El municipio investiga el caso

¿Dónde está Clemente?

Fue visto por última vez hace diez días, cuando lo subieron a un auto. Una pareja usurpó su casa y una camioneta de Acción Social se llevó sus cosas.

Marcelo estaba a punto de llegar a su casa del barrio El Pilar cuando vio a su vecino Clemente Mamani subir a un auto que enseguida se alejó a toda velocidad. Sorprendido, dado que Mamani es un hombre muy humilde y solitario que casi no se relacionaba con nadie, Marcelo se quedó unos segundos pensando en lo extraño de la situación. Hasta elucubró algunas teorías. Pero lo que jamás imaginó es que esa sería la última vez que vería a su vecino. Diez días después nada se sabe sobre su paradero. Nunca más volvió ni dio señales de vida. Y lo más inquietante: una hora después de que se marchara en el auto, una pareja usurpó su casa y comenzó a llevarse todas sus pertenencias.

 

La historia, que conmueve a todo el barrio El Pilar, comenzó el domingo 15 de marzo, curiosamente el día que Mamami, quien se gana la vida un poco albañil y otro poco como cartonero, cumplió 71 años. Eran las 11.30 de la mañana cuando Marcelo regresaba a su casa después de hacer unas compras. Estaba a menos de una cuadra de la casa que Mamani ocupaba en Santos Dumont 642 cuando lo vio marcharse en un auto gris -aparentemente marca Gol- conducido por otro hombre.
Esa fue la primera señal de un rompecabezas al que todavía le faltan muchas piezas. La segunda llegó una hora después, cuando Graciela, la hermana de Marcelo, vio que en la casa de Mamani había estacionada una moto. Y una tercera se produjo al día siguiente, el lunes 16, y fue aún más preocupante. Diana, otra vecina del barrio, fue a ver a Mamani para que le hiciera unos arreglos de albañilería en su casa. Tocó el timbre, pero en lugar de su vecino salió a atenderla una pareja de jóvenes. Cuando les preguntó por Mamani, le respondieron que se había ido de viaje y que ellos le habían alquilado la casa por 4 mil pesos. Todo muy extraño. Pero mucho más extraño fue cuando un poco más tarde varios vecinos vieron una camioneta blanca que se llevaba pertenencias de Mamani.
Ya eran tantas las evidencias de que algo más que anormal estaba ocurriendo, que los vecinos comenzaron a movilizarse y llamaron a la policía. Pero antes  que el patrullero, la que llegó al lugar fue otra vez la camioneta blanca en busca de más pertenencias de Mamani. Para sorpresa de los vecinos, el que la manejaba era Juan Miranda, un hombre que vive a pocas cuadras y trabaja en el área de Acción Social de la Municipalidad de Ituzaingó.
Cuando le preguntaron por Mamani, contestó que se había ido de viaje a visitar a unos parientes que tiene en Misiones y que su nieto, Armando Olson, y la novia de éste le habían alquilado la casa.
Finalmente llegaron tres policías que se llevaron a Olson y a su novia a la comisaría segunda de Villa Ariza, donde les tomaron declaración y luego los dejaron en libertad con la condición de que no retornaran a la casa de Mamani.
Cuando los vecinos ingresaron a la casa de Mamani descubrieron que la puerta había sido violentada a martillazos. Es como mínimo sugestivo que alguien que alquiló una casa ingrese de esa forma.
 “Tampoco nos cierra para nada que digan que se fue de viaje a visitar a su familia. Primero que no tenía familia en ningún lado. Y segundo que jamás se hubiera ido sin decirnos nada a nadie”, explica a 24CON Silvia, una vecina que vive enfrente de la casa de Mamani. 
Y el jueves pasado, otro dato sumó aún más preocupación sobre la suerte corrida por Mamani. Su cédula de indentidad apareció tirada a unas cuadras de su casa, en la esquina de Nahuel Huapí y Orán.
La investigación quedó a cargo de la fiscalía de Ituzaingó, que llamativamente todavía no citó a declarar a la pareja que usurpó la casa. La que tomó cartas en el asunto es la Municipalidad de Ituzaingó, que abrió un sumario para investigar la conducta de Miranda. “Si comprobamos que cometió alguna irregularidad no vamos a tener miramientos. Este hombre va a ser despedido de inmediato”, aseguró a 24CON una fuente cercana al intendente Alberto Descalzo.
Mientras tanto, los vecinos siguen buscando a Mamani. Pegaron carteles con su foto por todo el barrio, pero nadie sabe nada de él. Muchos ya temen por su vida. Es que el tiempo pasa. Y Mamani no aparece.