Invasión de ratas "gigantes" asedia Ramos Mejía
Los vecinos denuncian que salen de la ex fábrica Danubio. "Los roedores aparecen hasta en los cajones y la plaga podría extenderse hacia otros distritos", dijeron a 24CON.
En el simpático film Ratatouille de Disney, una pequeña rata con dotes de chef logra controlar a un humano para hacer de las suyas en una cocina del aclamado mundo gourmet en París. En Baires, la cuestión también involucra ratas, pero en una suerte de invasión que ya acorraló “a casi toda una ciudad y que podría extenderse a otros distritos si no la frenan”, denunciaron a 24CON. Y estos animalitos no tienen nada de sibaritas.
Los grupos de roedores, aducen los vecinos de Ramos Mejía, estarían exiliándose de la ex fábrica textil Danubio que comprende dos manzanas entre las calles Saavedra, Felipe Iannone, Rondeau y Alvear. El predio, que figura a nombre de la empresa Coma, se encuentra en pleno proceso de demolición y la concesionaria de dicha tarea, con el arquitecto Jorge Martino a la cabeza, no estaría cumpliendo con las ordenanzas de desinfección, desinsectación y desratización previas a todo desplome.
Aunque las voces son confusas, porque algunos dicen que no existen tales estatutos y otros aseguran que la desratización le corresponde a la comuna. Se pasan la pelota.
Sin embargo, desde la dirección de Fiscalización de Obras y Regulación Catastral (área anteriormente denominada Obras Particulares "OP") de la municipalidad de La Mataza aseguran que Coma “tiene todo en regla” para trabajar. Pero al momento en que los frentistas presentaron sus denuncias en Bromatología, estos esquivaron la situación: “Nos dijeron que desde Obras Particulares estaban incumpliendo con el control y que por ese motivo Bromatología no podía interferir para combatir con la plaga”, explicó Adriana Amato, vecina de Danubio.
Por otro lado, Edgardo Lobos, titular del bloque de la Coalición Cívica local, mencionó que Miguel Foglia, el responsable del control de plagas perteneciente al área de bromatología, le reconoció que "el lunes tendrán una reunión con OP para conocer la verdadera situación de cómo está trabajando la empresa". Situación que, hasta el momento, está en la nada.
En este contexto, deslizó Miguel Presa, otros de los afectados, "me aseguró un ex empleado de Obras Particulares, Rubén Menini, que no hay leyes que le exijan al constructor el saneamiento del lugar previo a la demolición".
Pero esto no es todo, porque los habitantes de Ramos encarnaron una lucha que no sólo se masificó a través de cartas, quejas y denuncias, también se vieron obligados a enseñarse entre ellos cómo combatir con los roedores: “A una de nosotras le apareció una rata enorme, como de 50 centímetros, con sus lauchas en un cajón de la casa”, contó Amato.
Y en eso andan, zafando. Porque desde la Región Descentralizada Noroeste, nadie responde por la peste. “Me dijeron que eleve una carta con firmas, que me fije si los carteles de la obra indican las ordenanzas, etc… Yo no cobro un sueldo municipal para hacer todo eso, creo que es una actividad por la cual contribuimos todos para que el municipio la realice”, asestó la mujer.
Voraces
Parece de película, pero los animales no se limitaron únicamente a intentar sobrevivir, también generaron repulsión y sustos por las calles del Oeste. “No me lo vas a creer pero hasta se comen el alimento del perro. Aparecen en el baño, en la cocina y en los patios. Una señora casi se muere de un infarto cuando descubrió una que estaba anidando en el horno”, relató a este medio un señor que no quiso dar su nombre.
31 de marzo de 2010