La historia y el barrio de Fariña antes de los millones

El marido de Jelinek "era un pibe más y con las minas no era ganador", dicen sus ex compañeros.

 

Antes de ser un millonario investigado por la AFIP, el marido de Karina Jekinek, Leonardo Fariña, era un pibe de barrio. Ya lo dijo su ex, Luciana Varacalli: “Ahora toma Dom Perignon, pero cuando yo lo conocí tomaba Federico de Alvear”. Lo cierto es que el giro en la vida del joven empresario se dio a fines del año pasado, cuando cambió su Peugeot 206 por dos Ferrari, empezó a alquilar aviones privados y se mudó a un piso en Barrio Parque.

Pero su infancia la pasó en La Plata, en una típica y sencilla casa de familia con ladrillos a la vista y rejas negras, que sólo visita muy de vez en cuando, ya que los suyos viven ahí hace más de 50 años. "No puedo creer que tenga dos Ferrari. Me acuerdo cuando lo veía en la parada esperando para tomar el colectivo cerca del colegio", contó un ex compañero de secundaria de Fariña, según publica el sitio Web de La Nación.

"Cuando me dijeron quién era y lo vi en televisión, ¡y con Jelinek!, me sorprendí", contó, y agregó: "Me costó reconocerlo, porque antes tenía el pelo corto y nunca estaba tan bronceado ni lookeado como ahora". Además, reveló el súbito y extraño desarrollo físico de Leonardo: "En cuarto año apareció ‘inflado’ de un día para el otro. Todos lo gastaban, porque fue bastante repentino y él siempre fue flaco".

El esposo de Karina Olga era un alumno de perfil bajo en la escuela primaria pública Anexa de la Universidad Nacional de La Plata, que se destacaba por su altura, por sus buenas notas y por ser “muy educado” aunque no era un “traga”, sino que tenía facilidad para el estudio. Después, la secundaria la hizo en el Colegio Nacional.

"Pasaba desapercibido. Era uno más, ni siquiera estaba entre los más populares. Tenía una personalidad más bien retraída", confesó su antiguo compañero de la adolescencia, y otro aclaró que "con las chicas era como cualquiera. Durante un tiempo tuvo novia, pero no era un ganador". Al egresar, no viajó a Bariloche con su curso porque “se llevaba bien con casi todos pero no tenía grandes amistades”.

También llegó a jugar en Estudiantes de La Plata, aunque antes lo hizo en la cancha de fútbol 5 de El Fortín del Sur, a cinco cuadras de su casa platense, que ahora se encuentra bastante venida abajo. "El barrio se revolucionó con este pibe. Todos hablan de él, pero nadie lo reconoce porque hace mucho tiempo que no aparece por acá", comentaron en el club.

Los vecinos cuentan que hace apenas meses "lo veíamos con su mujer y su hijo y nos saludaba cuando bajaba del auto", en referencia a su nene de cuatro años, fruto de su primer pareja. Sin embargo, "todo cambió cuando se separó. Desde fines del año pasado que empezó a llegar con autos importados. Todas las semanas con uno distinto”, relatan. La última vez que pasó por el barrio fue en abril. 

Actualmente, Fariña está en la mira de la Justicia y la AFIP por haber gastado millones en los últimos meses y declarar un sueldo de poco más de 6000 pesos. Además está procesado por supuestamente financiar el viaje de barrabravas al Mundial de Sudáfrica. "Va a tener que dar una justificación, porque todo es muy confuso", resumió, con criterio, un ex vecino platense.

 

Fotos: La Nación

 

Notas relacionadas:

 

Karina negó el embarazo y habló de su primer porro
La modelo habló sobre su misterioso paso por una clínica. Confesó que probó marihuana y opinó sobre el affaire lésbico entre Escudero y Mitdank.

 

 

El marido de Jelinek tiene una Ferrari de 155.000 dólares sin declarar
El flamante matrimonio no tiene paz. Ahora, Fariña es investigado por la dudosa procedencia de sus ingresos y por negocios con barrabravas.

¿Quiere recibir notificaciones?
Suscribite a nuestras notificaciones y recibí las noticias al instante