Ex "Chiquititas" abandonó la tele y ahora es hippie
Camila Bordonaba pasó de llenar teatros a girar por el país con un circo. Duerme en una carpa y construye una casa "con elementos de la naturaleza".
Cuando era sólo una nena, dio sus primeros pasos en la actuación de la mano de Cris Morena, en el éxito “Chiquititas”. Después, le siguió “Rebelde Way”, con el mismo resultado. Pero, por estos días, la joven de Castelar se alejó de la ficción para internarse en el campo con una nueva familia artística: la del circo.
Camila Bordonaba ahora integra un espacio de arte itinerante: "Vivo en el monte, duermo en carpa y cocino en un fogón", dijo la actriz a la revista Paparazzi. Según relató, hubo un momento de su vida en donde su cabeza hizo un "click" y todo comenzó a verse diferente.
"Empecé en 'Chiquititas' a los 12 o 13 años y después vino 'Rebelde way'. Fueron nueve años en los que aprendí un montón del oficio, la vida y el respeto", contó Bordonaba. Pero hoy elige la vida en carpa, "tener amores" y vivir del arte rústico, alejado de los sets de grabación.
Tantos años en la pantalla chica y sobre un escenario (con la banda Erreway llegó a viajar a España e Israel) lograron desgastar a Camila, quien se muestra hoy muy distinta a la lolita superproducida que bailaba y cantaba junto a Luisana Lopilato, Benjamín Rojas y Felipe Colombo. Con el pelo rapado de manera irregular y babuchas, queda poco de la chica de minifalda con tacos altos.
"Después de trabajar con Cris, todo fue distinto. Recuerdo estar mirando una escena y ver a un productor fijarse cuánto medía el rating y no preocuparse por el trabajo en sí. O ir a colgar mi ropa y me que me diga: 'pero eso es trabajo de la vestuarista, no tuyo que sos la protagonista'. Ya no me sentía feliz y me puse a pensar: Yo no soy parte de esto. Yo no quiero ser esto", recordó.
Luego de sus papeles con Cris Morena Group, la joven pasó por “El patrón de la vereda”, “Son de fierro” y “Atracción X 4”.
"Abandoné los estudios de grabación y me di cuenta de que podía producir, compartir y aprender con otras personas", dijo. Entonces, armó junto a una amiga "Arcoyrá", un espacio de arte con el que se fue de gira a Bahía Blanca, Córdoba y Santiago del Estero.
Lo que empezó como un pequeño proyecto en un galpón del barrio porteño de San Cristóbal se convirtió en una suerte de circo itinerante. Bordonaba y su socia, Nadia Rodríguez, se subieron a un camión Mercedes Benz 608 y tras mucho manejar se asentaron en la comunidad artística de "El peladero", a las afueras de la ciudad.
"Me encontré a mi misma y ahora y hasta estoy haciendo una con los elementos de la naturaleza. Es maravilloso. No me conformaba ser solamente la chica de la novela", aseguró.
En Córdoba, la actriz está construyendo su casa "con los elementos que da la naturaleza", según explicó. "Me encontré a mí misma y ahora estoy viviendo en el monte, en una carpa, y cocinando en un fogón", comentó.
Bordonaba rescata a una persona especial de sus años en "Rebelde way", su compañero de banda Felipe Colombo. "Somos como hermanos, nos amamos", explicó.
Sin embargo, por estos días ella tiene la mirada en Santiago del Estero, donde planea presentarse en el cumpleaños de la abuela de los Carabajal, que es casi una fiesta popular.
Camila Bordonaba ahora integra un espacio de arte itinerante: "Vivo en el monte, duermo en carpa y cocino en un fogón", dijo la actriz a la revista Paparazzi. Según relató, hubo un momento de su vida en donde su cabeza hizo un "click" y todo comenzó a verse diferente.
"Empecé en 'Chiquititas' a los 12 o 13 años y después vino 'Rebelde way'. Fueron nueve años en los que aprendí un montón del oficio, la vida y el respeto", contó Bordonaba. Pero hoy elige la vida en carpa, "tener amores" y vivir del arte rústico, alejado de los sets de grabación.
Tantos años en la pantalla chica y sobre un escenario (con la banda Erreway llegó a viajar a España e Israel) lograron desgastar a Camila, quien se muestra hoy muy distinta a la lolita superproducida que bailaba y cantaba junto a Luisana Lopilato, Benjamín Rojas y Felipe Colombo. Con el pelo rapado de manera irregular y babuchas, queda poco de la chica de minifalda con tacos altos.
"Después de trabajar con Cris, todo fue distinto. Recuerdo estar mirando una escena y ver a un productor fijarse cuánto medía el rating y no preocuparse por el trabajo en sí. O ir a colgar mi ropa y me que me diga: 'pero eso es trabajo de la vestuarista, no tuyo que sos la protagonista'. Ya no me sentía feliz y me puse a pensar: Yo no soy parte de esto. Yo no quiero ser esto", recordó.
Luego de sus papeles con Cris Morena Group, la joven pasó por “El patrón de la vereda”, “Son de fierro” y “Atracción X 4”.
"Abandoné los estudios de grabación y me di cuenta de que podía producir, compartir y aprender con otras personas", dijo. Entonces, armó junto a una amiga "Arcoyrá", un espacio de arte con el que se fue de gira a Bahía Blanca, Córdoba y Santiago del Estero.
Lo que empezó como un pequeño proyecto en un galpón del barrio porteño de San Cristóbal se convirtió en una suerte de circo itinerante. Bordonaba y su socia, Nadia Rodríguez, se subieron a un camión Mercedes Benz 608 y tras mucho manejar se asentaron en la comunidad artística de "El peladero", a las afueras de la ciudad.
"Me encontré a mi misma y ahora y hasta estoy haciendo una con los elementos de la naturaleza. Es maravilloso. No me conformaba ser solamente la chica de la novela", aseguró.
En Córdoba, la actriz está construyendo su casa "con los elementos que da la naturaleza", según explicó. "Me encontré a mí misma y ahora estoy viviendo en el monte, en una carpa, y cocinando en un fogón", comentó.
Bordonaba rescata a una persona especial de sus años en "Rebelde way", su compañero de banda Felipe Colombo. "Somos como hermanos, nos amamos", explicó.
Sin embargo, por estos días ella tiene la mirada en Santiago del Estero, donde planea presentarse en el cumpleaños de la abuela de los Carabajal, que es casi una fiesta popular.