Garro-Valenzuela-Grindetti son el botín de guerra del divorcio de Macri y Larreta
Como en todo divorcio, por lo general, los hijos se llevan la peor parte. Y son el botín de guerra que los "padres" se disputan. En justo en esa esquina incómoda y peligrosa para su supervivencia política donde hoy están parados Julio Garro, Diego Valenzuela y Néstor Grindetti, el trío de intendentes "amarillos" con mayor poder de votos y caja en el estratégico Conurbano.
Los tres se autoimpusieron la misión ¿imposible? de evitar una guerra fratricida entre Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta (los padres divorciados). Por eso trabajan horas extras y apelan a la palabra "unidad", sin que por ahora sean muy escuchados. Mauricio Macri y su primo Jorge (intendente de Vicente López) ya les plantaron el sambenito de "traidores" al espíritu del Grupo Dorrego, que se había formado para evitar que desde CABA Larreta les plantara un "porteño" en la Provincia. Y mientras el primo Jorge redobla la apuesta y amenaza con sumarle votos a la nueva estrella radical, Facundo Manes, el ex presidente se mete en el armado y le da aire al cumbianchero El Dipy, como su apuesta personal en La Matanza.Desde el otro campamento (el de Larreta) el trio Garro-Valenzuela-Grindetti es ninguneado. Santilli avanzó con su armado. La veintena de dirigentes territoriales que Santilli y Ritondo reunieron el viernes pasado en Cardales en la casa del ex embajador Sabor, es un disparo al corazón de las negociaciones de "unidad" del trio de alcaldes "amarillos".
Con el cierre de las listas para las PASO 2021 en cuenta regresiva, los intendentes del PRO son hoy la puerta de salida de emergencia para la oposición amarilla, que busca por todos los medios "limar asperezas" y evitar una interna en el espacio que genere mayor tensión en sus armados distritales.
En esta ocasión, el encuentro se corrió de los territorios bonaerenses y tuvo lugar en el búnker de la calle Balcarce al 400, pleno centro porteño, y tuvo como protagonistas a la ex Ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, al ex Secretario de Gestión Federal de Seguridad, Gerardo Milman, y a los intendentes bonaerenses Julio Garro (La Plata), Nestor Grindetti (Lanús) y Diego Valenzuela (Tres de Febrero). Entre café y sándwiches, los líderes PRO de ambos lados de la General Paz trabajan a destajo en busca de un oxímoron: preservar la unidad en medio de una guerra para definir quién será el líder del espacio de cara al 2023: Mauricio Macri u Horacio Rodríguez Larreta.
Según informaron a 24Con.com fuentes cercanas a los intendentes participantes, Bullrich se mostró "predispuesta a trabajar en una lista de unidad en la provincia, pero intensa por ver con qué le pagarán" ya que, por detrás de la "racionalidad" de la presidenta del PRO, se esconde la firme convicción de ser ella la sucesora de Larreta cuando éste eventualmente cumpla su mandato como Jefe de Gobierno porteño.
Sin embargo, a pesar de una poco característica actitud moderada, la ex Ministra de Seguridad, asegura el vocero de uno de los asistentes, se encuentra entre la espada y la pared: no terminará de darle su pleno respaldo a los intendentes sin antes asegurarse de dejar "contento" al otro jugador fuerte en la interna bonaerense, Jorge Macri.
El último viernes, en la localidad bonaerense de Cardales, Santilli compartió un asado con Cristian Ritondo y dirigentes del PRO de la Primera y Segunda Sección Electoral para avanzar en el armado político de la Provincia de Buenos Aires. Se hizo en la casa de Ezequiel Sabor -ex secretario de Trabajo y embajador en México durante la gestión de Cambiemos-. Finalizando el evento, los oradores principales fueron Santilli y Ritondo, que también se comunicaron con Vidal de manera virtual porque sigue en cuarentena tras volver de los Estados Unidos. El vicejefe porteño e inminente candidato bonaerense aseguró que quería contribuir a un triunfo electoral en la Provincia y prometió que recién en 2023 se definirá quién se postulará para gobernador bonaerense, y afirmó: "Puedo ser yo, puede ser Cristian Ritondo, Jorge Macri o algún intendente. Será el que mida mejor en ese momento". Así abrió el juego y no anticipó la pelea que habrá en dos años.
"Claramente vamos a una interna con (Facundo) Manes, así que nos tenemos que preparar para eso. Pero después de ganar las PASO tenemos que estar todos juntos para ganarle al kirchnerismo", aseguró Santilli durante la reunión. Lo escucharon con particular atención una veintena de dirigentes del PRO, entre quienes estaban Gustavo Ferrari, Alex Campbell, Agustín Forchieri, Bruno Screnci, Sebastián Abella y Ezequiel Jarvis, entre otros.
Es que la convicción de los alcaldes bonaerenses por evitar que el PRO lleve dos listas en las PASO del mes de septiembre, choca con el mayor problema entre las filas partidarias: la tensión irreductible del primo del ex presidente, empeñado, como sea, en bloquear la candidatura de Santilli. Una fricción que por ahora excede a cualquier intención unitaria del larretismo, que continúa su avanzada en la provincia tras la reunión del día jueves en el partido de Tres de Febrero, con Valenzuela como anfitrión.
Desde el círculo de los intendentes PRO aseguraron que tanto Bullrich en Capital como Macri en la Provincia pujan por una interna, pero por el lado de la ex Ministra, la cuestión se resuelve con mayor facilidad ya que, al no tener tanto desarrollo en territorio bonaerense, se conformará "con tener un par de lugares en las listas". Sin embargo, la pelea mayor la tienen que dar al intendente de Vicente López, con el cual continúan manteniendo reuniones a pesar de que "la cosa sigue tensa".