Merlo, familia mediante, la máxima se potencia. El grupo de Dante (autodenominado el de Parque San Martín) fue por la venganza. La misma noche del viernes descargaron una ráfaga de tiros contra la casa de Caio. La única herida fue su madre, quien recibió dos disparos. Sí, la madre Salazar terminó en el hospital por un ajuste de cuentas entre sus dos hijos. “Recibió dos impactos de bala. Está internada y se encuentra estable”, le dijeron a este medio. Según confiaron fuentes policiales, María Inés Díaz fue herida en el abdomen y el brazo.


"No vamos a ceder el lugar. No se lo vamos a ceder a nadie. Y vamos a llegar hasta donde sea necesario para mantenerlo. No importa que sean mis hermanos, mi familia es Merlo y la gente de la barra. Mato y muero por ellos", había dicho Salazar a 24CON. Según los hechos, sus amenazas no son sólo palabras.

“Es un tema familiar, que seguramente va a repercutir en el club. Justo que el COPROSEDE iba a habilitar el estadio”, dicen allegados a la institución. Desde el Comité Provincial de Seguridad Deportiva, en cambio, no piensan igual. "Es algo fuera del espectáculo deportivo”, dijo a este medio Rubén Pérez, titular del COPROSEDE.

La feroz interna por la barra de Merlo no descansa. Sin poder ir a la cancha, las dos fracciones eligen la calle para medir sus fuerzas. En la guerra entre hermanos, es -hasta ahora- la única víctima.

 

 

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