Viuda negra desvalijó a un productor de Anabela

Ser famoso no siempre es beneficioso. Mucha gente acerca para que le des una mano y en ese ida y vuelta te pueden dormir. Eso fue lo que le pasó al productor artístico César Notaro, reconocido por catapultar la carrera de muchos personajes televisivos como Anabela Ascar y su programa en Crónica TV. 

En la madrugada del último sábado, Notaro fue al boliche Vinicius, de la localidad de Ramos Mejía. En la puerta del mismo, una joven y bella mujer se le acercó para charlar con él. El feeling entre ambos fue tanto, que el productor la invitó a desayunar.

 

“Mientras estaba ahí, empecé a hablar con una chica muy bonita, morocha, de pelo con rulos. Serían las 5 de la madrugada. Pegamos muy buena onda, le ofrecí un café y llevarla hasta su casa. Aceptó y partimos hacia Capital Federal. En el camino hablamos mucho, me propone cebarme unos matecitos en mi casa. Jamás pensé que podría tratarse de una estafadora”, dijo en declaraciones al matutino Popular.

“Dejé mi auto en la cochera, a dos cuadras de mi departamento, sobre la calle Yerbal, en Caballito. Luego, fuimos a mi casa y efectivamente me hizo mates. No me dormí inmediatamente, incluso llegamos a tener relaciones íntimas, tras lo cual quedamos abrazados descasando. Es lo último que recuerdo. Serían 7.30 de la mañana, y cuando logré despertarme ya eran las 15.30. Me sentía mal, mareado, con las piernas que no me respondían bien. A los pocos minutos descubrí que me había robado todos los equipos electrónicos, de mucho valor”, explicó Notaro.

La pesadilla no terminó ahí. Eli, como se hizo llamar la mujer, también se llevó el auto del productor tras convencer al custodio de la cochera: “Yo estaba noqueado, y ella revisó toda la casa. Encontró una cámara que tenía abajo de la cama. Hizo un desastre. Encima me dejó encerrado, sin teléfono fijo, porque arrancó los cables. Después me entero que fue hasta la cochería con mis cosas y convenció al sereno para llevarse mi auto, un Suzuki Fun”.

Entre los elementos robados se encuentran dos computadoras personales, cámaras de fotos, equipo de filmación, y tres teléfonos celulares. “Pido ayuda, porque me arruinó. Además de lo material, que cuesta mucho recuperar, está todo mi trabajo en las computadoras. Una Toshiba negra y una Lenovo. Prometo recompensar a quien me aporte datos”, concluyó desesperado Notaro. 

 

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