Empleada de día, viuda negra de noche: cayó por un error insólito tras drogar a sus víctimas y cometer nueve robos

La joven, de 22 años, atendía un puesto de panchos y seducía en apps de citas. Quedó escrachada en las cámaras de seguridad cuando ingresaba a un edificio junto a un hombre. Huía con dinero, objetos de valor y hasta vehículos. Desde los celulares de las víctimas hizo transferencias a una cuenta a su nombre de una billetera electrónica. Una vecina la reconoció al verla en televisión y denunció que había usado una foto suya para una "conquista". Fue arrestada en Parque Centenario. También detuvieron a su pareja y otro sospechoso que eran cómplices.

Una joven de 22 años fue detenida y quedó procesada con prisión preventiva, acusada de haber cometido entre abril de 2023 y julio de 2024 nueve hechos de robos y hurtos en distintos barrios de la Ciudad de Buenos Aires con siete hombres como víctimas a los que, según la investigación, contactó en aplicaciones de citas, drogó con sedantes en las bebidas, les robó en sus domicilios y, en al menos dos de los casos, hizo compras y transferencias con sus billeteras virtuales. En la causa, también fueron apresados el último lunes dos hombres de 26 y 27 años a quienes se les atribuye haber colaborado con la joven en la recolección los elementos robados y en la huida.

La investigación que culminó con la identificación y detención de los acusados estuvo delegada en la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°44, cuyo titular es el fiscal Pablo Recchini. En dicha fiscalía y en el Juzgado N°16 del mismo fuero, a cargo del juez Mariano Iturralde, se acumularon por conexidad todos expedientes que involucran a la misma joven y a los otros dos acusados.

La principal imputada, de 22 años y quien tenía domicilio en el Barrio 21-24 de Barracas, estuvo prófuga hasta que el pasado 7 de enero fue localizada y detenida en un puesto de venta de panchos que atendía en el interior del Parque Centenario, cercano al cruce de las calles Marechal y Machado. La detención fue concretada por personal de la División Investigaciones Comunales 4 de la Policía de la Ciudad que la ubicó allí gracias a las escuchas telefónicas en directo pedidas por la fiscalía y otorgadas por el juzgado.

En tanto, seis días más tarde, es decir el lunes pasado, fueron detenidos como coimputados en la "Cooperativa 27 de Abril" situada en el barrio de Barracas, dos hombres: la pareja de la joven, de 27 años, y otro de 26.

El miércoles pasado, el juez Iturralde dictó el procesamiento con prisión preventiva para los tres acusados. La mujer de 22 años quedó procesada como autora o coautora de dos hechos de "hurto", tres de "robo reiterado", dos de "robo agravado por su comisión en poblado y en banda reiterado" y dos de "robo triplemente agravado por su comisión en poblado y en banda, con la utilización de una llave original previamente sustraída y por tratarse de vehículo dejado en la vía pública, reiterado en dos oportunidades". Además, el juez le trabó un embargo por 200 millones de pesos.

En el caso de los dos hombres, sus procesamientos fueron como coautores de los delitos de "robo agravado por su comisión en poblado y en banda" por un hecho, y por "robo triplemente agravado por su comisión en poblado y en banda, la utilización de una llave original previamente sustraída y por tratarse de vehículo dejado en la vía pública", por otro de los casos. Para ellos, el embargo es de 50 millones de pesos.

En un dictamen presentado previo a las detenciones, el fiscal Recchini sostuvo que los hechos fueron cometidos con "un mismo modus operandi con la modalidad vulgarmente conocida como ‘viuda negra'".

Detalló que en todos los casos "la encartada contactó a sus víctimas por alguna red social de citas y al ganarse su confianza, cuando la invitaron a sus domicilios, estando allí, procuró los medios necesarios para suministrarles, de manera disimulada, algún somnífero en la bebida que estos ingerían, producto de lo cual los mismos perdieron el conocimiento por completo y por varias horas, aprovechando este estado de inconciencia la imputada para apoderarse de manera ilegitima de diversos bienes de los damnificados, contando en la mayoría de los sucesos con la asistencia y connivencia, previa distribución de roles de dos o tres personas del sexo masculino a saber".

Las claves de la investigación: redes, transferencias, videos y comunicaciones

Tanto la principal imputada, como luego los presuntos cómplices, fueron identificados a partir varios elementos probatorios. En primer lugar, la acusada cometió el error de haber realizado desde los celulares de las víctimas algunas transferencias a una cuenta a su nombre de una billetera electrónica.

Además, en el último de los hechos y a partir de la línea de celular con la cual se abrió el perfil de Happn, los investigadores lograron hacer un análisis de comunicaciones que derivó en entrecruzamientos telefónicos y escuchas directas con las que se pudo identificar a la principal imputada y sus dos presuntos cómplices, entre ellos, el hombre de 27 años que era su pareja.

A su vez, en varios hechos la imputada quedó filmada por cámaras de seguridad tanto de los edificios de las víctimas como de la vía pública que las pericias realizadas por diversas divisiones policiales, como la de Reconocimiento Antroposcopométrico de la Policía de la Ciudad, identificaron en los videos de los hechos a la acusada y los otros imputados.

Otro de los elementos de cargo centrales en la investigación es la declaración de una vecina de la imputada que, al ver en televisión la difusión de los videos de uno de los robos ocurridos en el barrio de Almagro, se presentó espontáneamente para identificar a la joven de 22 años, dar su domicilio en Barracas -donde no pudo ser hallada-, y denunciar que se había dado cuenta de que, en ese caso, la acusada había empleado una foto suya para presentarse ante la víctima.