Para controlar esta situación, y así “mantener a los menores fuera de peligro, sobre todo de los excesos”, según contaron a 24CON miembros policiales, la comuna lanzó un inédito plan de seguridad que consiste en vallar toda la zona que acaparan los boliches sobre la avenida Concejal Tribulato.
El plan consiste en un cerco de 2500 metros de vallas metálicas, sobre todas las calles aledañas a dicha zona que “posibilita la salida y entrada de personas mayores de edad, por dos únicos accesos controlados por 16 policías y 8 supervisores municipales”, dijeron las fuentes.
Pero lo que para ellos es bueno, para otros no. Algunos dueños de los boliches denuncian que “quedan encerrados”, y detallaron a 24CON que “el plan asusta a los chicos y provoca un descenso de circulación porque no alcanzó con cerrarnos el lugar, tampoco entran autos, y esto atenta contra todos los locales”, dijeron los empresarios.
El dispositivo denominado “Cerrojo para la protección del menor y del vecino”, quedó definido por el intendente comunal, Joaquín de la Torre como “una medida necesaria para comenzar a solucionar el problema del alcohol, la droga, la violencia… que no será posible sin la cooperación de las familias”.