Desnudando la Astrología
La verdad y la mentira de una disciplina milenaria
Mucho se habla de la astrología y de diferentes vertientes de este conocimiento poco se sabe y pocas herramientas existen para identificar la verdad de la mentira, al estudioso del "chanta".
La verdad sea dicha, existen muchas personas que se encargaron de abusar de las necesidades de la gente más desesperada por conocer su futuro, endulzándoles el oído con hermosas mentiras que siguen sirviendo para lucrar y sobre todo: arruinar la reputación de una disciplina seria que utiliza nobles elementos como la matemática, la geometría, la astronomía y la psicología.
Para conocer el motivo de todo esto, haremos una pequeña síntesis que nos permitirá entender el origen y la sucesión de eventos que llevaron a la astrología a ser lo que es hoy.
La astrología nace hace más de 4mil años, en una mezcla cultural originada entre Caldeos y Babilonios. Si bien existen teorías más atrevidas que juegan con la posibilidad de haber sido un conocimiento transmitido por seres superiores; tradicionalmente sabemos que en aquellos tiempos, donde los ratos libres eran mayores, los especialistas en astros se encargaban de observar el cielo, analizar el movimiento de los planetas, su relación con las constelaciones y otros cálculos matemáticos; y de esa forma comenzar a realizar la tarea inductiva de reconocer que había repeticiones en ciertos patrones del movimiento estelar, en la Tierra. La astrología en aquellos tiempos servía más a nivel político, mundial y para grupos de personas que de forma individual, ya que los cambios se observaban en eventos sociales o climáticos a gran escala.
Los avances de la ciencia y la diversidad de herramientas de observación permitió con los años empezar a detallar el estudio, los Egipcios aportaron mucho a todo esto con sus cálculos perfectos.
Es en Grecia y Roma donde se termina de perfeccionar, dándole forma a un sistema dividido en 12 constelaciones tal como Ptolomeo las describió en su Almagesto.
Con el paso del tiempo y el descubrimiento del nuevo sistema de percepción de la galaxia con el Sol como el centro de la misma, la astrología ya se empezó a practicar con conceptos personales, agregando la observación de los eventos de un individuo desde su nacimiento hasta su muerte. Los astrónomos eran astrólogos, los químicos eran alquimistas, la ciencia compartía disciplina con otros estudios y por esto floreció enormemente el conocimiento.
Ya desde la edad media y luego de manera pronunciada en el Renacimiento, se empieza a cuestionar a la Astrología por ir en contra de la doctrina Cristiana. Es entonces cuando William Lilly, un gran astrólogo de la Ilustración el cual aún aporta valiosos conocimientos póstumos a los estudios modernos, pronostica la peste de 1665 y el gran incendio de Londres de 1666. Fue el ministro del rey de Francia, Jean Baptise Colbert, quien acusó a William Lilly de estar confabulado con otros astrólogos y haber provocado el incendio a propósito para darle peso a sus predicciones. De esta forma se crea la Real Academia de Ciencias en donde Colbert logra excluir legalmente a la Astrología, la Cabala y la Alquimia como artes no aptas para ser estudiadas. Este primer ministro consiguió lo que aún no había logrado ni siquiera la Inquisición, que el astrónomo denigrara del astrólogo, el matemático del cabalista, y el químico del alquimista. En 1682, el decreto del 31 de julio, firmado por el Rey Luis XIV, dice: “se prohíbe la impresión y difusión de calendarios astrológicos”. Muchos historiadores coinciden en la grave que consideraban los reyes que este conocimiento estuviera al alcance de personas que no pertenecieran a la realeza. Es irónico que la Astrología viviera su peor momento incluso después del oscurantismo.
Sólo mucho tiempo después, en el siglo 19, cuando muchas mujeres empezaron a practicar el estudio de la astrología como un pasatiempo femenino, se empezó a considerar la astrología nuevamente, puesto el manto sobre los pasados prejuicios. Le debemos los astrólogos de hoy la fortuna y la desgracia de la astrología actual al astrólogo Allan Leo; quien con intención de realizar difusión de astrología realiza la primer revista astrológica repartida puerta a puerta en 1896. Si bien este acto permitió que la astrología pudiera seguir siendo estudiada, generó un efecto masivo que se fue multiplicando con los años, y de esta forma se empezaron a ver más publicaciones de astrología como las conocemos hoy: pequeños resúmenes de tres párrafos que no dicen nada concreto, abarcando en una misma bolsa a todas las personas que nacieron en el mismo lapso de 30 días. Esto provocó que lógicamente se la desdeñara, y fueran pocos los interesados en entender quienes analizaban la astrología con seriedad y quienes querían sacar su porción de una torta recién cocinada.
Al día de hoy la astrología tiene mucho que recorrer para poder volver a ser respetada como lo era, y esto depende en gran medida del público que la consume, quien debe ser objetivo y aprender a identificar lo que no sirve. Así como de los astrólogos, que deben brindar un servicio serio y ético, algo que se está enseñando en muchas instituciones modernas. De las cuales recomendamos ampliamente Centro Astrológico Buenos Aires, instituto en el cual se ha recibido quien les habla, y donde la Astrología se trata con mucha responsabilidad.
Sobre la Autora:
Jimena L es Licenciada en Astrología
y publica sus estudios en Astrodelfos.