Bolsas oxidables: ¿Parche o solución?
Los comercios bonaerenses deberán utilizar bolsas biodegradables que, según dijeron a 24CON, se desintegran en un año.
Por estos días se dio a conocer que en el municipio cordobés de Wenceslao Escalante se decidió por realizar la confección de bolsas de tela en reemplazo de las de polietileno. Por eso, ahora todos los pobladores se deberán habituar a hacer uso de ese nuevo adminículo cada vez que vayan de compras.
Esa iniciativa no llegó a la Provincia de Buenos Aires. Uno puede considerar que por la cantidad de habitantes, y el tipo de compras que se efectúan, especialmente a la hora de visitar el hipermercado, en Buenos Aires no hay bolsa de tela o papel que valga.
Por eso, a partir de octubre, los fabricantes deberán agregar a la producción un aditivo que convertiría a las bolsitas en biodegradables. En Argentina hay sólo tres empresas que comercializan este tipo de sustancias que destruyen el plástico en forma acelerada: Res Argentina, Adiflex y Willow Ridge.
Sin embargo, mientras que desde el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS), ente encargado de regular el cambio, se afirma que hay interés por reemplazar las bolsas de polietileno para tener “una Provincia más limpia”, hay otros que no son tan optimistas al respecto.
Opiniones cruzadas
Se supone que desde octubre, la OPDS va a crear un registro de proveedores de bolsas biodegradables. Cada tecnología va a tener que cumplir con una serie de normas americanas llamadas ASTM. El transformador –así se le denomina al fabricante de bolsas en la jerga del plástico- recibirá un número de registro, que deberá imprimir junto a un logo diseñado por la entidad contralora, corroborando su adhesión a la medida.
Sin embargo, el cambio no se limita a la biodegradación de la bolsa, sino que ésta, además, debería llevar tintas ecológicas, con contenidos muy bajos de metales pesados.
El problema de esta iniciativa radica en las dudas que algunos tienen sobre la efectividad del aditivo “oxi-biodegradable”. Algunos consideran que no estaría probada la afirmación de que a esas bolsas les lleva, a más tardar, dos años en fundirse con la naturaleza.
Sobre este aspecto, Alejandro Dewald, directivo de Res Argentina, una de las compañías dedicadas a la distribución de los aditivos de la discordia, aseguró a 24CON que “si bien hay diferentes tipos de aditivos, el ‘estándar’ tiene una vida aproximada de 24 meses, de eso no hay dudas”, y explicó que “si se pone a la intemperie una de las bolsas, al cabo de un año, se va a ir rompiendo y se va a fraccionar cada vez más hasta que llegará un momento en el que las partículas se harán tan pequeñas que los microorganismos del medio ambiente los utilizan como alimento”.
Por su parte, Diego Horst, jefe de Compras e Insumos de Supermercados Eki, no niega que la Cámara de Supermercadistas tiene ciertas dudas al respecto, ya que “hay muchas posiciones tomadas en cuanto a la efectividad de este producto. Algunos dicen que en lugar de 300 años en degradarse -que es lo que tarda una bolsa de polietileno normal- ésta tardaría 100; y, por otro lado, uno escucha a los proveedores que aseguran que con ese aditivo la bolsa desaparece en dos años.”
“Lo que verdaderamente hace falta es que algún ente gubernamental haga una evaluación técnica en la que se expliquen las especificaciones técnicas requeridas”, reclama Horst. Respecto a esto, la OPDS aseveró que, tras la firma de un convenio, se decidió que la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia (CIC) sea la encargada de establecer los criterios de control de los productos.
Sin embargo, cuando 24CON intentó acceder a dichas normas, desde el CIC respondieron que todavía no está publicada la reglamentación de la Ley, ya que será expuesta a partir de fines de agosto, fecha para la que se presentará el equipo de trabajo del ente.
Horst se lamentó que así sea, pues “si se plantean los criterios a fines de agosto estaremos con el tiempo justo, ya que nosotros necesitamos 35 días de antelación para hacer el encargo de las bolsas, y todavía no sabemos qué deberíamos pedirle al proveedor”.
El precursor
El hipermercado Wal-Mart ha sido el primero en utilizar este novedoso material. Los otros comercios todavía no se sumaron, pero a partir de octubre, no tendrán otra alternativa que acomodarse a la legislación.
Sin embargo, el representante de Eki consultado por 24CON apuntó que “el mercado está expectante porque este insumo pasó a ser algo muy importante en las cuentas resultado de cada compañía, porque es un costo muy pesado, que se incrementaría entre un 8 y un 10 por ciento”.
“No hay ninguna solución de fondo real y concreta, y por eso la Cámara de Supermercados no tomó ninguna posición y está esperando para ver en forma conjunta cómo se aplicará esto”, puntualizó Horst.
El costo
Otro aspecto que deben cubrir los productores de bolsas es lograr que sus insumos sean aprobados. Matías Epelboim, socio gerente de Plástico Solano, empresa fabricante de bolsas, señaló a 24CON que “debimos realizar un licenciamiento con Res Argentina, una de las proveedoras del aditivo, la nos aprobó nuestros artículos con la sustancia ya añadida”, pero, de todos modos, “todavía ningún cliente nos pidió las bolsas biodegradables”.
Asimismo, se plantea un incremento en el costo. “El fabricante de la bolsa, como mucho, tendría un aumento de 25% en su producción”, aseguró Dewald. Es que cada kilogramo de este aditivo oxi-biodegradable cuesta alrededor de 50 dólares, cosa que, al final de la cadena de producción, se traduce en un aumento de 1 peso por kilo en el precio del material elaborado.
Ya sea una medida correcta y elogiable, o inútil y cuestionable de parte del Estado, la suerte está echada y desde el 14 de octubre próximo, si todos se atienen a la Ley, las nuevas bolsitas deberían reemplazar definitivamente a sus antecesoras "camisetas".