El rey del porno argentino desnuda los secretos de la industria

Dice que para su pelicula con famosos Amigorena y Martínez le dan "gay" y que Jessica Cirio "calienta, pero si se calla la boca". Los secretos de la industria del cineasta admirado por Adria Caetano.

Por Cecilia Di Lodovico

“Imagínate si hago la versión porno de Valientes, es un éxito”, sueña apelando a la imaginación y a la fantasía sexual de los miles de argentinos que siguen la tira que se emite por canal 13. Y desafía: “Los Pells es una gigantesca película gay”, dice en relación al staff de la comedia, sobre todo, en su actor principal Mike Amigorena. “A Mariano Martínez, Rodrigo Guirao Díaz, Ricky Martín y a Enrique Iglesias me gustaría tenerlos en una película gay. En cambio, Pablo Echarri y Facundo Arana, dan hetero”.

Del lado femenino, visualiza: “Mónica Farro lo haría bárbaro. A Karina Jelinek la pondría, pero sólo por su belleza porque no creo que tenga onda para hacerlo, la veo estúpida. En cambio, Cecilia Roth sería fabulosa, yo sé que le volaría la cabeza a más de uno por su actuación y sensualidad. A mí me pasa, por ejemplo, que escucho a Jesica Cirio y pienso: “Flaca cerrá la boca”. Escuchar hablar a Wanda Nara es lo anti erótico”.

Así, Víctor Maytland codifica las situaciones del mundo del espectáculo y traslada a sus figuras al interior de su universo: el cine porno argentino, donde logró calzarse la corona de rey.  “Yo soy muy especial porque vengo del cine. En el mundo habrá 20 o 30 directores como yo que hacen guiones y son las películas que más se venden. Las demás, no se distinguen una de la otra”. Empezó en el rubro en el 89 y ya es leyenda: “Estoy entre los 100 directores más famosos de todos los tiempos”, afirma y atribuye el laurel al “click” “que hice al incluir humor delirante en las películas”. “Las Tortugas Pinjas” o “Scary Sex Movie”, son dos buenos ejemplos.

Pero no sólo eso, Maytland es conocido por su particular mirada del porno: “Yo me inspiro más en los directores de cine convencional que en los del porno. Y tengo mucho de Tarantino, lo adoro y en mis películas lo copio como homenaje. Después tengo mi estilo propio que a algunos les encanta y que otros lo odian porque no los calienta”.


 

Con 20 años de trayectoria, conoce bien el negocio: "En el 93, se derrumbó todo y volvió a florecer en 2001, porque nos hicimos más atractivos para el extranjero. A ellos les convenía el tipo de cambio y la industria sobrevivió gracias a eso. Ahora, si querés hacer una buena película, tenés que invertir, al menos, 5 mil dólares; 10 mil si es una super producción", indica.


Pero, en la dimensión Maytland no todo es sexo: “Soy un amante de la pareja y creo que el amor es el mejor afrodisíaco del mundo. Después de  tanto porno, recurrís al amor. Antes de hace cine porno, era más mujeriego”, dice aunque aclara: “Tampoco soy un santo”.


¿A qué se debe el seudónimo “Víctor Maytland”?

Por una novela que se llama “El Segundo Pecado Mortal”. Era un villano que era asesinado por su mujer porque la engañaba con modelos. Un día, mi esposa me dijo: “Como no te puedo matar en la realidad, te mató en la ficción. Te llamás Víctor Maylant”. Y bueno, quedó.

¿Por qué hacer películas con guión en el cine porno? ¿Es necesario?
Hay películas que tienen nombre y apellido, que trascienden el tiempo. Incluso, “Las Tortugas Pinjas”, es una de mis películas que está entre las 100 mejores y yo estoy entre los 100 directores más famosos de todos los tiempos. ¿Por qué? Porque hice un “click” al incluir humor delirante en las películas, que no calienta a nadie porque te reís. Pero yo descubrí que hay público que no quiere calentarse, quiere divertirse y ver sexo. Y, de última, le bajas el volumen y si te querés masturbar, allá vos. No hago películas para eso. No pienso si el tipo se calienta más o menos. Sí, que el tipo disfrute de la escena, que le guste ver porque la chica está buena, porque hace cosas que uno no se anima a hacer o lo fantasea. No se anima a hacerlo pero quiere ver cómo es. Un hombre quiere ver cómo es estar con dos mujeres, o una chica quiere ver qué hace una mujer con cuatro tipos. Curiosidad, lo que sea. Si a eso le das cosas, estás logrando que les entretenga la película. Si no, vos mirás, y a los dos minutos la apagas. A mí me gusta que miren mi película, es más, me pone orgulloso cuando pasan rápido las escenas de sexo. No hay que menospreciar al público, haciendo cosas malas pensando “total es porno y estos ven cualquier cosa”. No es así. Hay una gama infinita de posibilidades de hacer porno, hay millones de géneros y películas con guión como dramas políticos del fascismo y también hay películas que no pasa nada, que es puro sexo, que no es lo que me gusta a mí, pero si lo tengo que hacer, lo hago.

¿Los directores de cine “convencional” te discriminan o relativizan tu trabajo?
No, al contrario. Por ejemplo, Adrián Caetano se declaró admirador mío y yo de él. A Caetano le encanta lo que hago, incluso, un día me dijo: “Che, ¿nos cambiamos un día? Yo soy Maytland y vos sos Caetano?”. Yo, encantado. Pero debe haber de todo. También hay quines minimizan a Tinelli.

¿Qué mitos circulan alrededor tuyo?
Que soy uruguayo y que estoy casado con una paraguaya. Es mentira, nací en Palermo y estoy divorciado. También dicen que soy millonario y que tengo 5 mil mujeres. Son cosas que me atribuyen. No soy pobre pero estoy lejos de ser rico. Económicamente, cuando empecé estaba igual que ahora. Tuve momentos en que gané mucho dinero, momentos en que todo se evaporó, pero eso les pasó a todos los que emprendieron un negocio en Argentina, el que no hizo matufias financieras se fue al piso. Tuve un momento brillante de ganar mucho dinero cuando empecé. Ahora, que trabajo para Estados Unidos, estoy en una situación estable y cómoda. Vivo bien pero porque me paga Estados Unidos porque Argentina siempre fue muy esquiva a la hora de ganar

¿Qué te atrajo del cine porno?
Empecé porque me gustaba muchísimo el cine y es la forma que encontré de hacer cine. Y, después me gustó. Me gustó poder recrear películas, hacer comedias, policiales y dramas. Es como jugar al “mini-cine”, con la posibilidad de vender.

¿Cuál de estos géneros te gusta más?
Todos. En general, se reconocen por la comedia porque le pongo mucho sentido del humor, pero también le pongo drama, películas que tienen un cierto tinte político o de denuncia.

¿Y cómo haces para combinar el porno con esos temas?
Se puede porque siempre en la vida hay sexo. En un grupo corrupto, obviamente a la noche se van a Cocodrilo y tienen sexo. Todos tienen sexo, los buenos y los malos. Y, así, por lo menos los buenos tienen algo para divertirse. Combinar no es difícil. Por ejemplo, hice una película que se llama “Tango” que hace un paralelo entre el peronismo y el prostíbulo, a través de los años: empezaba en el 37 y terminaba en el 55. Fue decorada con imágenes de documental y, bueno, el sexo llenaba las cuatro paredes del prostíbulo. En “Secuestro Exxxpres”, que también tuvo mucho éxito, transcurría en un día: la mañana del secuestrador, de las chicas que iban al colegio inglés y, el punto cumbre, cuando las secuestran. Después, se descubre que era un autosecuestro y que estaban en coordinación con la policía. Ahí está la denuncia.

¿Cuál es la escena que más me gusta?
La de secuestro Exxxpres es muy buena porque equilibré bien violencia y sexo, sin caer en algo pesado. En comedia he tenido momentos muy divertidos que me tocó hacer como en Scary Sex Movie. Recrear la escena de la bañera de psicosis exactamente igual a la película, pero con un toque de humor en lugar de un puñal tenía un vibrador. Pero el atractivo y el chiste es que la recree igual, o sea, en blanco y negro con los mismos cuadros…Eso es producto de mi profundo amor al cine que se combina con hacer eso.

¿Es pesado el ambiente?
No. Hay un porcentaje, pero se le atribuye más de lo que es en realidad. Muchas de las chicas hacen una vida normal, algunas son “prosti”, como también lo son las que van a “Bailando por un Sueño”, pero tienen otro nivel. Tienen otro precio, nada más. Consumo de drogas hay, pero hay en todos lados, desde la Bolsa de Valores hasta en la televisión. Es una realidad y el porno no le escapa a eso.

¿Nunca te escracharon por tu actividad?
No, al contrario. Del periodismo, lo único que recibí fueron halagos y le debo estar instaurado a la sociedad. Demostré que nunca mentí y jamás me encontraron en una circunstancia complicada. La única vez que pasó algo jodido fue en Méjico: una actriz murió. Yo le había dicho que no fuera. Ella se llamaba Vanesa Martínez. Desapareció y apareció muerta un año después. Acá estaba bien protegida, allá no. Yo lo contenía y le había dado un montón de cosas para que no vaya a Méjico.

¿Crees que existe en el país cierta apertura respecto al porno?
Sí. Un poco yo lo logré porque todo lo que se conoce de la interna de la porno, lo conocen por mí y yo soy de esa manera, no ando en nada raro. Yo siempre digo que la pornografía no te llega fácilmente para que vos la veas, la violencia sí. La pornografía tenés que ir a buscarla, codificarte, no es prender la tele y ya hay porno. En cambio, la violencia sí.

¿En Estados Unidos les gusta el porno argentino?
A los latinos sí, a los yankis no.

¿Por qué no?
Tienen otra idea, otra idiosincrasia.

¿Cuál es la diferencia entre el cine porno argentino y el norteamericano?
Que el argentino tiene alma, tiene corazón. Si yo tengo que poner a un gordo o a una fea, los pongo porque el guió lo requiere. O sea, si es una estrella hermosa no la hago hacer de sirvienta, la pongo de vedette, de sirvienta pongo a una más o menos. Lo hago más real, en cambio, ellos así sea una harapienta de la calle, tiene que ser rubia, siliconada, maquillada y con las uñas pintadas. Son muy artificiales y absolutamente estúpidos. La verdad, me lleve una decepción con el mercado norteamericano.   

La caída del monopolio del fútbol puso en jaque al negocio del codificado. ¿Te gustaría que el codificado de los canales pornos sea gratuito para todo el país? 
El porno es una cosa muy delicada, hay que preservar a los menores y me parece perfecto que sea codificado. Podría ser gratuito pero a mí no me favorece en nada porque es una empresa multinacional que jamás compraría una película argentina. En el año 2003 compró 10 y, pasaron 6 años y sigue pasando las mismas películas. No le dio de comer jamás a ningún productor argentino. Es lamentable pero es así. Compran basura de afuera, sin exigir calidad. No apoyan para nada al mercado argentino. El mercado del porno en Argentina está huérfano totalmente.


Es curioso, porque se consume bastante porno en el país...
Se consume pero hay mucha piratería y mucha gente que van a Internet y ve un cachito gratis. Nadie quiere pagar por porno. Esa es una realidad. Con la piratería, estás muerto. Para que tengas una idea una película muy buena, con suerte, vende en dos o tres meses, mil copias. Y la tenés que vender muy barato por lo que no amortiza la película. Lo único que poder hacer es que te la financien en el exterior y venderla. Entonces, la película va a Estados Unidos, entra al circuito de Internet y, bueno, tiene su ganancia distinta a la de acá. Tampoco es millonaria como se dice, porque hay muchos mitos alrededor de la industria. Te dicen: el cine porno tiene una ganancia anual de 60 millones de dólares en el mundo, pero hay 60 mil webs y no sé cuántas productoras. Es como todo, hay crisis en la gráfica, en la tele y también en el cine porno. Imáginate que en la industria del cine, este género es el más golpeado porque ¿quién va a quier apoyarla para conseguir fondos? y menos ninguna entidad gubernamental. Entonces, nos tenemos que arreglar como podemos, si querés hacer bien las cosas y no basura. Y respetando la ley: firmando contratos, pagar a la gente como corresponde, blanquearlos, pagando impuestos


¿Qué te pareció la película de Natacha Jaitt y Nino Dolce?
No es una porno. Son actores que dicen “hagamos una porno”, pero nunca se ponen desnudos. Yo también utilicé ese recurso y el público después te castiga eso porque muchos van a ver la película convencidos de que están… y no están. Ni siquiera está desnudo ninguno de los dos. Eso me pasó con Flavia Miller, la puse en una película, tiene un personaje, pero no estaba desnuda. Se vendió la película, pero me re putearon. Entonces los riegos son muchos. Igual lo veo bien como un nuevo emprendimiento, me parece bárbaro que dos personas mediáticas apoyen el género. Además los conozco a los dos pero…

¿Te hubiera gustado ver otra cosa?
Sí, lo que pasa es que no se juegan ni hay dinero suficiente para pagarle lo que, por ahí… Es un país muy especial para esto. Siempre hago esta comparación: Si una chica quiere ir a Broadway a una comedia musical tiene que pasar por 10 años de laburo, empieza desde los 12 años con baile, canto, coreografía, con suerte, van a una comedia musical. Las que no hacen eso y hacen desnudos, terminan haciendo porno. Acá, las que hacen eso, van a Tinelli, son botineras, pero no van al porno porque saben lo que, por ahí, Corrientes les abre las puertas. No las desmerezco por eso, lo que quiero decir es que el target es diferente que en Estados Unidos y en Europa. Acá no le dan una oportunidad por el talento sino porque hacen un pete en Internet y después termina siendo como una princesa. No quiero dar nombres.

¿Es verdad que los actores ganan muy bien?
Ganan bien en comparación a una persona que trabaja. Por ahí ganan 500 pesos en dos horas, pero tampoco se van a hacer millonarios. Eso no pasa acá ni en Estados Unidos, allá sí puede ser pero sólo si se hacen famosos porque trabajan mucho entonces logran cachets más importantes. Pero, cuando empieza, un actor gana de 500 pesos hasta 500 dólares, pero tené en cuenta que son dos o tres horas. Igual es un mito, porque tampoco hay tanto trabajo, no es que hacen una película cada dos días, hacen una película por mes. Las chicas, en cambio, pueden ganar entre 1500 y dos mil pesos, abrochan un poco más.

¿Cuál es la diferencia?
Los tipos lo hacen porque lo quieren hacer, no es por el dinero. La mujer lo hace más por la plata, pero no todas. Hay un grupo, que son las mejores, que les encanta el sexo.  

¿Los actores toman Viagra?
Lamentablemente, ahora todos los hombres toman Viagra. Debería haber una campaña para evitarlo, pero quedó instalado como: “tenés sexo, tomá Viagra” y es una locura que pase eso. Pensá las consecuencias que te van a quedar si a los 20 tomás Viagra, después te quedan secuelas. Yo lo digo porque lo tomé, lo digo con conocimiento de causa. En las películas, no les doy a los actores pastillas, pero sé que lo hacen y no me quedo tranquilo con eso.

¿Cómo se te ocurrió hacer porno de travestis?
Te aclaro: no es de mi agrado hacerlo, generalmente me ayuda otra gente. No la filmo yo, es otra persona, pero la produzco y estoy al tanto de todo. Lo que pasa es que el mercado heterosexual se está evaporando. No sé por qué, no me preguntes, pero, hoy por hoy, el travesti vende más que el heterosexual. Realmente es muy raro lo que está pasando. No sé que pasa con los hombres que les gusta ver eso. No entiendo, pero bueh…hay gustos para todos. En el ámbito de la prostitución está pasando lo mismo. Los que conocen de este tema, llaman al tipo que consume esto "heterosexual curioso”.

 

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