Julieta Camaño: "Ben Afleck me tiró onda"

En su vida, Julieta Camaño pasó por varios trabajos con mucha exposición: modelo de la agencia de Piñeyro, de la cual no tiene tan buenos recuerdos, notera y conductora de canales de música y también protagonista de telenovela. Hoy, como periodista de espectáculos de C5N parece haber encontrado un equilibrio perfecto entre su profesión y su papel de madre y esposa (desde hace seis años está en pareja con el conductor Monchi Balestra).

–Condujo mucho tiempo un programa de música, ¿cómo era la relación con los cantantes?

–Y..., me relacioné con muchos cantantes (risas), pero me puse de novia con Axel, cuando él ya empezaba a grabar, de hecho grabó el primer disco cuando estábamos de novios y me dedicó todas las canciones. El primer video clip lo hice yo. Al segundo disco ya estábamos medio peleados, pero también me dedicó todas las canciones.

–¿Cómo fue su paso como notera?

–Me animaba a hacer todo, en general no me gusta hacer las cosas de manera convencional, yo actuaba con los tipos y todos se copaban y a veces hacíamos pequeñas ficciones. Una vez fui a Mar del Plata a ver a la “Mona” Giménez y me puse a bailar con él arriba de una cama yo vestida de mucama.

–¿Cómo llegó a protagonizar una novela?

–Me salió un casting para la televisión nacional de Chile, fui y lo gané. Todas se querían matar porque yo nunca había trabajado en ficción. Y lo gané, y me fui a vivir a afuera casi un año en 2004. La experiencia fue increíble. Es un lugar que me hubiera quedado a vivir porque me trataron súper bien, me hice amiga de todos los chicos de elenco y terminé siendo la protagonista del programa.

–¿El público chileno la quería?

–Sí, muchísimo. Fui la primera argentina querida por los chilenos y la que generó toda esta situación. Así que, gracias a mí, todas las demás, “Pampita”, Rocío Marengo, tienen el lugar que tienen. Pero como yo no soy escandalosa, me sé diferenciar del resto. Pero nada, mi programa era el que tenía más rating…, lejos.

–¿Y por qué no se quedó?

–Sinceramente yo era más pendeja, y lo extrañaba a Monchi (N. de la R.: se conocieron cuando trabajaban juntos en el programa “Versus”). Yo le había pedido a él que no se fuera para allá porque estaba construyendo su carrera acá. Así que volví porque extrañaba mi país. La verdad es que si hubiera pensado racionalmente me hubiera quedado porque tenía un carrerón.

–¿Cómo se tomaba Monchi su exposición?

–Era muy celoso y no aceptaba mi parte más sensual. Igualmente al toque quedé embarazada y tuve muchos problemas durante el embarazo.

–¿Ahí fue cuando él le contó que tenía otro hijo?

–Sí, la verdad es que fue durísimo, pero gracias a Dios pudimos superar todo. Hemos tenido crisis, pero por otras cosas. Nosotros hicimos todo muy rápido, nos enamoramos, tuvimos un hijo, fue todo muy apasionado y me lancé a vivir el amor con todo. Con Monchi somos muy distintos, somos el agua y el aceite, pero juntos buscamos equilibrio. Obviamente que, por esto, tuvimos discusiones pero Valentino, nuestro hijo, salvó mucho a la pareja.

–¿Cómo fue la situación cuando la madre del chico lo hizo público en los medios?

–Me parece terrible que se explote la vida de un chico en televisión, no estoy de acuerdo. Yo tengo clase, no voy a salir a decir pavadas por tele para tener cámara. La cámara que tenga la quiero tener por mi trabajo y no por un escándalo, así que cuando me veo expuesta me hago a un lado.

–¿Cómo es la relación de su esposo con su otro hijo?

–Con Augusto tiene que construir una relación y está muy contento de eso. El tema es que legalmente Monchi todavía no se puede acercar a él, porque la madre dice una cosa en los medios pero por fuera de eso hace otra cosa.

Amor al trabajo. Julieta cree haber encontrado su verdadera vocación y es la del periodismo. Después de haber pasado por varias facetas está segura de que ésta es la que mejor le sienta.

–Usted viajó a España para entrevistar a Ricardo Arjona, ¿cómo fue esa experiencia?

–Mirá, para mí hablar con Arjona es lo mismo que hablar con el quiosquero, o sea no lo digo despectivamente por Arjona. Pero, cuando estoy trabajando me suelto y saco mi ser social y me encanta comunicarme con la gente, saber qué hace, saber qué piensa. De Ricardo me encantó que es muy jodón, tiene un humor tremendo y me hizo reír muchísimo. Rompimos un jarrón de 5 mil dólares y nos cagamos de risa.

–¿Cómo se prepara para entrevistar a este tipo de personajes?

–Para mí es una oportunidad estar haciendo esto, por eso me esfuerzo mucho por saber la vida de todos. Por ejemplo, cuando vino Peter Gabriel e hizo una miniconferencia para algunos medios, llegué y sabía todo del chabón. Pregunté más que todos y levantaba la mano y él me señalaba a mí. O sea, por un lado, lo vivo con naturalidad en el momento de la acción, pero antes me preparo.

–¿Cuál fue el artista que más la impactó?

–Ben Affleck, no lo podía creer. Pero en el momento me relajé y fue muy gracioso. Se hacía el canchero, y me tiró onda. Yo, cero. Después la que me sorprendió muchísimo fue Gloria Stefan, me pareció una mina súper tierna, normal, nos quedamos mucho tiempo charlando. Otro que no me gustó tanto fue Enrique Iglesias porque se hizo demasiado el canchero, estaba como en pose...

–¿También le tiró onda?

–Y..., no te puedo contar todo (risas).

Fotos: Alejandro Kaminetzky.
Maquilló: Cristina García Suárez para Beauty Connecion.
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