Vecinos al microondas
La instalaron en Haedo no cuenta con ningún permiso municipal ni provincial. Y lo más grave: se investiga si sus ondas electromagnéticas provocan graves daños a la salud.
Fue casi una jugada de ajedrez. Un plan cuidadosamente estudiado. Primero eligieron el día: domingo. Después la hora: tres de la tarde. Y finalmente la forma: una cuadrilla de operarios que actuó como si se moviera en puntas de pie, sin despertar la menor sospecha. Así, sin testigos molestos y en apenas unas horas, lo que los vecinos de Haedo temían desde hacía dos meses, el 19 de abril pasado se convirtió en una cruda realidad: una antena de telefonía celular, cuyas ondas electromagnéticas podrían ser nocivas para la salud, ya es parte del paisaje del barrio.
Casi todos la descubrieron al día siguiente, el lunes 20, cuando al salir de sus casas se toparon con esa mole de más de veinte metros de altura, instalada por la empresa Claro sin permiso oficial alguno, en un terreno del ferrocarril ubicado en Vignes y Primera Junta, a tres cuadras de la estación de Haedo.
Pero la intimación municipal no tuvo ningún efecto sobre las intenciones de la empresa, que no sólo siguió adelante con la obra, sino que también instaló la antena, se supone que con el único aval de TBA, que tiene la concesión del ferrocarril. Para colocar una antena de telefonía celular es necesario contar con la habilitación del Organismo Provincial para el Desarrollo Sustentable, que se encarga de medir las emisiones electromagnéticas y su impacto ambiental.
“Lo más grave es que ni siquiera iniciaron el trámite”, sostuvo Costa. Está probado que la exposición a este tipo de ondas produce un aumento de la temperatura corporal, lo que no se sabe todavía es si ese efecto es inocuo o si puede ocasionar graves enfermedades, entre ellas cáncer, como señalan algunos.
Los estudios realizados por la Organización Mundial de la Salud no son concluyentes al respecto, pero ante la duda la normativa establece determinadas condiciones para instalar este tipo de antenas. Indignados, el sábado los vecinos se concentraron en la esquina de Primera Junta y Vignes, donde le exigieron una solución al delegado municipal y decidieron presentar un recurso de amparo ante la justicia para que paralice de forma inmediata el funcionamiento de la antena.
Ante el reclamo, el municipio solicitó a la empresa Edenor que interrumpa el suministro eléctrico que recibe la antena y radicó una denuncia ante el Tribunal de Faltas, que intimó a los representantes de Claro y TBA a que mañana se presenten a declarar.
Pero los vecinos siguen en estado de alerta. Ahora les toca a ellos mover sus piezas. La partida recién empieza.