Narcotráfico: El negocio que crece entre cocineros y mulas que vuelan
El negocio de la droga es cada vez más rentable y siniestro. Por qué es tan difícil combatir el narcotráfico en la Argentina.
La droga avanza. Avanza porque es un negocio interminable. Porque nadie la frena. Nadie puede frenarla.
Hace días fue descubierto un ex jefe de Gendarmería, un comandante del área de Inteligencia, traficando cocaína. Nos enteramos cuando estuvimos en Salta. Clarín publicó recién la semana pasada que “lo atraparon cuando acababa de recoger 291 kilos de cocaína que una avioneta boliviana había arrojado desde el aire. Luego, un anónimo reveló que en su camioneta había otros 496 kilos. Y la investigación posterior demostró que es el dueño de una empresa que supuestamente enviaba madera y otros materiales a Europa, de la cual se sospecha que era usada para exportar la droga. Por todo esto, la Justicia Federal de Salta lo procesó. Se cree que se trata de un auténtico zar del narcotráfico. La causa en la que quedó involucrado el ex comandante Jorge Martín Dubiel es conocida como Lluvia de droga".
La lluvia no es casual. Es parte de un proceso que, como me confesó una alta fuente de Gendarmería, tiene tres fases.
Primero confundir la lucha para no saber quién es quién.
Poco se difundió la semana pasada el Decreto 1359/09 publicado en el Boletín Oficial que puede significar el fin de la Sedronar. El sitio La Política Online divulgó: “El jefe de gabinete, Aníbal Fernández, buscaba eliminar el organismo (Sedronar) que lucha contra las drogas por una vieja enemistad con su titular, el “pingüino” José Granero. La semana pasada salió un decreto que crea una comisión paralela que reemplazaría a la Secretaría de Estado creada en 1991. En el Boletín Oficial del 30 de septiembre aparece el Decreto por el que se crea la Comisión Nacional Coordinadora de Políticas Públicas en Materia de Prevención y Control del Tráfico Ilícito de Estupefacientes, la Delincuencia Organizada Transnacional y la Corrupción. Se trata de una estructura burocrática que no sólo tiene un nombre más difícil que la Sedronar, sino que reemplazaría sus funciones”. En la Sedronar funciona un organismo destinado a la lucha contra el narcotráfico que sería desarticulado. Por razones políticas (es sabido el conflicto que existe entre la Gendarmería y la Policía Federal por el tema jurisdicción y droga) aún no se sabe que pasará con la Sedronar y esta nueva secretaría con nombre largo, difícil de recordar. Confuso.
Segundo penetrar las fuerzas que luchan contra el narcotráfico.
No es la primera vez que en los últimos tiempos un Gendarme es descubierto, paradójicamente, traficando droga. Pero este último caso da cuenta de una suerte de Narco Gendarme, un zar con inteligencia.
“Todo se inició por intervención de la DEA (agencia antidrogas estadounidense) y la investigación la lleva adelante el juez federal Julio Leonardo Bavio. El comandante Dubiel trabajó hasta el 2000 en esa Fuerza, donde se desempeñaba en el área de Inteligencia. Esto le permitía tener un amplio conocimiento de los movimientos de sus pares y de los narcotraficantes bolivianos. "Se sospechaba que andaba en algo raro y esto era un secreto a voces entre los camaradas. Por esta situación, solicitó un retiro forzado".
Y el funcionario otrora encargado de hacer inteligencia para custodiar la frontera cambió de bando. Fue penetrado e infiltrado por los narcos.
Tercera es el control. La tercera etapa es cuando los narcos ya controlan parte de las fuerzas que deberían combatirlo.
Es el Narco Estado. Es lo que pasa en México con el cartel de Sinaloa, tan presente en el PRI, el partido que gobernó México durante 71 años (un record mundial). Cárteles, ajustes de cuentas y record de policías y periodistas asesinados. Los narcos tienen sus propios santos, su cultura, su música. Los temas de los Narcocorridos son de los más difundidos en México. Hablan de sus negocios, de sus muertos. Especialmente en el norte mexicano, en la larga frontera con los Estados Unidos, existe un mundo paralelo que va desde las farmacias hasta iglesias apegadas a los narcos. La novela de Don Winslow, El Poder del Perro, relata de manera magistral las historias entremezcladas de intereses, organismos oficiales y mafias por el control de la droga. Aunque la realidad es bastante más terrible. Entre las Cosas Nuestras crece el armamento y las armas químicas. Muchos de los precursores son exportados desde aquí y no figura en la balanza comercial. Parte del reinado de la efedrina ya está esparcida por nuestras pampas. E incluso se controlan desde la cárcel.
Cuarto es el Estado paralelo. También conocido como colombianización.
Es la violencia, los secuestros y el mundo sicario. Las FARC. Territorio sin estado. Caos. La intervención del Gran Hermano del Norte.
Nadie habla demasiado del trabajo de la DEA en la Argentina (tiene su agencia más importante en Salta). Fue determinante, junto a Gendarmería, para detectar al ex comandante de Inteligencia narco. “La DEA pronto se enteró de sus nuevas actividades. Y se inició una investigación en Salta. A partir de las sospechas de la DEA sobre sus supuestas actividades de exportación a Europa, a Dubiel se le realizaron varios allanamientos en San Juan, de donde es oriundo. Así se descubrió que tiene una empresa constructora de cabañas en países europeos. De acuerdo con las facturas halladas, habría hecho varios envíos de maderas en contenedores que salieron por barco desde Corrientes y Santa Fe. La sospecha es que Dubiel habría usado a la empresa constructora como pantalla para enviar la droga por barco a Europa, disimulada entre las maderas. Entre los papeles secuestrados, se halló un documento que indicaba que en Corrientes había "tres contenedores" a nombre de Dubiel, que estaban listos para ser embarcados hacia Europa. Se sospecha que la cocaína secuestrada iba a terminar allí dentro”.
En nuestra recorrida con GPS por la frontera más caliente de nuestro país, encontramos y contamos (en varias notas aquí) las historias de las mulas y de todo tipo de transporte terrestre para la droga. No obstante, el verdadero narcotráfico viene volando. La semana pasada “el juez federal Leonardo Bavio, decidió pedirle a la Cámara Federal de Salta que "la frontera norte cuente con radares" para interceptar los vuelos clandestinos que llegan a la Argentina desde Bolivia. Su pedido fue trasladado a la Corte Suprema de la Nación, que lo elevó al Poder Ejecutivo”. Pedido. Y van…
Si Jujuy y Tucumán se especializan en transporte terrestre, Salta y Santiago del Estero son las reinas de las pistas clandestinas. Avionetas, jets, y vuelos de bajo porte funcionan como taxis aéreos a unos 10 mil dólares por viaje. Con hojas de ruta que indican otras rutas que las que usarán para transportar la droga. Vienen de Colombia, Brasil y Bolivia y aterrizan en medio del monte santiagueño. Como gaviotas sobre el mar.
Bajan en rutas desérticas. Nadie ve ni oye nada. Luego llegan en camioneta a Buenos Aires, kilos y kilos de pasta base y cocaína para ser despachada a Europa. “Cada vez secuestramos más pasta base y menos cocaína”, reconoció el comandante mayor Julio César Leguizamón de la Agrupación VII de Gendarmería de Salta.
La pasta base, cuyo derivado es el paco, es más fácil de transportar y tiene un gran mercado en el conurbano bonaerense.
De la hoja de coca a la pasta hay menos pasos de industrialización que a la cocaína. Luego la rentabilidad queda en manos de cada cocinero a la orden. Los costos bajan porque los precursores (acetona, éter, etc.) para el paco, cuestan menos que el ácido clorhídrico y otros químicos que se necesitan para hacer polvo blanco.
Otra opción en terminar el proceso en Buenos Aires, en donde ya se consiguen químicos y cocineros para estirar la base en cocinas fantasmas del conurbano. “Una nueva modalidad del narcotráfico es contratar cocineros de afuera”, se reconoce desde un laboratorio oficial de Salta. Cocaína gourmet que preparan bolivianos, peruanos y mexicanos que vienen con una especialización poco habitual en estos lugares. Son cocineros que no salen en la tele.
Hace días fue descubierto un ex jefe de Gendarmería, un comandante del área de Inteligencia, traficando cocaína. Nos enteramos cuando estuvimos en Salta. Clarín publicó recién la semana pasada que “lo atraparon cuando acababa de recoger 291 kilos de cocaína que una avioneta boliviana había arrojado desde el aire. Luego, un anónimo reveló que en su camioneta había otros 496 kilos. Y la investigación posterior demostró que es el dueño de una empresa que supuestamente enviaba madera y otros materiales a Europa, de la cual se sospecha que era usada para exportar la droga. Por todo esto, la Justicia Federal de Salta lo procesó. Se cree que se trata de un auténtico zar del narcotráfico. La causa en la que quedó involucrado el ex comandante Jorge Martín Dubiel es conocida como Lluvia de droga".
La lluvia no es casual. Es parte de un proceso que, como me confesó una alta fuente de Gendarmería, tiene tres fases.
Primero confundir la lucha para no saber quién es quién.
Poco se difundió la semana pasada el Decreto 1359/09 publicado en el Boletín Oficial que puede significar el fin de la Sedronar. El sitio La Política Online divulgó: “El jefe de gabinete, Aníbal Fernández, buscaba eliminar el organismo (Sedronar) que lucha contra las drogas por una vieja enemistad con su titular, el “pingüino” José Granero. La semana pasada salió un decreto que crea una comisión paralela que reemplazaría a la Secretaría de Estado creada en 1991. En el Boletín Oficial del 30 de septiembre aparece el Decreto por el que se crea la Comisión Nacional Coordinadora de Políticas Públicas en Materia de Prevención y Control del Tráfico Ilícito de Estupefacientes, la Delincuencia Organizada Transnacional y la Corrupción. Se trata de una estructura burocrática que no sólo tiene un nombre más difícil que la Sedronar, sino que reemplazaría sus funciones”. En la Sedronar funciona un organismo destinado a la lucha contra el narcotráfico que sería desarticulado. Por razones políticas (es sabido el conflicto que existe entre la Gendarmería y la Policía Federal por el tema jurisdicción y droga) aún no se sabe que pasará con la Sedronar y esta nueva secretaría con nombre largo, difícil de recordar. Confuso.
Segundo penetrar las fuerzas que luchan contra el narcotráfico.
No es la primera vez que en los últimos tiempos un Gendarme es descubierto, paradójicamente, traficando droga. Pero este último caso da cuenta de una suerte de Narco Gendarme, un zar con inteligencia.
“Todo se inició por intervención de la DEA (agencia antidrogas estadounidense) y la investigación la lleva adelante el juez federal Julio Leonardo Bavio. El comandante Dubiel trabajó hasta el 2000 en esa Fuerza, donde se desempeñaba en el área de Inteligencia. Esto le permitía tener un amplio conocimiento de los movimientos de sus pares y de los narcotraficantes bolivianos. "Se sospechaba que andaba en algo raro y esto era un secreto a voces entre los camaradas. Por esta situación, solicitó un retiro forzado".
Y el funcionario otrora encargado de hacer inteligencia para custodiar la frontera cambió de bando. Fue penetrado e infiltrado por los narcos.
Tercera es el control. La tercera etapa es cuando los narcos ya controlan parte de las fuerzas que deberían combatirlo.
Es el Narco Estado. Es lo que pasa en México con el cartel de Sinaloa, tan presente en el PRI, el partido que gobernó México durante 71 años (un record mundial). Cárteles, ajustes de cuentas y record de policías y periodistas asesinados. Los narcos tienen sus propios santos, su cultura, su música. Los temas de los Narcocorridos son de los más difundidos en México. Hablan de sus negocios, de sus muertos. Especialmente en el norte mexicano, en la larga frontera con los Estados Unidos, existe un mundo paralelo que va desde las farmacias hasta iglesias apegadas a los narcos. La novela de Don Winslow, El Poder del Perro, relata de manera magistral las historias entremezcladas de intereses, organismos oficiales y mafias por el control de la droga. Aunque la realidad es bastante más terrible. Entre las Cosas Nuestras crece el armamento y las armas químicas. Muchos de los precursores son exportados desde aquí y no figura en la balanza comercial. Parte del reinado de la efedrina ya está esparcida por nuestras pampas. E incluso se controlan desde la cárcel.
Cuarto es el Estado paralelo. También conocido como colombianización.
Es la violencia, los secuestros y el mundo sicario. Las FARC. Territorio sin estado. Caos. La intervención del Gran Hermano del Norte.
Nadie habla demasiado del trabajo de la DEA en la Argentina (tiene su agencia más importante en Salta). Fue determinante, junto a Gendarmería, para detectar al ex comandante de Inteligencia narco. “La DEA pronto se enteró de sus nuevas actividades. Y se inició una investigación en Salta. A partir de las sospechas de la DEA sobre sus supuestas actividades de exportación a Europa, a Dubiel se le realizaron varios allanamientos en San Juan, de donde es oriundo. Así se descubrió que tiene una empresa constructora de cabañas en países europeos. De acuerdo con las facturas halladas, habría hecho varios envíos de maderas en contenedores que salieron por barco desde Corrientes y Santa Fe. La sospecha es que Dubiel habría usado a la empresa constructora como pantalla para enviar la droga por barco a Europa, disimulada entre las maderas. Entre los papeles secuestrados, se halló un documento que indicaba que en Corrientes había "tres contenedores" a nombre de Dubiel, que estaban listos para ser embarcados hacia Europa. Se sospecha que la cocaína secuestrada iba a terminar allí dentro”.
En nuestra recorrida con GPS por la frontera más caliente de nuestro país, encontramos y contamos (en varias notas aquí) las historias de las mulas y de todo tipo de transporte terrestre para la droga. No obstante, el verdadero narcotráfico viene volando. La semana pasada “el juez federal Leonardo Bavio, decidió pedirle a la Cámara Federal de Salta que "la frontera norte cuente con radares" para interceptar los vuelos clandestinos que llegan a la Argentina desde Bolivia. Su pedido fue trasladado a la Corte Suprema de la Nación, que lo elevó al Poder Ejecutivo”. Pedido. Y van…
Si Jujuy y Tucumán se especializan en transporte terrestre, Salta y Santiago del Estero son las reinas de las pistas clandestinas. Avionetas, jets, y vuelos de bajo porte funcionan como taxis aéreos a unos 10 mil dólares por viaje. Con hojas de ruta que indican otras rutas que las que usarán para transportar la droga. Vienen de Colombia, Brasil y Bolivia y aterrizan en medio del monte santiagueño. Como gaviotas sobre el mar.
Bajan en rutas desérticas. Nadie ve ni oye nada. Luego llegan en camioneta a Buenos Aires, kilos y kilos de pasta base y cocaína para ser despachada a Europa. “Cada vez secuestramos más pasta base y menos cocaína”, reconoció el comandante mayor Julio César Leguizamón de la Agrupación VII de Gendarmería de Salta.
La pasta base, cuyo derivado es el paco, es más fácil de transportar y tiene un gran mercado en el conurbano bonaerense.
De la hoja de coca a la pasta hay menos pasos de industrialización que a la cocaína. Luego la rentabilidad queda en manos de cada cocinero a la orden. Los costos bajan porque los precursores (acetona, éter, etc.) para el paco, cuestan menos que el ácido clorhídrico y otros químicos que se necesitan para hacer polvo blanco.
Otra opción en terminar el proceso en Buenos Aires, en donde ya se consiguen químicos y cocineros para estirar la base en cocinas fantasmas del conurbano. “Una nueva modalidad del narcotráfico es contratar cocineros de afuera”, se reconoce desde un laboratorio oficial de Salta. Cocaína gourmet que preparan bolivianos, peruanos y mexicanos que vienen con una especialización poco habitual en estos lugares. Son cocineros que no salen en la tele.
Periodista. Cronista del Programa GPS. Especial para 24CON