A dos meses de la desaparición de Clemente

La mafia que usurpa casas

Armando Olson fue quien usurpó la casa del albañil. Ahora se descubrió que tiene otra causa abierta por la desaparición de un anciano ocurrida hace dos años en Moreno. ¿El sello de una mafia?

A dos meses de su desaparición, la suerte de Clemente Mamani sigue siendo un gran misterio. Nada se sabe de él desde el 15 de marzo pasado, cuando dos hombres se lo llevaron en un auto. Del que sí se sabe cada vez más es del principal sospechoso, Armando Javier Olson, acusado de usurpar su casa del barrio El Pilar. Ahora la fiscalía de Ituzaingó descubrió que también está implicado en la desaparición de un anciano ocurrida hace dos años en Moreno.

Según un informe aportado por la comisaría segunda de Villa Ariza al que tuvo acceso 24ITUZAINGO, Olson está imputado en la causa 203.811/07, que tramita el titular de la fiscalía Nº 8 de Mercedes, Federico Luppi, por la desaparición de Francisco Rodríguez Ocampo.

Al igual que Mamani, Rodríguez Ocampo era un anciano que vivía solo en su casa de Moreno y misteriosamente desapareció en 2007 sin que desde entonces se vuelva a saber algo de él.

En base a las declaraciones de distintos testigos, el fiscal Luppi imputó en la causa a Olson, quien también habría intentado quedarse con la casa que habitaba Rodríguez Ocampo.

Estos nuevos elementos obtenidos en la investigación no hacen más que reforzar la teoría de que Olson está detrás de la desaparición de Mamani y hasta permiten sospechar que existe una mafia dedicada a la usurpación de casas de personas que viven solas.

“Estamos investigando el tema, pero ya tenemos pistas sobre siete casos en Morón e Ituzaingó de gente sola que fue despojada de su casa o de parte de un terreno”, explicó Rolando Gandolfi, un abogado que está asesorando a los vecinos de Mamani.

Mamani fue visto por última vez el domingo 15 de marzo pasado –ese día cumplía 71 años- cuando dos hombres se lo llevaron en un auto desde la puerta de su casa de Santos Dumont 642.

La situación despertó sospechas entre los vecinos, ya que Mamani, quien se ganaba la vida haciendo pequeños trabajos de albañilería y juntando cartones, era un hombre solitario, sin familiares en el país y que casi no se relacionaba con nadie.

Pero un rato después las sospechas se convirtieron en una inquietante alarma, cuando vieron a Olson y a su novia instalarse en la casa de Mamani y empezar a cargar todas sus pertenencias en una camioneta del área de Acción Social del municipio.

El que la conducía era el abuelo de la novia de Olson, Juan Miranda, un empleado de la municipalidad de Ituzaingó que vive en Cura Brochero 1623, a tres cuadras de lo de Mamani.

Ante la denuncia de los vecinos, la policía expulsó a Olson de la casa y dio intervención a la fiscal de Ituzaingó Natalia Luppi, quien inició una causa por usurpación y averiguación de paradero. Miranda, en tanto, fue suspendido en su trabajo y la municipalidad le abrió un sumario administrativo.

Y dos meses después cada vez son más firmes las sospechas de que ambos están vinculados con la desaparición de Mamani. De lo que no se sabe nada es de lo que más preocupa a los vecinos de El Pilar: el destino del albañil. En este sentido, la investigación parece estar en punto muerto. Ninguna de las medidas tomadas por la fiscal arrojó hasta ahora alguna pista concreta.

La búsqueda se limitó a hacer averiguaciones en geriátricos –ante la sospecha de que pudieran haberlo internado contra su voluntad- o a rastrear los datos aportados por testigos que dijeron haber visto deambular por la calle a personas parecidas a Mamani.

La fiscal además ordenó un allanamiento en la casa de Miranda, donde también viven Olson y su novia. La idea era encontrar elementos de prueba que los vincularan con la causa y hasta se hicieron excavaciones ante la posibilidad de que Mamani hubiera sido asesinado y enterrado en ese lugar.

Pero los resultados fueron negativos. Claro que si Olson y Miranda tenían algo que esconder, contaron con tiempo suficiente para hacerlo: el allanamiento fue realizado dos semanas después de la desaparición de Mamani y cuando la noticia ya había salido publicada en 24ITUZAINGO.
 
Por eso a dos meses de su desaparición, los vecinos son cada vez más pesimistas. Mañana a las 19 harán una misa en la parroquia Nuestra Señora del Pilar para pedir por él y reclamar justicia. Es que la investigación prácticamente no avanza. Y como dicen los criminalistas: el tiempo que pasa, es la verdad que huye.

14 de mayo de 2009