Lomas de Zamora
La Salada está en pie de guerra
Una pelea entre los "carreros" y el dueño de "Punta Mogotes", Jorge Castillo, inició un conflicto que pone en juego la vida de cientos de personas. Bolitas de mármol y acero lanzadas con gomeras, y hombres de civil armados hasta los dientes. 24CON te muestra un documento único.
La noche está llegando y el paisaje en La Salada es muy distinto a lo habitual. La gente no camina por las calles del predio ni tampoco los puesteros esperan a que alguien venga a comprar mercadería. La feria, catalogada como un paraíso para el crimen organizado por un informe del Comercio estadounidense, se convirtió en una zona de guerra debido a conflictos que latían en el corazón de la zona de la Ribera.
“La feria esconde un entramado de luchas de poder muy grande y hay intereses políticos en juego”, explicó una fuente. Los “aprietes” y amenazas son moneda corriente en un lugar donde la ley es una palabra casi desconocida. Por ello, las “ferias legales” –grandes galpones repletos de puestos que se alquilan- están custodiadas por guardias armados. “Esto mueve mucha plata”, agregó.
Esta lucha de poder es llevada a cabo por los dos grandes grupos que controlan el comercio: Cooperativa Ocean y Punta Mogotes S.A. En el medio se encuentran los “carreros” que son aquellos que llevan con sus carros la mercadería a los diversos stands. Sin embargo, a lo largo de la calle Tilcara, estos se afincaron ilegalmente para vender sus productos.
El pasado domingo, los rumores de un posible desalojo de los “carreros”, creo algunos disturbios en el predio. Pero los conflictos terminaron de tomar fuerza este martes cuando el cerebro de la Punta Mogotes, Jorge Castillo, salió de su sector junto a un importante número de personas para tomar posesión de la calle Tilcara, deseada por muchos, y quitar de allí a los puesteros ilegales.
“Tengo 4000 puestos adentro de la feria, más de 100 personas de seguridad y pago 4 millones de pesos en impuestos. Estos tipos están pagos y vienen a sacarnos el trabajo”, le dijo a 24CON Jorge Castillo, cerebro del predio Punta Mogotes. “No voy a permitir que nos saquen las fuentes de trabajo. Ya vinieron el domingo y no estaba preparado, pero ya tomé medidas para que no entren en mi propiedad. Temo que hayan muertos”, agregó.
Para sacar a los carreros del sector, sus hombres salieron con armas y gomeras con bolitas de gomas y metal, que dejaron heridos. Más de 100 uniformados arribaban al lugar para controlar la situación. Efectivos de la gendarmería y de la policía distrital y departamental, se hicieron presentes e inclusive treparon a los techos para tener una mejor visión.
En un primer momento se creía que tiros y piedrazos se habían generado a raíz de que el Estado tendría planeado desalojar a los puesteros para la traza de una autopista que atravesará el lugar, pero este medio confirmó que ese tema ya está hablado con las autoridades correspondientes y no sería el conflicto en cuestión. Descartada esta hipótesis, algunos piensan que todo estuvo premeditado para quitarle poder a Castillo.
Ya sobre la madrugada del miércoles y con las puertas de la feria abiertas, los bandos cortaron las calles con gomas prendidas fuego, bombos y armas.
La violencia que se produjo preocupa mucho a los vendedores que aseguran que por una luchan entre dos grupos, la gente va a tener miedo de ir a La Salada para hacer sus compras. "Es una guerra de pobres contra pobres y los pibes sólo tienen la necesidad de trabajar de vender su mercadería”.
16 de Junio del 2009
“La feria esconde un entramado de luchas de poder muy grande y hay intereses políticos en juego”, explicó una fuente. Los “aprietes” y amenazas son moneda corriente en un lugar donde la ley es una palabra casi desconocida. Por ello, las “ferias legales” –grandes galpones repletos de puestos que se alquilan- están custodiadas por guardias armados. “Esto mueve mucha plata”, agregó.
Esta lucha de poder es llevada a cabo por los dos grandes grupos que controlan el comercio: Cooperativa Ocean y Punta Mogotes S.A. En el medio se encuentran los “carreros” que son aquellos que llevan con sus carros la mercadería a los diversos stands. Sin embargo, a lo largo de la calle Tilcara, estos se afincaron ilegalmente para vender sus productos.
El pasado domingo, los rumores de un posible desalojo de los “carreros”, creo algunos disturbios en el predio. Pero los conflictos terminaron de tomar fuerza este martes cuando el cerebro de la Punta Mogotes, Jorge Castillo, salió de su sector junto a un importante número de personas para tomar posesión de la calle Tilcara, deseada por muchos, y quitar de allí a los puesteros ilegales.
“Tengo 4000 puestos adentro de la feria, más de 100 personas de seguridad y pago 4 millones de pesos en impuestos. Estos tipos están pagos y vienen a sacarnos el trabajo”, le dijo a 24CON Jorge Castillo, cerebro del predio Punta Mogotes. “No voy a permitir que nos saquen las fuentes de trabajo. Ya vinieron el domingo y no estaba preparado, pero ya tomé medidas para que no entren en mi propiedad. Temo que hayan muertos”, agregó.
Para sacar a los carreros del sector, sus hombres salieron con armas y gomeras con bolitas de gomas y metal, que dejaron heridos. Más de 100 uniformados arribaban al lugar para controlar la situación. Efectivos de la gendarmería y de la policía distrital y departamental, se hicieron presentes e inclusive treparon a los techos para tener una mejor visión.
En un primer momento se creía que tiros y piedrazos se habían generado a raíz de que el Estado tendría planeado desalojar a los puesteros para la traza de una autopista que atravesará el lugar, pero este medio confirmó que ese tema ya está hablado con las autoridades correspondientes y no sería el conflicto en cuestión. Descartada esta hipótesis, algunos piensan que todo estuvo premeditado para quitarle poder a Castillo.
Ya sobre la madrugada del miércoles y con las puertas de la feria abiertas, los bandos cortaron las calles con gomas prendidas fuego, bombos y armas.
La violencia que se produjo preocupa mucho a los vendedores que aseguran que por una luchan entre dos grupos, la gente va a tener miedo de ir a La Salada para hacer sus compras. "Es una guerra de pobres contra pobres y los pibes sólo tienen la necesidad de trabajar de vender su mercadería”.
16 de Junio del 2009