Hombre de San Martín habla con su padre muerto

Silencio. Apenas silencio, de fondo el sonido del agua. Una canilla abierta que oficia de telón sonoro, de soporte para que las palabras de Don José tomen forma y puedan ser grabadas. La pregunta de José Neulist, su hijo, parece caer en el vacío de la habitación, no se escucha respuesta. Sin embargo, la verdad queda guardada en el grabador.

La Transcomunicación Instrumental es una disciplina que permite, según afirman quienes la utilizan, entablar un diálogo con los familiares y amigos fallecidos. De fácil práctica, permite volver a escuchar a los muertos, hacerles preguntas y volver a sentirlos cerca. “La casualidad no existe. Es un maravilloso entretejido universal que nos toca y atraviesa”.

La técnica es simple y requiere más sentimientos que costosos aparatos o rituales desconocidos. Un grabador y el vínculo personal con la persona perdida con quien se quiere volver a charlar.

“No soy un loquito que un día se quiso comunicar con los muertos. Nació de una desgracia familiar. Murió Laurita, la hija de mi esposa. Y conocíamos gente que hacía transcomunicación. Nos acercamos en un mar de lágrimas y nos enseñaron como hacerlo”, apuntó a 24CON José Neulist quién editó un libro contando cómo logró volver a hablar con su padre “que ‘vive’ en el más allá”.

La técnica fue traída a Argentina por el matrimonio francés Yvon y Marivonne Dray, quienes se vincularon con un matrimonio amigo de los Neulist que había logrado hablar con su hijo fallecido. “Me encuentro con alguien que me dice, ‘me comunico con mi hijo y tengo su voz grabada’. Y uno lo toma con pinzas, serán alucinaciones, creen que es así. Hay que entenderlo, es un golpe muy duro. Uno no deja de creerles pero no se mete demasiado en el tema”. José necesitó atravesar el dolor en el seno de su familia para buscar comunicarse.

Todos los meses se realizan reuniones a cargo del Grupo Argentino de Transcomunicación Instrumental donde se enseñan las técnicas. “Nos explicaron que hay que esperar 60 días desde que muere la persona hasta poder comunicarse. Necesitan adaptarse al otro mundo. Su energía, su conciencia sobrevive. Todos los conocimientos, afectos lo trasladan a ese plano de existencia espiritual. En esencia son los mismos, pero en el mas allá. A los 60 días del fallecimiento de Laurita, mi mujer dice que a las 5 de la mañana, escucha una voz, la de su hija, que le dice ‘es la hora mamá’. Ella tenía preparado el grabador, que tiene 25 años. Con un cassette viejo. Le preguntó como estaba y después escuchó la respuesta ‘Paz… yo ahora en paz’”.

 

La experiencia satisfactoria los llevó a seguir comunicándose. Según explicó Neulist, sólo se necesita un grabador, ya sea digital o los viejos a cassette, algún sonido que oficie de soporte para el mensaje, estar relajado y con un fuerte vínculo afectivo con la persona a contactar. Se debe hacer la pregunta y esperar a que la respuesta quede registrada en el grabador. “Se necesita un sonido de fondo para que ellos lo manejen energéticamente y monten su voz. Hemos grabado con aguas, sin agua, con el ruido blanco del televisor, con un cassette de idioma chino y entre medio del chino aparece una palabra en castellano. Grabar es muy sencillo, pero el tema es escuchar. Se escuchan susurros, las voces no siempre son muy claras. Susurros que no son ruidos filtrados de la calle u otro departamento. Dicen cosas concretas: ‘Soy Laura’, ‘soy José’, ‘te quiero mucho’. Son frases, palabras sueltas que sintetizan un montón de cosas”.

Las grabaciones a las que tuvo acceso 24CON muestran un sinfín de sonidos. El fondo se mezcla con la declaración de quien responde desde el más allá, depende de la habilidad de quien escucha para identificar las palabras, reconocer el tono de voz y saber diferenciar las frases. No obstante algunos sonidos permiten identificar claramente los mensajes. (Ver Video)

Perón, Maradona y Valentín Alsina.

Ante la sorpresa de la respuesta de Laura, José intentó hablar con su padre. A pesar de que había fallecido hacía varios años, logró encontrarlo y volverlo a escuchar. Las charlas se materializaron en un libro que editó Neulist a modo de homenaje a su progenitor y para difundir el método. En el libro explica la técnica y lo pasos necesarios a seguir para lograr una comunicación fluida.

Las preguntas realizadas por José se basaron en recuerdos compartidos. La mayoría de las consultas tienen una respuesta conocida por quien las pronunció, lo que llevaría a creer en una reconstrucción de la respuesta en el momento de escucharlas y seleccionarlas. No obstante, algunas llaman de sobremanera la atención por su claridad, su precisión o hasta por adelantarse a algunos sucesos.

“Le pregunté a mi padre de qué partido político era. Había un local de un partido. Me contestó ‘Perón’. Le pregunté por los circos que desfilaban por la colonia alemana de Valentín Alsina. Pensé que me iba a dar una dirección o la localidad, y me contestó “atrás del parque”, ahora es el parque San Martín en Lanús. Son respuestas muy concretas, sintéticas. Le pregunté por la enfermedad de mi mamá y que contestó “Corazón”, mi vieja murió del corazón. Le pregunté sobre el personaje de televisión y me contestó Balá y Susana. O Sea evidentemente ellos no se pierden en un pozo negro ni se alejan, están en contacto permanente. Pongo el grabador y mi viejo está al toque”, explicó Neulist.

“Le he preguntado sobre el soporte de fondo. Le pregunté que había que usar, si agua o sonidos, me contestó ‘paciencia’. Una vez grabó en el contestador telefónico, un señor me llamó por otra cosa y en el medio se escucha “soy muy feliz” y pensamos que es Laurita. Unos dos meses antes de que empezara el último mundial de fútbol, le pregunté a mi papá algo para que demuestre que recuerda su paso por la tierra. Le pregunté si el sabía que se iba a desarrollar un campeonato y quien dirigía. Me dijo 'Maradona, mal Maradona', dos meses antes del que se haga el mundial ya sabía que nos iba a ir mal”.

Uno de los audios más notorios publicados por Neulist en su libro es el recogido por una compañera de él que logró comunicarse con su hijo. Allí el joven se presenta con su nombre completo y alienta a su equipo de fútbol: “Boca Campeón”. (Ver video)

Las comunicaciones no siempre tienen connotaciones religiosas. No se habla de Dios, pero si de ángeles o guías de luz en el mas allá. Las descripciones de este otro lugar siempre son positivas, se habla de felicidad, de paz y de salud. Un mensaje esperanzador para quienes desde este lado sufren la partida del ser querido.

José cada domingo por la mañana vuelve a comunicarse con su padre desde su casa de Villa Ballester. Desde el corazón del conurbano afirma que la muerte no existe, sino que solamente se deja el cuerpo material pero nada se pierde. Con un simple grabador sigue charlando con Don José.

 

Mirá el video:

 

 

Audios y contenidos extraidos del libro "¡Hola Don José! Diálogos con mi padre que 'vive' en el más allá", de José Neulist. www.vocesdelavidaeterna.com.ar

 

Opinión: Creo, tu crees, creemos

 

 

 

 

4 de julio de 2012

 

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