Meningitis: no siempre es mortal
Existen distintos tipos de esta enfermedad y no todos son fatales. Conocer los síntomas ayuda a poner distancia a este temido mal.
“Existen varios gérmenes capaces de producir meningitis: las bacterias como Haemophilus influenzae, neumococo y meningococo producen la mayoría de las meningitis en niños mayores de un mes de vida. En los recién nacidos, otras bacterias como Streptoccocus agalactiae, Escherichia coli y Listeria monocytogenes son las más frecuentes. También los virus, especialmente enterovirus, producen cuadros de meningitis, pero de menor severidad”, reconoce el Dr. Enrique Casanueva, Jefe del Servicio de Infectología Infantil del Hospital Universitario Austral.
En las meningitis bacterianas, el grado de frecuencia y severidad de las secuelas varía de acuerdo con el grado de progresión de la enfermedad y la rapidez con que se instaura el tratamiento antibiótico efectivo.
Este tipo de meningitis, no tratado, tiene un índice de mortalidad del 80%. Si el diagnóstico es precoz y se comienza enseguida un tratamiento efectivo, en general la persona se cura completamente, y la enfermedad no deja secuelas como sordera, ceguera o alteraciones en la marcha, entre otras”.
En las meningitis virales, en cambio, los síntomas duran de 7 a 10 días, y la persona se recupera totalmente. Saber cómo se contagia ayuda a conocer cómo prevenirse. “La mayoría de las meningitis virales se trasmiten por la vía ano, manos, boca, por lo que es indispensable el lavado frecuente de manos, mantener la limpieza de los sanitarios y de los utensilios de la cocina”, detalla el Dr. Fernando Burgos, Jefe del Área Ambulatoria de Pediatría del Hospital Universitario Austral. “A menudo, los síntomas de la viral y la bacteriana son los mismos. Por este motivo, es importante, ante la sospecha, realizar una punción lumbar para confirmar la meningitis y detectar rápidamente de qué tipo es.”
Los agentes que producen la meningitis bacteriana se localizan en el nivel del tracto respiratorio y, por lo tanto, el contagio se produce a través de la saliva, de los distintos objetos que el niño
comparte en el colegio o en la guardería, y a través de la tos.
Síntomas de la meningitis
En recién nacidos y lactantes:
- Fiebre
- Rechazo a los alimentos
- Irritabilidad
- Llanto sin causa
- Rigidez de la nuca
- Tendencia al sueño
- Vómito fácil
En mayores de un año, adolescentes y adultos:
- Fiebre alta
- Cuello rígido
- Intenso dolor de cabeza
- Sensibilidad a la luz
- Alteración del estado mental
- Vómitos, escalofríos y náuseas
No hay una única vacuna contra las distintas meningitis. Las vacunas actualmente disponibles protegen contra algunos tipos de meningitis bacteriana, como la producida por Haemophilus influenzae, que se encuentra incluida en el Calendario de Vacunación Oficial bajo el nombre DPT Hib o Cuádruple, y de la que se aplican 4 dosis –la última, a los 18 meses–, y contra algunos tipos de meningococos y de neumococos.
“En los recién nacidos, además, resulta fundamental la administración de otra vacuna obligatoria, la BCG, efectiva para la prevención de la meningitis tuberculosa”, sigue el Dr. Burgos.
Aunque estas son las únicas vacunas incluidas en el Calendario Nacional de Vacunación, en la Argentina, contamos con dos tipos de vacunas antineumocóccicas. Son la vacuna conjugada de 7 serotipos, adecuada para niños desde los 2 meses de vida; y la vacuna de polisacáridos de 23 serotipos, que sólo puede utilizarse en pacientes mayores de 2 años.
Asimismo, “las vacunas de polisacáridos antimeningococcica A +C, B protegen a los niños a partir de los 2 años y por períodos de tres a cinco años, por lo que se las utiliza en caso de epidemias”, expresa el Dr. Casanueva.
El Dr. Burgos hace una distinción: “No existen las enfermedades, sino los enfermos y que en cada caso la evolución y el pronóstico dependerá de muchas variables. En el Hospital Austral se ofrece al paciente todas las vacunas que permitan disminuir el riesgo de esta enfermedad, como así también la asistencia de los pacientes que requieran su tratamiento”.
En las meningitis bacterianas, el grado de frecuencia y severidad de las secuelas varía de acuerdo con el grado de progresión de la enfermedad y la rapidez con que se instaura el tratamiento antibiótico efectivo.
Este tipo de meningitis, no tratado, tiene un índice de mortalidad del 80%. Si el diagnóstico es precoz y se comienza enseguida un tratamiento efectivo, en general la persona se cura completamente, y la enfermedad no deja secuelas como sordera, ceguera o alteraciones en la marcha, entre otras”.
En las meningitis virales, en cambio, los síntomas duran de 7 a 10 días, y la persona se recupera totalmente. Saber cómo se contagia ayuda a conocer cómo prevenirse. “La mayoría de las meningitis virales se trasmiten por la vía ano, manos, boca, por lo que es indispensable el lavado frecuente de manos, mantener la limpieza de los sanitarios y de los utensilios de la cocina”, detalla el Dr. Fernando Burgos, Jefe del Área Ambulatoria de Pediatría del Hospital Universitario Austral. “A menudo, los síntomas de la viral y la bacteriana son los mismos. Por este motivo, es importante, ante la sospecha, realizar una punción lumbar para confirmar la meningitis y detectar rápidamente de qué tipo es.”
Los agentes que producen la meningitis bacteriana se localizan en el nivel del tracto respiratorio y, por lo tanto, el contagio se produce a través de la saliva, de los distintos objetos que el niño
comparte en el colegio o en la guardería, y a través de la tos.
Síntomas de la meningitis
En recién nacidos y lactantes:
- Fiebre
- Rechazo a los alimentos
- Irritabilidad
- Llanto sin causa
- Rigidez de la nuca
- Tendencia al sueño
- Vómito fácil
En mayores de un año, adolescentes y adultos:
- Fiebre alta
- Cuello rígido
- Intenso dolor de cabeza
- Sensibilidad a la luz
- Alteración del estado mental
- Vómitos, escalofríos y náuseas
Vacunarse = protegerse
No hay una única vacuna contra las distintas meningitis. Las vacunas actualmente disponibles protegen contra algunos tipos de meningitis bacteriana, como la producida por Haemophilus influenzae, que se encuentra incluida en el Calendario de Vacunación Oficial bajo el nombre DPT Hib o Cuádruple, y de la que se aplican 4 dosis –la última, a los 18 meses–, y contra algunos tipos de meningococos y de neumococos.
“En los recién nacidos, además, resulta fundamental la administración de otra vacuna obligatoria, la BCG, efectiva para la prevención de la meningitis tuberculosa”, sigue el Dr. Burgos.
Aunque estas son las únicas vacunas incluidas en el Calendario Nacional de Vacunación, en la Argentina, contamos con dos tipos de vacunas antineumocóccicas. Son la vacuna conjugada de 7 serotipos, adecuada para niños desde los 2 meses de vida; y la vacuna de polisacáridos de 23 serotipos, que sólo puede utilizarse en pacientes mayores de 2 años.
Asimismo, “las vacunas de polisacáridos antimeningococcica A +C, B protegen a los niños a partir de los 2 años y por períodos de tres a cinco años, por lo que se las utiliza en caso de epidemias”, expresa el Dr. Casanueva.
El Dr. Burgos hace una distinción: “No existen las enfermedades, sino los enfermos y que en cada caso la evolución y el pronóstico dependerá de muchas variables. En el Hospital Austral se ofrece al paciente todas las vacunas que permitan disminuir el riesgo de esta enfermedad, como así también la asistencia de los pacientes que requieran su tratamiento”.
FUENTE: Hospital Universitario Austral