Ceferino Reato encandila a Vargas Llosa
"Operación Traviata" va por las ocho ediciones y ahora sacó su versión ampliada. ¿Por qué el caso Rucci atrae a tantos lectores?
“Este libro me encantó. La historia me parece fascinante y se lee como si fuera una novela. Hay que hacer una película” dijo Mario Vargas Llosa refiriéndose a la obra de Reato que indaga sobre el asesinato de Rucci.
“En un reportaje que tuve oportunidad de hacerle a Vargas Llosa- comienza a explicar Ceferino Reato en el comienzo de la entrevista concedida a 24CON- me dijo que el libro le gustó mucho. Para mi Vargas Llosa es una persona muy generosa y es un honor que me dedique su opinión. Vargas Llosa es un gran maestro de la literatura en castellano”.
Ceferino Reato, escritor y periodista de Diario Perfil, tomó la posta y se dedicó a investigar y recrear aquellos días de la historia argentina: 1973, el cuerpo del sindicalista fue encontrado perforado de balas, tantas que a la investigación de la masacre se la llamó "Operación Traviata", en alusión a las galletitas de Bagley, la de los "25 agujeritos". Rucci era el líder de la Confederación General del Trabajo (CGT) y un valioso alfil en el esquema de poder de Perón. Sin embargo, el crimen quedó impune. Operación Traviata cuenta quiénes, cómo y por qué lo mataron, a partir del triángulo de relaciones entre Perón, los montoneros y el sindicalismo.
Sin embargo Reato nunca imaginó el éxito que alcanzaría su trabajo periodístico o, quizás sí, inevitablemente lo soñó, pero nunca que llegaría a la cifra de 45 mil ejemplares vendidos y ocho reediciones, además claro, de la repercusión política de su trabajo que, entre otros efectos, generó la reapertura de la causa Rucci.
“La verdad- dice Reato- ni la editorial ni yo, esperábamos ésta repercusión. Eso motivó que hiciéramos una edición ampliada. A partir del revuelo que se armo también cuento sobre la trama judicial”.
Cabe recordar que el periodista y escritor fue el primer testigo que dio inicio a la reapertura de la causa por el crimen del ex gremialista de la CGT, José Rucci, en 1973.
"En ésta edición ampliada, me pareció importante analizar como se movió esta causa que, básicamente, es una causa política. También agregué otro capítulo que tiene que ver con las razones de por qué, a mi juicio, los 70 interesan tanto a la gente”. En la nueva trama pormenorizada del asesinato más contundente, en cuanto a ejemplo de venganza política se refiere, Reato reflexiona: “para mi hubo un fracaso simultaneo de tres patrias: “La Patria Peronista” , La patria Socialista y la Patria militar” y de eso, no nos hemos recuperado, por eso siempre estamos volviendo a los 70”.
¿A qué se refiere cuando dice que este crimen puede convertirse en un dolor de cabeza para la política de Derechos Humanos del kirchnerismo?
Yo trato de inscribir como juegan cada uno de los protagonistas de la investigación judicial. Los abogados de Rucci quieren que la causa se mantenga y que no tenga una definición ahora, ellos esperan que la causa perdure más allá del gobierno kirchnerista, porque sostienen que este es un delito de lesa humanidad y, en eso sentido, ellos contradicen la política oficial de derechos humanos, para la cual los delitos de lesa humanidad son, únicamente, los cometidos por los militares. Rucci aparece como una punta de lanza, un símbolo de que los delitos de lesa humanidad también son los de la guerrilla. Yo lo que describo es que todo un sector mira este caso, como una caso que puede contradecir la política oficial de derechos humanos.
“En un reportaje que tuve oportunidad de hacerle a Vargas Llosa- comienza a explicar Ceferino Reato en el comienzo de la entrevista concedida a 24CON- me dijo que el libro le gustó mucho. Para mi Vargas Llosa es una persona muy generosa y es un honor que me dedique su opinión. Vargas Llosa es un gran maestro de la literatura en castellano”.
Ceferino Reato, escritor y periodista de Diario Perfil, tomó la posta y se dedicó a investigar y recrear aquellos días de la historia argentina: 1973, el cuerpo del sindicalista fue encontrado perforado de balas, tantas que a la investigación de la masacre se la llamó "Operación Traviata", en alusión a las galletitas de Bagley, la de los "25 agujeritos". Rucci era el líder de la Confederación General del Trabajo (CGT) y un valioso alfil en el esquema de poder de Perón. Sin embargo, el crimen quedó impune. Operación Traviata cuenta quiénes, cómo y por qué lo mataron, a partir del triángulo de relaciones entre Perón, los montoneros y el sindicalismo.
Sin embargo Reato nunca imaginó el éxito que alcanzaría su trabajo periodístico o, quizás sí, inevitablemente lo soñó, pero nunca que llegaría a la cifra de 45 mil ejemplares vendidos y ocho reediciones, además claro, de la repercusión política de su trabajo que, entre otros efectos, generó la reapertura de la causa Rucci.
“La verdad- dice Reato- ni la editorial ni yo, esperábamos ésta repercusión. Eso motivó que hiciéramos una edición ampliada. A partir del revuelo que se armo también cuento sobre la trama judicial”.
Cabe recordar que el periodista y escritor fue el primer testigo que dio inicio a la reapertura de la causa por el crimen del ex gremialista de la CGT, José Rucci, en 1973.
"En ésta edición ampliada, me pareció importante analizar como se movió esta causa que, básicamente, es una causa política. También agregué otro capítulo que tiene que ver con las razones de por qué, a mi juicio, los 70 interesan tanto a la gente”. En la nueva trama pormenorizada del asesinato más contundente, en cuanto a ejemplo de venganza política se refiere, Reato reflexiona: “para mi hubo un fracaso simultaneo de tres patrias: “La Patria Peronista” , La patria Socialista y la Patria militar” y de eso, no nos hemos recuperado, por eso siempre estamos volviendo a los 70”.
¿A qué se refiere cuando dice que este crimen puede convertirse en un dolor de cabeza para la política de Derechos Humanos del kirchnerismo?
Yo trato de inscribir como juegan cada uno de los protagonistas de la investigación judicial. Los abogados de Rucci quieren que la causa se mantenga y que no tenga una definición ahora, ellos esperan que la causa perdure más allá del gobierno kirchnerista, porque sostienen que este es un delito de lesa humanidad y, en eso sentido, ellos contradicen la política oficial de derechos humanos, para la cual los delitos de lesa humanidad son, únicamente, los cometidos por los militares. Rucci aparece como una punta de lanza, un símbolo de que los delitos de lesa humanidad también son los de la guerrilla. Yo lo que describo es que todo un sector mira este caso, como una caso que puede contradecir la política oficial de derechos humanos.