El último gran trabajo de los trolls de Peña

Este miércoles tuvo lugar una accidentada sesión en Senadores, debido a un corte de luz que afectó tanto su desarrollo como su transmisión. Para algunos fue la despedida más apropiada para Cambiemos, que incrementó cuarenta veces el precio de las tarifas vigentes en 2015 pero no consiguió resolver un apropiado abastecimiento del servicio.

La sesión incluyó la jura de los 24 senadores electos el pasado 27 de octubre y la designación de nuevas autoridades. También el tratamiento de la solicitud de licencia del senador José Alperovich, acusado de abuso y violación por una sobrina segunda y la aprobación de la renuncia elevada por la senadora Cristina Fernández de Kirchner, para asumir el cargo de vicepresidente a partir del 10 de diciembre.

En el nuevo Senado, la ex presidente incrementará considerablemente su poder, ya que el Frente de Todos contará con mayoría propia. Esta situación sacó de quicio a sus detractores, que se ensañaron con ella en las redes sociales, esperanzándose con que Cristina podría quedar tras las rejas el lunes próximo, como resultado de las conclusiones de los jueces en la audiencia en la que deberá comparecer.

Estas publicaciones en las cuentas de Twitter -tanto de personas reales como de numerosos trolls- celebraron la renuncia de Cristina a su banca, ya que aseguraban que, de este modo, se quedaría sin fueros hasta el 10 de diciembre. En esta hipótesis, según la decisión que adoptara el Tribunal, CFK podría ser derivada a prisión sin trámite parlamentario alguno.

Las expresiones de los tuiteros anti K fueron generosas en sus agresiones e insultos, tal como les resulta característico. No fueron, por cierto, las únicas expresiones que mereció en las redes sociales la renuncia presentada, ya que sus seguidores -en cambio- manifestaron su alegría y apoyo frente a la nueva responsabilidad que deberá asumir.

La pregunta de fondo, naturalmente, es si la ex presidente podría ser derivada a prisión el próximo lunes, al existir varios pedidos de prisión en causas tramitadas por jueces claramente predispuestos en su contra, con el inefable Claudio Bonadío a la cabeza.

La respuesta decepcionará a sus detractores imbuidos del voluntarismo característico de Cambiemos, con sus consignas de "Sí, se puede", que resultaron tan certeras como aquellas afirmaciones de Mauricio Macri cuando alegremente afirmaba que la inflación no sería un problema en su gobierno y que ya trepó al 250 por ciento en cuatro años.

La clave está en el texto de la renuncia, donde se especifica con claridad que la misma deberá efectivizarse el 10 de diciembre, al momento de asumir su nuevo cargo.

Por algún motivo reñido con toda lógica o raciocinio, estos entusiastas tuiteros que no consiguen reponerse de la clara derrota sufrida por Juntos por el Cambio en las PASO y en las elecciones generales, supusieron que la ex presidente sería tan ingenua como para dejar abierto semejante flanco para ser atacada, cuando no se ha cansado de denunciar la práctica del lawfare por parte de un sector de la Justicia alineado con el gobierno de Mauricio Macri. Mucho menos se preocuparon por tomar contacto con el texto de la nota, leída en voz alta durante la sesión y ruidosamente celebrada por la mayoría de los asistentes.

Es nuestro deber instruir a estos numerosos detractores y notificarles que, en su calidad de vicepresidente, le corresponderán los mismos fueros que garantizan la inmunidad de los senadores y diputados. Pero que, debido a su nuevo rol, el trámite para despojarla de sus fueros resultaría mucho más complicado y extenso, ya que sería necesario el pronunciamiento de ambas cámaras, en un proceso de juicio político.

El jurista Víctor Vial del Río define al error como el producto de una "mala apreciación de la realidad determinada por la ignorancia, es decir, por no haber tenido la parte conocimiento de todas las circunstancias que influyen en el acto concertado". La definición parece caber, en este caso, como anillo al dedo.