Matteo Braccia Bellini, el joven que venció al covid-19 y hoy dona plasma para salvar a otros

Tiene 22 años y luego de un viaje a Estados Unidos se contagió. "Recuerdo que cuando llegué ni siquiera saludé a mi mamá y fueron en dos autos al aeropuerto para que no tengamos contacto", afirma Matteo a 24CON y confirma que esa decisión salvó a su papá, paciente oncológico, y a su abuela de 80 años. Una historia que merece ser contada.

Hasta fines de marzo de este año, Matteo Braccia Bellini tenía una vida normal para un joven de 22 años de Argentina. Luego de finalizar sus clases de Derecho en la Universidad Católica Argentina, a mediados de diciembre pasado, decidió emprender una experiencia a Colorado, EE.UU. Allí, participó de un programa Work and Travel, una forma de aprender el idioma de manera intensiva y a su vez trabajar para costear el viaje, que es muy común entre los jóvenes de su edad del mundo. 

En una charla exclusiva con 24CON.com, Matteo se anima a contarnos cómo fue la experiencia de haber vencido al covid-19 y la decisión al superar la enfermedad que azota al mundo de donar plasma para salvar vidas. 

- ¿Cómo fue tu experiencia después que te diagnosticaron de covid-19? 

- Yo regresé el 21 y ya el 25 me empecé a sentir mal y al día siguiente me confirman el positivo. Por suerte mi recuperación fue buena pero fue un proceso angustiante. Es una enfermedad y al recibir la mala noticia de qué era positivo no pude evitar la tristeza. Pero lo más desesperante fue estar cinco días, sólo, en una habitación y qué todo se suscriba a ir de la cama al baño. Recuperé un poco la tranquilidad cuando me dieron de alta, aunque con la incertidumbre por el segundo hisopado, habitual en cada paciente que tiene el virus. Recuerdo que fueron dos días que me volvía loco, hasta que dio negativo y ya sentí que había zafado de la situación. 

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- ¿Cuando comenzaste a donar plasma y qué significó en un primer momento dar ese paso? 

- Luego que el 1° de abril me dieran el alta, y a los dos o tres días me confirman el negativo. Fue mi mamá la que me contó la idea y rápidamente me contacté con el CEMIC y me puse a disposición. Al poco tiempo, a fines de abril doné por primera vez, a mediados de mayo volví a hacerlo, y a fines de ese mismo mes fue la tercera donación. Ahora estoy esperando que me vuelvan a convocar. Fue cómo un acto reflejo, me parecía lo correcto. La primera vez tampoco tenía toda la información que salvaba vidas y era una solución tan importante para tratar la enfermedad en este momento.

- ¿Que le dirías a la sociedad en cuanto a qué sigan los pasos de todos los que lo están haciendo? 

- Me gustaría decirle a la gente que si tiene algún conocido que tuvo el virus lo incentive a donar plasma. Yo fui muy cuidadoso, incluso en el viaje de vuelta de Estados Unidos pero en alguno de los cuatro aeropuertos en los que estuve seguro me pesqué el virus. Mi miedo no era contagiarme sino transmitirlo a mis padres o mi abuela. Mi papá es paciente oncológico y mi abuela tiene 80 años. Por suerte esto pasó rápido para mí y ellos están bien. Hubo casos que se convirtieron en tragedia. Recuerdo que cuando llegué ni siquiera saludé a mi mamá y eso pudo haberlos salvado. Mis padres me trajeron el auto a Ezeiza y ni siquiera volví con ellos desde el aeropuerto. Luego me aislé sólo y ahí me detectaron la enfermedad. Le pido a todos que se cuiden mucho.  

- ¿Qué cambió en tu vida después de esta experiencia?

- Mis amigos y mi familia me cargan que soy un Super Hombre, porque ya no puedo contagiarme ni contagiar a nadie. No lo veo así, aunque estoy más tranquilo cuando ando por la calle. Veo mucha gente asustada con todo esto. A veces cuando saco a pasear la perra y salgo sin barbijo porque no lo tengo que usar, es terrible como me miran. Siento esa tensión y a veces se nota que me esquivan, como si tuviera lepra, algo que me hace dar cuenta que por suerte no tengo esa sensación pero entiendo al resto. Me despertó el deseo a ayudar a otros. Me escribieron muchos para preguntarme cómo era donar o cómo había sido transitar la enfermedad. Otros me agradecían pero hay un interés en la donación. Mi interés es ayudar todo lo que pueda a intentar hacer mi aporte para que menos gente esté en terapia intensiva. Con los 10 mil recuperados que tenemos, se va a multiplicar la ayuda.

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