Fotos increíbles que surgen de un talento heredado
El argentino José Luis Raota es hijo de uno de los mejores fotógrafos del mundo, y hace honor al arte de su padre capturando las más bellas imágenes alrededor del planeta.
José Luis Raota es un destacado fotógrafo argentino que trabajó en Bellinzona (Suiza) y fue parte del Instituto Superior de Arte Fotográfico. También se desempeñó en forma free lance para Camera Press de Inglaterra.
Algunas de sus exposiciones se pudieron disfrutar en el Museo de Puerto Iguazú (Misiones), en el Salón de los Pasos Perdidos en el Congreso de la Nación, en la Galería Susan Conway de Washington DC, en el Consulado Argentino en Los Ángeles y en el Festival de la luz, entre otras.
En reconocimiento a su trayectoria, obtuvo una distinción de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Entre otras publicaciones, sus fotos fueron incluidas en “Por la vida de los Niños de América Latina”, editado por la UNESCO.
En sus creaciones, se propone armar una estrecha comunicación entre la imagen y el espectador. Para eso, entran en juego los sentimientos: rabia, dolor, repudio, ternura, amor, soledad, son las mismas reacciones que surgen al momento de tomar las fotografías y las que lograrán que éstas perduren en el tiempo.
Padre y maestro
José Luis es hijo de Pedro Luis Raota, considerado como uno de los diez mejores fotógrafos del mundo, incluso después de su muerte en 1986. Cuando se menciona en nuestro país algún nombre acerca del arte de la fotografía, es habitual que el de Pedro Luis Raota aparezca en primer término.
Su importancia radicó en que fue el primer fotógrafo argentino que atravesó las fronteras de un círculo reducido de entendidos, para conquistar la atención de un grupo más grande y diverso de admiradores provenientes de los sectores populares.
Nacido en Chaco en 1934, comenzó su carrera en Villaguay, Entre Ríos, a la que consideraba su tierra adoptiva. Desde allí se lanzó al mundo, alrededor del cual conquistó más de mil trofeos y distinciones, y llegó a exponer en países tan lejanos como Rusia, Filipinas, Tailandia, Australia y con mayor continuidad en Estados Unidos y Europa.
Tras su muerte, su hijo José Luis se encargó de mantener vivo su legado. Además de continuar con un gran éxito en la profesión, realizó diversas muestras en Argentina y España presentando las imágenes de su padre, como la reciente “Herencias”, que recorrió varias provincias a principios de este año.
Algunas de sus exposiciones se pudieron disfrutar en el Museo de Puerto Iguazú (Misiones), en el Salón de los Pasos Perdidos en el Congreso de la Nación, en la Galería Susan Conway de Washington DC, en el Consulado Argentino en Los Ángeles y en el Festival de la luz, entre otras.
En reconocimiento a su trayectoria, obtuvo una distinción de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Entre otras publicaciones, sus fotos fueron incluidas en “Por la vida de los Niños de América Latina”, editado por la UNESCO.
En sus creaciones, se propone armar una estrecha comunicación entre la imagen y el espectador. Para eso, entran en juego los sentimientos: rabia, dolor, repudio, ternura, amor, soledad, son las mismas reacciones que surgen al momento de tomar las fotografías y las que lograrán que éstas perduren en el tiempo.
Padre y maestro
José Luis es hijo de Pedro Luis Raota, considerado como uno de los diez mejores fotógrafos del mundo, incluso después de su muerte en 1986. Cuando se menciona en nuestro país algún nombre acerca del arte de la fotografía, es habitual que el de Pedro Luis Raota aparezca en primer término.
Su importancia radicó en que fue el primer fotógrafo argentino que atravesó las fronteras de un círculo reducido de entendidos, para conquistar la atención de un grupo más grande y diverso de admiradores provenientes de los sectores populares.
Nacido en Chaco en 1934, comenzó su carrera en Villaguay, Entre Ríos, a la que consideraba su tierra adoptiva. Desde allí se lanzó al mundo, alrededor del cual conquistó más de mil trofeos y distinciones, y llegó a exponer en países tan lejanos como Rusia, Filipinas, Tailandia, Australia y con mayor continuidad en Estados Unidos y Europa.
Tras su muerte, su hijo José Luis se encargó de mantener vivo su legado. Además de continuar con un gran éxito en la profesión, realizó diversas muestras en Argentina y España presentando las imágenes de su padre, como la reciente “Herencias”, que recorrió varias provincias a principios de este año.