Crecieron un 700% las detenciones arbitrarias en la Provincia

 Lo confirmaron desde la CORREPI, organismo de DD.HH que realiza estadísticas sobre violencia institucional. Cuestionaron la política de seguridad de Cambiemos y señalaron que la “depuración” anunciada por el gobierno responden a la “necesidad de resolver internas y privilegiar algunos sectores de la fuerzas sobre otros”.

Los primeros datos sobre violencia institucional dados a conocer por la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI) demarcan un escenario preocupante para la Provincia.

La referente del organismo, María del Carmen Verdú, señaló que la cantidad de denuncias por detenciones arbitrarias creció siete veces desde la asunción de Cristian Ritondo al frente del Ministerio de Seguridad.

“Los índices vienen creciendo. Con un dato bien objetivo. Habitualmente recibimos por mail, por las redes sociales o por teléfono, un determinado número de consultas de pibes y pibas que sufrieron alguna situación arbitraria en algún tipo de detención y que llaman para preguntar que pueden hacer. Veníamos con un promedio de dos a tres llamadas por semana, hoy tenemos de dos o tres llamados por día. En esa proporción se ha incrementado, más de seis veces o siete veces el índice. Es muy significativo”, aseguró la abogada del organismo.

En ese sentido, advirtió que existen de parte de los poderes ejecutivos “un incentivo muy fuerte al incremento de la militarización de los barrios y la utilización a fondo de esas facultades para interceptar personas que derivan necesariamente no solo en detenciones arbitrarias sino en más ejecuciones extrajudiciales, de gatillo fácil, muertes en comisarías”.

La “depuración” de la Bonaerense

La referente en Derechos Humanos se refirió a la presunta “depuración” encabeza por Ritondo sobre la Policía Bonaerense.

“Las depuraciones que anuncio la provincia de 1600 policías responden más a la necesidad de resolver internas y privilegiar algunos sectores de la fuerzas sobre otros. Dentro de las fuerzas se reproducen los mismos mecanismos fraccionales que en los partidos de gobiernos. Eso lo vemos en todas las purgas, en la bonaerense, la tucumana o la santiagueña”, apuntó Verdú.

En ese marco, comparó la situación actual con la ocurrida en otras gestiones bonaerenses: “Es la misma radiografía que podes hacer con las famosas purgas de Arslanian del '97 y '98, y que no tiene una relación directa con la cantidad de funcionarios sometidos a procesos por los hechos más graves como son los casos de gatillos fáciles o la muerte en la tortura. Son purgas manejas con el criterio de la corrupción donde queda en evidencia que la caja que maneja fulano pase a que la maneje mengano. El caso de La Plata de los sobre es el caso más evidente”.