Igual que hace unos treinta años era difícil no toparse con un gym o desde hace quince con un Starbucks, si hoy uno camina por una calle cualquiera, es altamente probable que se encuentre con unestudio de yoga.La popularidad de estos espacios no es gratuita. Los occidentales hemos encontrado en esta práctica algo que nunca se nos había enseñado, sincronizar mente y cuerpo.
Además de ser un ejercicio increíble que fortalece y flexibiliza los músculos, también es una herramienta para entrar en contacto con un universo espiritual sin la necesidad de seguir ningún tipo de religión. Es una disciplina incluyente y tolerante, que ayuda a devolvernos a nuestro centro. Según varios estudios recopilados por healthline.com, muchos de los beneficios del yoga, como la reducción del estrés, la ansiedad y la mejora en la calidad de vida han sido demostrados a nivel científico. Por eso no es de extrañarse que una de los principios del yoga también sea la clave para durar más en la cama.
El pranayama es la práctica formal de controlar la respiración, que es la fuente de nuestro prana o "fuerza de vida". Al cambiar el patrón de respiración, se pueden producir diferentes estados de ánimo. De acuerdo con Do You Yoga, "el disminuir el ritmo de la respiración, tiene un impacto en el estado emocional. La corteza cerebral se activa a través de la disminución consciente de la liberación del aliento. Entonces, la corteza cerebral envía impulsos inhibidores al centro respiratorio en el mesencéfalo. Estos impulsos inhibitorios de la corteza se desbordan en el área del hipotálamo, que está relacionada con las emociones, y relajan el área". Por eso, cuando uno respira de forma más pausada y profunda, se produce un efecto relajante en el estado de ánimo.
En la cama podemos poner en práctica la misma técnica para durar más tiempo durante el acto sexual y alcanzar una experiencia mucho más placentera. El secreto es respirar tan profunda y relajadamente como se pueda. Durante el sexo, se eleva el ritmo cardiaco, pero si cambiamos nuestro patrón de respiración a uno más pausado y calmado también influiremos en la señal que el cerebro le manda al resto del cuerpo y, por lo tanto, desacelerará la llegada de la eyaculación.
Así que la próxima vez que tengas sexo, cuando sientas que estás próximo a alcanzar un orgasmo, pon toda tu atención en tu respiración. Haz inhalaciones largas y profundas e, igualmente, exhalaciones pausadas y sostenidas. Fija tu mirada en un solo punto y solo concéntrate en cómo entra y sale el aire de tu cuerpo. No tienes nada que perder y mucho que ganar.