Pergolini tildó de "imbéciles" a los que aprobaron la ley de teletrabajo

El empresario y vice de Boca repudió la normativa impulsada en el Congreso de la Nación y manifestó: "Hacen todo lo posible para que la gente no dé trabajo".

Mario Pergolini, dueño de la radio Vorterix y conductor del programa matutino Maldición, va a ser un día hermoso, criticó con dureza la ley de teletrabajo que sancionó el Congreso de la Nación: "Ustedes son unos imbéciles. En serio, son un grupo de imbéciles. Ya a esta altura creo que son hijos de puta en lugar de imbéciles. La verdad: hacen todo lo posible para que la gente no dé trabajo".

Y agregó: "Quiero felicitar a todos los tarados del Congreso que hicieron una ley de teletrabajo que escupió y orinó el sistema. ¿Por qué doy mi punto de vista? Contratás a alguien como teletrabajo y hay que contratarlo en relación de dependencia. Una persona que podría haber tenido dos, tres trabajos, cortos, sencillos, con nuevas metodologías de trabajo, los llevamos a como teníamos las metodologías de trabajo en los 60, en los 70, que todavía no ha cambiado".

"¿Y así quién va a contratar gente de esta forma? Si cada una de estas personas va a tener la misma carga que se viene haciendo. Una de las razones por las cuales no se está contratando gente. Que el que da trabajo no quiera dar trabajo. Y lo otro también es decir que exige que el que toma la decisión de si hace teletrabajo o no es el contratado. No contratado, el que le das trabajo. Porque no es contrato, ojalá fuera un contrato", sostuvo Pergolini.

"Esto lo que tiene de bueno es que podés reducir lugares, que podés dar trabajo con menos costo, bueno si la persona que de golpe dice: ?No, ahora quiero que me des un lugar físico de trabajo'. Y se puede dar por despedido, y como es un trabajador pleno... todas las ventajas de tenerlo en un teletrabajo se perdió", enfatizó el conductor.

Y continuó: "En todo el mundo todavía no se sacó una ley de trabajo. ¿Por qué? Porque la están estudiando. Porque ponen a los empresarios, que son los que van a dar trabajo, pero se sigue pensando que el que da trabajo es un hijo de puta. Hacen todo para que el tipo que da trabajo, no dé trabajo".

La ley, que fija derechos y obligaciones para quienes desarrollen el trabajo remoto fue sancionada la semana pasada por el Senado de la Nación con 40 votos afirmativos y 30 negativos, pese a las críticas del sector empresarial que, al igual que Pergolini, considera que la normativa desalienta la contratación ante la arbitrariedad de algunos puntos de la ley. Por ejemplo cuestionan la reversibilidad, que permite que el consentimiento prestado por la persona que trabaja en una posición presencial para pasar a la modalidad de teletrabajo podrá ser revocado por la misma en cualquier momento de la relación. Desde la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) señalaron como un error "la regulación de cuestiones del futuro con conceptos del pasado".

"Cada vez hacen más cosas para que no se de trabajo", continúo enérgicamente el conductor radial. "Imbéciles ya son, pero están a minutitos de ser hijos de puta", agregó sobre los legisladores, a quienes consideró también "tarados". "No se dan cuenta lo que están legislando, nunca dan ventajas para que haya trabajo. Te frenan las ganas de dar trabajo, cada vez que doy trabajo es un problemón. Estos tipos son unos tarados", insistió.

Por último Pergolini criticó que el sector empresarial no haya sido convocado para redactar la normativa: "Si es algo que tiene que ver con el trabajo y el trabajo es privado. Esto no va a pasar con el Estado en el cual labura el 2000% del país. Esto es para gente del sector privado más que nada, ¿por qué no llamaron a la gente del sector privado? No la llamaron. Es ridículo no llamar a los grupos afectados y seguir pensando que el que da trabajo es un hijo de puta, un gorila, un imbécil capitalista. Es muy tarado pensar así. Legislamos de formas imbéciles. Te da bronca", concluyó.

Pese a la rapidez con la que se redactó, se debatió y se aprobó la ley, recién entrará en vigor pasados los 90 días contados desde la finalización del aislamiento social, preventivo y obligatorio. Tiempo previsto para darle un margen a los empleadores a adecuarse a las mayores exigencias que demandará el nuevo marco normativo.

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