Mendoza también tiene un monstruo como el de Austria
El Chacal mendocino, ¿un alumno de Josef Fritz?
El Chacal mendocino de 67 años, acusado de violar durante dos décadas a su hija, con quien tuvo 7 hijos, conmueve al mundo. "Yo denuncié a mi padre, pero mi madre es oficial de Justicia y tapaba todo. Creo que este tipo tiene más mujeres y por lo menos 64 hijos", aseguró uno de sus descendientes.
El caso del hombre acusado de violar a su hija durante dos décadas no deja de causar estupor. El detenido negó los hechos que le atribuye la justicia.
La jueza de menores, Elsa Galera, fue explícita al pedir a los medios de comunicación que se abstuvieran de exhibir el rostro del acusado y la vivienda donde cometió los abusos para tutelar los derechos de los menores en riesgo por esta situación.
La mayoría de los niños asiste a la escuela y tiene un grupo de amigos por lo que la difusión de la cara de su padre podría afectarlos de algún modo, consideran en el ámbito judicial.
En tanto, la Justicia provincial ordenará en los próximos días un conjunto de medidas de asistencia psicológica para el núcleo familiar de Lucero, de 67 años, acusado de violar durante dos décadas a su hija, con quien tuvo 7 hijos.
Uno de los aspectos que podrían complicarlo aún más es que durante los años en que sometió sexualmente a su hija, ésta habría sufrido acciones intimidantes como amenazas de muerte con exhibición de arma de fuego.
Del Barrio ordenó realizar análisis de ADN para corroborar la acusación de la mujer, de 35 años, de haber sido violada desde los 8 y de haber dado a luz a siete hijos de su propio padre.
El mismo viernes, tras efectuar la denuncia, la mujer fue trasladada a otra residencia gestionada por el Tribunal de Familia para garantizar su protección y la de sus hijos.
La Justicia de Familia intervino en el caso hace unos veinte días, en el marco de investigaciones que iniciaron hace meses los legisladores mendocinos Ricardo Puga y Alejandra Naman García y el titular de la Cámara de Diputados provincial, Jorge Tanús.
Esa investigación impulsó a la víctima a vencer el temor de denunciar a su padre por las violaciones y los siete hijos que de ellas derivaron, cuyas edades van de 2 a 19 años.
El hecho se conoció hace unos ocho meses cuando el hermano de la mujer abusada, de 37 años, luego de fracasar en su intento de denunciar a su padre como violador de sus hermanas, tomó contacto con la Legislatura provincial para exponer lo que ocurría.
Desde entonces comenzaron en secreto las gestiones, que culminaron el viernes cuando la mujer abusada denunció a su progenitor, reseñó el titular de la Comisión de Derechos y Garantías, Ricardo Puga.
Al hombre lo llaman ahora "El Chacal" y lo comparan con el austríaco Josef Fritz, que también abusó durante años de su hija, a la que encerró en el sótano de su casa y tuvo con ella varios niños, con la diferencia que el mendocino no privó de la libertad para someter a las suyas.
Puga, quien entabló contacto varias veces con el hermano de la mujer abusada, tomó conocimiento que otras dos hermanas debieron abandonar la casa en Patricias Mendocinas al 3.000, en la capital provincial, porque también eran violadas ellas en el marco de un pacto de silencio de todos los integrantes del grupo familiar.
Por el momento hay sólo una persona detenida, pero "la investigación recién se inicia y podrían haber más implicados", aseguró el funcionario. La justicia ahora puso el foco de la investigación en el "encubrimiento familiar" sobre la causa, en el que podrían estar implicados varios hijos del Chacal.
El diputado Ricardo Puga expresó que la víctima fue abusada y violada “desde los 8 años, según la denuncia de uno de los hermanos de esta chica y además otras hijas de él, que una está en España y otra en otro lugar, también fueron víctimas de acoso por parte de este señor y se tuvieron que ir de la casa. La vida que llevaron dentro de esa casa fue de temor, amenaza, de presiones y hasta con armas”.
La Justicia de Familia intervino en el caso hace unos veinte días, en el marco de investigaciones que iniciaron hace meses los legisladores mendocinos Ricardo Puga y Alejandra Naman García, y el titular de la Cámara de Diputados provincial, Jorge Tanús.
Esa investigación impulsó a la víctima a vencer el temor de denunciar a su padre por las violaciones y los siete hijos que de ellas derivaron, cuyas edades van de 2 a 19 años.
El hecho se conoció hace unos ocho meses, cuando el hermano de la mujer abusada, de 37 años, luego de fracasar en su intento de denunciar a su padre como violador de sus hermanas, tomó contacto con la legislatura provincial para exponer lo que ocurría.
Al hombre lo llaman ahora "El Chacal" y lo comparan con el austríaco Josef Fritz, que también abusó durante años de su hija, a la que encerró en el sótano de su casa y con la que tuvo varios niños, con la diferencia de que el mendocino no la privó de libertad.
Según parece, el presunto abusador tendría en total 22 hijos. Ocho con su primera mujer, siete con su segunda y los restantes con su hija de 35 años, a quien -según su hermano- violó desde los ocho (la denuncia dice que desde los 15) y que siempre dio a luz en hospitales como madre soltera.
La primera esposa del acusado señaló que Lucero contrajo matrimonio con ella hace 45 años y que cree que abusó de sus tres hijas. "Cuando los chicos comenzaron a crecer, él empezó a acercarse a ellos de forma peligrosa y los tocaba de una manera que a mí no me gustaba", por lo que lo echó de la casa, señaló.
Por su parte, uno de sus hijos dijo: "Creo que este tipo tiene más mujeres y por lo menos 64 hijos, por lo que pido que me ayuden a seguir investigando, ya que muchos de ellos abandonaron la provincia". A su vez, opinó que "es un violador compulsivo, que acosó a todas sus hijas y que vejó por lo menos a cuatro".
"Yo denuncié a mi padre, pero mi madre es oficial de Justicia y tapaba todo", indicó el hombre sobre su progenitora, empleada del Poder Judicial de Mendoza, al tiempo que acusó a la Justicia de actuar en forma demasiado lenta hasta que fue su propia hermana la que denunció al padre violador. Cada vez que visitaba la casa un oficial de Justicia, la madre decía que "no pasaba nada", recordó.
Al mismo tiempo, justificó a su hermana por no haber denunciado el caso hasta ahora, porque "tuvo mucho miedo, vivió esta pesadilla desde los ocho". "La tenía psicológicamente dominada; parece una chica de 12 años por más que tenga 35", insistió.
Según relató, su padre, pese a las atrocidades que cometía, "cuando veía por televisión el caso de algún violador, decía: ¡Cómo puede hacer eso!". A su vez, indicó que enfrentó a su padre en varias ocasiones para defender a su hermana, en las que fue golpeado, hasta que finalmente abandonó la casa.
La jueza de menores, Elsa Galera, fue explícita al pedir a los medios de comunicación que se abstuvieran de exhibir el rostro del acusado y la vivienda donde cometió los abusos para tutelar los derechos de los menores en riesgo por esta situación.
La mayoría de los niños asiste a la escuela y tiene un grupo de amigos por lo que la difusión de la cara de su padre podría afectarlos de algún modo, consideran en el ámbito judicial.
En tanto, la Justicia provincial ordenará en los próximos días un conjunto de medidas de asistencia psicológica para el núcleo familiar de Lucero, de 67 años, acusado de violar durante dos décadas a su hija, con quien tuvo 7 hijos.
Uno de los aspectos que podrían complicarlo aún más es que durante los años en que sometió sexualmente a su hija, ésta habría sufrido acciones intimidantes como amenazas de muerte con exhibición de arma de fuego.
Del Barrio ordenó realizar análisis de ADN para corroborar la acusación de la mujer, de 35 años, de haber sido violada desde los 8 y de haber dado a luz a siete hijos de su propio padre.
El mismo viernes, tras efectuar la denuncia, la mujer fue trasladada a otra residencia gestionada por el Tribunal de Familia para garantizar su protección y la de sus hijos.
La Justicia de Familia intervino en el caso hace unos veinte días, en el marco de investigaciones que iniciaron hace meses los legisladores mendocinos Ricardo Puga y Alejandra Naman García y el titular de la Cámara de Diputados provincial, Jorge Tanús.
Esa investigación impulsó a la víctima a vencer el temor de denunciar a su padre por las violaciones y los siete hijos que de ellas derivaron, cuyas edades van de 2 a 19 años.
El hecho se conoció hace unos ocho meses cuando el hermano de la mujer abusada, de 37 años, luego de fracasar en su intento de denunciar a su padre como violador de sus hermanas, tomó contacto con la Legislatura provincial para exponer lo que ocurría.
Desde entonces comenzaron en secreto las gestiones, que culminaron el viernes cuando la mujer abusada denunció a su progenitor, reseñó el titular de la Comisión de Derechos y Garantías, Ricardo Puga.
Al hombre lo llaman ahora "El Chacal" y lo comparan con el austríaco Josef Fritz, que también abusó durante años de su hija, a la que encerró en el sótano de su casa y tuvo con ella varios niños, con la diferencia que el mendocino no privó de la libertad para someter a las suyas.
Puga, quien entabló contacto varias veces con el hermano de la mujer abusada, tomó conocimiento que otras dos hermanas debieron abandonar la casa en Patricias Mendocinas al 3.000, en la capital provincial, porque también eran violadas ellas en el marco de un pacto de silencio de todos los integrantes del grupo familiar.
Por el momento hay sólo una persona detenida, pero "la investigación recién se inicia y podrían haber más implicados", aseguró el funcionario. La justicia ahora puso el foco de la investigación en el "encubrimiento familiar" sobre la causa, en el que podrían estar implicados varios hijos del Chacal.
El diputado Ricardo Puga expresó que la víctima fue abusada y violada “desde los 8 años, según la denuncia de uno de los hermanos de esta chica y además otras hijas de él, que una está en España y otra en otro lugar, también fueron víctimas de acoso por parte de este señor y se tuvieron que ir de la casa. La vida que llevaron dentro de esa casa fue de temor, amenaza, de presiones y hasta con armas”.
La Justicia de Familia intervino en el caso hace unos veinte días, en el marco de investigaciones que iniciaron hace meses los legisladores mendocinos Ricardo Puga y Alejandra Naman García, y el titular de la Cámara de Diputados provincial, Jorge Tanús.
Esa investigación impulsó a la víctima a vencer el temor de denunciar a su padre por las violaciones y los siete hijos que de ellas derivaron, cuyas edades van de 2 a 19 años.
El hecho se conoció hace unos ocho meses, cuando el hermano de la mujer abusada, de 37 años, luego de fracasar en su intento de denunciar a su padre como violador de sus hermanas, tomó contacto con la legislatura provincial para exponer lo que ocurría.
Al hombre lo llaman ahora "El Chacal" y lo comparan con el austríaco Josef Fritz, que también abusó durante años de su hija, a la que encerró en el sótano de su casa y con la que tuvo varios niños, con la diferencia de que el mendocino no la privó de libertad.
Según parece, el presunto abusador tendría en total 22 hijos. Ocho con su primera mujer, siete con su segunda y los restantes con su hija de 35 años, a quien -según su hermano- violó desde los ocho (la denuncia dice que desde los 15) y que siempre dio a luz en hospitales como madre soltera.
La primera esposa del acusado señaló que Lucero contrajo matrimonio con ella hace 45 años y que cree que abusó de sus tres hijas. "Cuando los chicos comenzaron a crecer, él empezó a acercarse a ellos de forma peligrosa y los tocaba de una manera que a mí no me gustaba", por lo que lo echó de la casa, señaló.
Por su parte, uno de sus hijos dijo: "Creo que este tipo tiene más mujeres y por lo menos 64 hijos, por lo que pido que me ayuden a seguir investigando, ya que muchos de ellos abandonaron la provincia". A su vez, opinó que "es un violador compulsivo, que acosó a todas sus hijas y que vejó por lo menos a cuatro".
"Yo denuncié a mi padre, pero mi madre es oficial de Justicia y tapaba todo", indicó el hombre sobre su progenitora, empleada del Poder Judicial de Mendoza, al tiempo que acusó a la Justicia de actuar en forma demasiado lenta hasta que fue su propia hermana la que denunció al padre violador. Cada vez que visitaba la casa un oficial de Justicia, la madre decía que "no pasaba nada", recordó.
Al mismo tiempo, justificó a su hermana por no haber denunciado el caso hasta ahora, porque "tuvo mucho miedo, vivió esta pesadilla desde los ocho". "La tenía psicológicamente dominada; parece una chica de 12 años por más que tenga 35", insistió.
Según relató, su padre, pese a las atrocidades que cometía, "cuando veía por televisión el caso de algún violador, decía: ¡Cómo puede hacer eso!". A su vez, indicó que enfrentó a su padre en varias ocasiones para defender a su hermana, en las que fue golpeado, hasta que finalmente abandonó la casa.