El misterio de Clemente Mamani
Los vecinos acusan a Juan Miranda de "tener algo que ver" con la desaparición de Clemente. Pero él se ataja y dice: "Me señalan a mí porque estamos en época electoral". Aumenta el misterio en Ituzaingó.
“No quiero hablar”, es lo primero que dice Juan Miranda, un empleado municipal que conduce habitualmente una camioneta de Acción Social de Ituzaingó. Pero no hace falta insistirle demasiado para que cambie de opinión. Agobiado por las acusaciones de sus vecinos, que lo consideran sospechoso de la desaparición de Clemente Mamani, quien fue visto por última vez el 15 de marzo pasado, en cuestión de segundos Miranda se larga a contar su verdad. No quiere fotos, pero sí hablar. Y mucho.
-¿Usted lo conoce a Clemente Mamani?
-Sí, lo conozco hace 45 años. Incluso llegó a hacer trabajos de albañilería en mi casa. Y siempre tuve una buena relación con él. Así que no sé por qué inventaron todo esto.
-Los vecinos aseguran que su nieto usurpó la casa de Mamani un rato después de su desaparición….
-Mi nieto no usurpó la casa en ningún momento. El le alquiló la casa a este hombre por cuatro meses y a cambio de 4 mil pesos. Ya lo vamos a probar en la Justicia.
-¿Tiene algún comprobante del alquiler?
-Ya lo vamos a probar en la Justicia. Es todo lo que tengo para decir.
-¿Su nieto le dio los 4 mil pesos?
-No sé, no sé si le dio todo el dinero.
-¿Y por qué si su nieto alquiló la casa tuvo que forzar la cerradura a martillazos para ingresar?
-Mi nieto me contó que lo que pasó es que cuando quiso abrir un candado que había en la puerta la llave se le trabó, y entonces tuvo que violentarlo.
-¿Mamani no le dijo a su nieto a dónde tenía pensado irse a vivir?
- No. El le entregó la casa a mi nieto y se fue. ¿Adónde fue? No tengo idea. Lo único que le dijo a mi nieto es que a fin de mes iba a volver a buscar unas herramientas.
-Pero los vecinos aseguran que usted les dijo que Mamani se había ido a visitar a unos parientes a Misiones…
-Que los vecinos digan lo que quieran. Dicen tantas cosas que ya nada me sorprende. Yo nunca dije que se había ido a Misiones. Si yo ni siquiera hablé con él. Lo único que me enteré después, y por una vecina, es que tiene una hermana en Bolivia. Pero no tengo idea si fue a visitarla a ella o se fue a otro lado.
-Otra cosa que le endilgan a usted es haberse llevado en una camioneta del municipio pertenencias de Mamani…
-Es absolutamente falso. Porque puedo demostrar que a la hora que ellos dicen haberme visto yo estaba repartiendo alimentos en un centro comunitario de Villa Ariza y en otro de Villa Alberdi. Recién fui a la casa de Mamani cuando me llamó mi nieto y me dijo que tenía problemas con un vecino. Y cuando llegué ya estaba la policía. Así que cómo me voy a llevar cosas de ahí. Es ridículo.
-Los vecinos dicen que Mamani jamás se hubiera ido sin antes avisarles ¿A dónde cree que puede estar?
-Como le dije antes, lo que digan los vecinos me tiene sin cuidado. Esto que armaron es toda una fábula. Y repito: no tengo idea de adónde pudo haberse ido. Lo único que le puedo decir es que yo estoy buscando a Clemente por todos lados. Soy el más interesado en que aparezca para que se clarifique todo. Cómo será que vi a una persona parecida a él cerca de las vías y lo empecé a llamar a los gritos: ¡Clemente! ¡Clemente! Pero no era.
-¿Por qué cree que los vecinos podrían querer inventar algo en contra suya?
-No sé, habría que preguntárselo a ellos. Tal vez porque estamos en un período electoral. Si hasta quisieron meter a la municipalidad en todo esto.
- ¿Y usted como se siente?
- Mal, destruido. Cómo voy a estar. En mi casa ya no come ni duerme nadie con todo esto.