Desde que el club entró en quiebra, muchos socios comenzaron a sospechar sobre manejos turbios de parte del órgano fiduciario. Algo que, lógicamente, se agravó con la designación de veedores (encargados de controlar) con antecedentes penales.
Los problemas económicos de San Miguel fueron un detonante, una carnada a la que se aferró Santiago Cuneo. “Lo que quiere Cuneo es apropiarse de la sede del club para edificar varias torres”, le dijo a 24CON Daniela Monsalvo, abogada, esposa del juez Luis Prato, quien entiende legalmente en la causa.
Según confió Monsalvo a este medio, “Cuneo es un socio del club, amigo de Aldo Rico, que quiere presentarse en las próximas elecciones (20 de diciembre). Pero lo que él quiere con la institución es lucrar y busca conseguirlo por todos los medios”. Esta tarde, el juez Prato y otros abogados presentarán una denuncia ante un delegado de las Naciones Unidas, “para que Cuneo y sus muchachos dejen actuar a la justicia sin amenazas ni intentar sobornos”.
Ahora todo es sospechoso. En San Miguel se desconoce a los buenos de los malos. Además, cada vez más gente intenta ganar dinero a expensas del club. “Sacamos la cuenta la otra vez que hubo partido, a modo estimativo. Para nosotros la recaudación había sido de 23 mil pesos, aunque el fideicomiso declaró 8”, afirmó Monsalvo.
Según investiga el juez Pratto, Cuneo planteó la idea de levantar la quiebra y aportar para ello $9 millones. “Claro, pero con el proyecto de las torres aportará unos 73 millones de dólares. Un negocio redondo”, cuenta Monsalvo.
La sede de San Miguel estaría en peligro de desaparecer, aunque la idea de Cuneo sería que quede debajo de los edificios. Por lo pronto, el caso tomará trascendencia internacional, cuando la ONU intervenga.