Según los duendes, en 2012 cambiará el mundo
La duendóloga de Ramos Mejía explicó a 24CON qué son los gnomos y qué hacen en la tierra. “Napoleón jugaba al ajedrez con uno”, aseguró.
La casa está llena de duendes, inmersa en una especie de selva de sogas que imitan ser lianas desde las que cuelgan imágenes artesanales de pequeños seres. Debajo hay otros similares pero de tamaño natural, es decir, tamaño humano. “Esta es la aldea. No es mi casa, es la casa de los duendes. Cuando la quise vender no pude porque es de ellos, y eso que estuvo 15 años en venta. Yo vivo en otro lado, esta es la casa de los duendes”, informa y repite Liliana Chelli, especialista en duendes, gnomos y hadas, entre otras criaturas.
Según la especialista, la naturaleza tiene la capacidad de materializarse. Su energía se transforma según los cuatro elementos que la componen - aire, agua, fuego y tierra - en hadas y elfos; sirenas y ondinas; salamandras y dragones; duendes y gnomos, respectivamente.
Pero no cualquier persona puede verlos, a diferencia del refrán, hay que creer para ver: “Son buenos y habitan la tierra. Están con nosotros pero en otra dimensión por eso la gente los puede visualizar, como a los ángeles y los extraterrestres. Realmente es muy fácil visualizarlos si querés”.
El método es simple y se puede practicar en casa sin ningún peligro colateral: “Vas a un lugar donde haya naturaleza, tranquilo, es cuestión de que respires, pongas un aroma lindo y le des un poquito de tregua a los duendes, creyendo en ellos. Cerrá los ojos y abrilos de a poquito. No te digo que los vas a tener de frente, pero vas a sentir la adrenalina de su presencia. Tenés que sentir la naturaleza, escuchar el agua que corre y los sonidos del silencio. Acá en la ciudad no se puede. Si lo haces en El Bolsón, en Bariloche, en la Posta del Silencio cerca de Capilla del Monte, ahí ves seguro”.
La duendóloga de Ramos Mejía comenzó a buscar una respuesta a eso distinto que ella veía en la Escuela Científica Basilio, una entidad especializada en el contacto con espíritus del más allá. (Ver: Cómo ser médium en el conurbano). Pero con el tiempo reconoció qué era aquello distinto que sólo ella podía percibir. Desde entonces es consultada diariamente por famosos, políticos y todo tipo de personas que buscan una ayuda extra para mejorar sus vidas. Desde Xuxa, que le pidió asesoramiento para un film, hasta Cacho Castaña, pasando por Mirtha Legrand, Zaira Nara y Zulma Lobato. Aunque toda persona que sepa invocarlos puede recibir la ayuda de “su” duende.
Además, la especialista con sólo saber la fecha de nacimiento y el nombre completo de la persona que lo solicita puede indicarle cuál es el duende predestinado para ella.
“No pueden cambiar acciones del humano, pero pueden aconsejar, advertir. No se meten en el cuerpo y dominan, pero pueden afectar nuestro aura ayudando. Ellos nos ven sólo como energía, ven cómo vibramos. Cuando estamos mal, nuestra aura se agujerea y ellos pueden sellarla para que nada se nos infiltre. No pueden hacernos mal, al contrario, pueden ayudarnos. A mi me han ayudado muchísimo los duendes”.
La especialista afirma que el contacto con duendes o seres de la naturaleza no es difícil, sin embargo, estos encuentros son silenciados ante la posibilidad de rechazo social o descreimiento. Recuerda el caso de un marinero de la extinta empresa ELMA que en altamar se topó con una sirena: “trabajaba en la cocina y todos los días a las 6 de la tarde tiraba los sobrantes al mar y se juntaban peces. Un día apareció lo que parecía un pez, pero era más grande con cuerpo humano y pechos. Era una sirena pero muy fea.
Era pelada, con el cuerpo escamoso y muy fea. Acompañó el buque y todos los días le dio de comer, pero nunca lo contó para no perder el trabajo”. Los mineros de Chile también habrían tenido encuentros con gnomos: “escuchaban que golpeaban, martillaban, hacían túneles. Algunos inclusive llegaron a verlos ayudándolos, pero les dijeron que era parte del delirio de estar allí encerrados. Y tuvieron que decir eso porque sino no cobraban el dinero de la indemnización”.
“Sin ir más lejos, en los lagos de Palermo, un matrimonio me contó que después de correr siempre dejaban caramelos en un árbol. Un día no dejaron y se escuchaban los golpecitos desde adentro del árbol para que dejaran. Hay duendes en todas partes. En el Conurbano también, en la ciudad es más difícil pero están en todo lugar donde haya naturaleza”, finalizó la especialista.
Ocultos en el pasto, entre los árboles o en una dimensión de difícil percepción para el ser humano, los duendes acompañan el devenir histórico de la raza humana. Según la duendóloga, están para ayudar, aun cuando el ser humano se empecine en destruir su hábitat y el espíritu que los compone.
31 de mayo de 2011