Se la conoce como "yerba loca"

¿Cómo se usa?

Se prepara en forma "casera", moliendo pastillas de sertal o con gotas de Buscapina. Un sólo vaso puede causar efectos instantáneos. La víctima permanece conciente, pero hiponotizada.


"La puede violar un mono de África y no se da cuenta"


"Es bueno que se difunda la existencia de la Burundanga porque ahora la gente va a estar alerta. Una chica va saber qué hacer frente a un tipo cuando su respuesta no está acondicionada, porque esta droga le copa el cerebro. Cuando está bajo sus efectos, la puede violar un mono de África y ella no se va a negar”, resume Luis Augusto Weckesser, creador de la División de Toxicomanía de la bonaerense.


¿Pero qué es exactamente la Burundanga? “Es un fenómeno local de Colombia. No es ninguna droga específicamente, sino que es un modismo como galopa o frula”, explicó el ex policía. “Se llama Burundanga a una flor tipo “cucurucho” como las que están generalmente en las estaciones de trenes, y son conocidas como “monjitas”. Crecen en Colombia, Venezuela, Ecuador, Paraguay y el norte argentino. Además, se utiliza para realizar actos criminales y delictivos como secuestros express, robos y violaciones”, completa José Ernesto Fernández Antonio, Presidente del Consejo de Graduados de Ciencias de la Criminalística y Forenses de la República Argentina.

El forense indicó que “la Burundanga, escapolomina o belladona –sustancia que era empleada por los aborígenes locales y conocida como “yerba loca”- es un alcaloide, una droga que trabaja sobre el cerebro que está dentro del género de las tropinas. Es decir, es natural, pero se la ve muchas veces manufacturadas como químico. Por ejemplo, la antropina, en una dosis ínfima que te sirve para atacar los espasmos digestivos y los mareos y contra el mal de Parkinson”. Sin ir más lejos, el sertal y la buscapina la contienen. También, se utiliza en las operaciones, para calmar el miedo y para evitar que el paciente salive y se ahogue. “Esto se vende en cualquier farmacia porque es medicinal”, indica Wecckeser.

Al respecto, ambos especialista coinciden en que todo depende del uso: “Un cuchillo enorme puede ser usado para cortar pan o para asesinar”, ejemplifica Weckesser.

“Este alcaloide inhibe la voluntad de la víctima llegando a reducirla prácticamente a cero, haciendo así posible la fácil manipulación de la víctima para cualquier fin, con la ventaja añadida de la pérdida de memoria una vez sus efectos desaparecen”, detalla la psicóloga Liliana Vázquez.

 “Uno está conciente, pero está en una forma complaciente. La víctima accede a todo lo que le pide el victimario. Entonces es fácil secuestrarte, violarte, robarte, o lo que quiera hacerte el tipo que te está guiando. Pero también puede provocar la muerte si la dosis es excesiva”, simplifica Fernández.