Peronistas y "amarillos" se rebelan y no quieren que ningun "porteño" maneje la Provincia
La dirigencia de la Provincia de Buenos Aires se ha dado cuenta por haber tenido que soportarlo que la dirigencia porteña no es apropiada para manejar el principal territorio del país y también el más complejo.
Por Alejandro Cancelare
Hace dos semanas, cuando se realizó la primera reunión de coordinación de los principales referentes del oficialismo en la Casa Rosada, quedó muy claro para todos, inclusive para Axel Kicilof, el gobernador actual, que lo que él entendía no era lo que verdaderamente pasaba en su territorio. Así lo interpretan los intendentes y varios de los que allí estaban.
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De ese encuentro fueron protagonistas Sergio Massa, Máximo Kirchner, Santiago Cafiero, los intendentes Martín Insaurralde, Juan Zabaleta, Fernando Espinoza y Jorge Ferraressi. También estuvieron Gabriel Katopodis, ex intendente y actual ministro, y el jefe de gabinete, el sanisidrense Santiago Cafiero.
Los reproches fueron tales que Kicilof atinó a emitir algunas opiniones. En privado suele ser mucho más crudo y despectivo para con los jefes comunales, a los que acusa de guardar la plata en plazo fijo.
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La semana pasada hubo un encuentro de intendentes de Juntos por el Cambio en el que Jorge Macri, Diego Valenzuela, Julio Garro y Néstor Grindetti dijeron con claridad que la provincia no podía ser un laboratorio para que los porteños experimenten con sus propios proyectos.
El mensaje era para Horacio Rodríguez Larreta y para su ladero Diego Santilli, quien utiliza su domicilio de Pilar para decir que quiere ser gobernador. Vidal se aburre con este tipo de debates.
A esta postura deben sumársele las opiniones de otros dirigentes bonaerenses que más de una vez no coincidieron en los puntos de vista y posicionamientos públicos e internos. Por ejemplo, en con Macri, Jorge. En esa fila también pueden anotarse al ex intendente de San Miguel, Joaquín de la Torre y a Emilio Monzó, ambos de procedencia peronista pero que conviven en el ex Cambiemos.
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"Fijate como nos fue cuando nos gobernaron los porteños... Carlos Ruckauf, Daniel Scioli y María Eugenia Vidal... No entienden la problemática de la Provincia, no conocen su gente y mucho menos una idiosincrasia tan diversa", se lamentó uno de los protagonistas principales en todos estos episodios.
En este sentido también descree que el país tenga alguna salida "si los elegidos siguen saliendo de Palermo o Belgrano", en clara referencia a Mauricio Macri, Alberto Fernández y, quizás, Horacio Rodríguez Larreta.
Si bien sabe que es una mirada extrema en lo nacional, porque provincianos tampoco acertaron, lo de la Provincia es concreto. Es como si de pronto, Atenienses y Espartanos se hayan dado cuenta que los porteños no pueden gobernar la Provincia.
Uno de los referentes citados en esta nota se anima a emparentar la situación de Kicilof con la pasada de Vidal. "Lo terminan sufriendo".
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El último experimento existoso fue transversal y terminó fatigado por errores políticos y vanidades no resueltas. Fue cuando Sergio Massa armó un nuevo grupo de intendentes que se independizaron del kirchnerismo tradicional.
Años después la ancha avenida del medio que habían conformado con la ayuda de Francisco De Narváez y Mauricio Macri triunfaron en una elección que generó una expectativa que se diluyó por factores visibles y ocultos.